La dura vida de Liam, el bebé sanjuanino que necesita la droga más cara del mundo
Una de las enfermeras que está a cargo de los cuidados del chiquito dio detalles de la asistencia que recibe el menor día a día.
En la noche del martes, una de las enfermeras de Liam contó la dura vida que atraviesa día a días el bebé sanjuanino que necesita la droga más cara del mundo. En ese sentido dijo que el chiquito recibe asistencia por parte de profesionales kinesiólogos como de grupos de enfermeros durante las 24 horas del día.
“Liam es visitado por kinesiólogos y el pediatra en horario de mañana y de tarde. Cuenta con fonoaudióloga, kinesióloga respiratoria y una kinesióloga motora. Tiene su pediatra de cabecera y necesita un trabajo constante de día a día”, comentó la enfermera.
Al mismo tiempo manifestó que Liam necesita un trabajo constante de día a día, ya que necesita movilización para ventilar sus pulmones y poder estar la mañana tranquilo. “Necesita de esta asistencia para eliminar un poco de las secreciones que le genera la traqueotomía”, agregó.
El pequeño de dos añitos se trata de un nene que está traqueostomizado, ya que no puede respirar por sí mismo y es totalmente dependiente del respirador. “Si él no tiene el respirador, no respira directamente, es muy dependiente. Para que él pueda estar bien día a día, se lo trabaja día a día con las kinesiólogas. Se le hace la ventilación pulmonar para que pueda pasar cada día de forma confortable”, aseveró.
Sobre este trabajo que se lleva día a día, la enfermera explicó la importancia del tratamiento porque se busca que se pueda regenerar células que ya están muertas en él. “La artrofia muscular espinal le impide que se movilice y tenga movilidad. Solo se realiza el tratamiento hasta los dos años por eso es de suma urgencia conseguir la medicación en estos 3 meses que quedan para sus dos añitos para que él pueda volver a movilizarse y a ser un nene normal”, afirmó.
Por último la trabajadora sanitaria se lamentó por la salud de Liam, ya que reconoció que el pequeño antes se sonreía, movía las piernas y brazos y también sostenía su cabecita. “Ahora es totalmente dependiente y tiene una movilidad en un solo brazo”, concluyó con tristeza.