Alrededor de 150 internos realizaron una huelga en la Unidad 10 de la cárcel de Melchor Romero, establecimiento en donde se encuentran detenidos los rugbiers que terminaron con la vida de Fernando Báez Sosa. Los reos pedían prisión domiciliaria, a raíz del coronavirus.

Fuentes del Servicio Penitenciario de la provincia de Buenos Aires, informó que esta situación se mantuvo alrededor de cuatro horas, hasta que los internos depusieron su actitud. Los protagonistas de esta huelga fueron presos que están apunto de finalizar el cumplimiento de sus condenas, muchos de ellos gozaban de salidas transitorias antes de que se estableciera el aislamiento social.

Además de la prisión domiciliaria, los reos exigían medidas de higiene para poder protegerse de un posible contagio del virus COVID-19. Luego de realizar una negociación con algunas autoridades, se acordó que los presos prepararen un petitorio con reclamos judiciales con eje en que se otorguen prisiones domiciliarias y excarcelaciones.

Afortunadamente los efectivos policiales pudieron resolver esta situación a tiempo, tranquilizando a los internos y mostrándose dispuestos a negociar. A raíz de esto, la huelga finalizó y no se tuvo que lamentar ni un sólo herido.