En el corazón de Villa Centenario, en Chimbas, se llevó adelante la colorida procesión en honor a Nuestra Señora de Andacollo. Con danzantes de todas las edades, la celebración religiosa deslumbró a cientos de devotos.

Nuestra Señora del Rosario de Andacollo llegó a Chimbas como un culto familiar, consecuencia de alguna promesa. Así surgieron oratorio en varios departamentos, siendo uno de los más antiguos el erigido sobre calle Centenario. Ahí, es donde familias chilenas y sanjuaninas le bailaron a esta advocación.

Con sus trajes coloridos, con las clásicas coronas y buscando contagiar alegría los danzantes hicieron que la jornada religiosa se viviera como una fiesta. Luego de la clásica procesión hubo una misa.