(EL MUNDO) Este martes, antes de presidir la fiesta de fin de año en el Times Square de Nueva York, Sonia Sotomayor dejó arriba de la mesa de su despacho un regalo envenenado para Barack Obama. Resulta que a las cero horas del Primer de Enero entró en vigencia la reforma de salud del presidente, pero la jueza del Tribunal Supremo de Estados Unidos decidió atender a pedidos de grupos conservadores y suspendió parcialmente su aplicación con el argumento de que "no se puede obligar a una entidad patronal a proveer a sus empleados un seguro de salud que pague por un aborto, si eso va en contra de sus convicciones religiosas".

Sotomayor, nombrada al Supremo por Obama en agosto del 2009, como un ejemplo de integración étnica al ser el primer hispano en ocupar un lugar de tan alto rango, respondió así a los pedidos de varias organizaciones religiosas y conservadoras que siempre se han opuesto a los métodos anticonceptivos y la interrupción del embarazo.

El miércoles, horas antes del inicio de la aplicación de la reforma de salud, conocida como 'Obamacare', un hospicio de monjas católicas de la ciudad de Denver, en Colorado, la 'Little Sisters of the Poor Home for the Aged', pidió a Sotomayor que suspendiera parcialmente la vigencia de la ley, después que un tribunal federal de apelaciones se negó a hacerlo.

"El Gobierno se debe abstener temporalmente de forzar a los demandantes a cumplir con los requisitos establecidos en la ley de Salud Asequible y Protección de los Pacientes, relacionados con la contracepción y el embarazo", escribió Sotomayor en la orden judicial de urgencia emitida el miércoles por la noche.


En medio de los festejos del Año Nuevo, la decisión no tuvo gran publicidad. Pero levantó las cejas de observadores porque en junio del 2012, cuando el Tribunal Supremo decidió por mayoría que el 'Obamacare' es absolutamente constitucional, Sotomayor fue uno de los cinco jueces que estuvo de acuerdo. La jueza, de origen puertorriqueño pero nacida de Nueva York, está considerada uno de los elementos más progresistas del Tribunal Supremo.