Crudo testimonio tras la brutal golpiza en el Rivadavia Norte
Florencia Richard contó a Canal 13 cómo se dio el hecho en el que su papá, sus hermanos y su pareja fueron detenidos. Ella terminó con la cara 'rota' y su madre desmayada.
Este martes a última hora, una familia decidió hacer unos choris en la planta baja de su departamento, donde comparten parrillero con sus vecinos del monoblock 7, de la manzana O, del barrio Rivadavia Norte. Justo, otro vecino también utilizaba la parrilla para hacer un asado por un cumpleaños. Con el paso de los minutos comenzó a llegar gente 'con hieleritas' y 'era obvio que alguien iba a llamar a la Policía'.
Así comenzó el relato de Florencia Richard, de la familia que realizaba la choriceada. "Llegaron policías con ithacas y nos empezaron a gritar y a tirar al piso. Bajó mi papa a explicar que nosotros no estábamos en ese festejo y también lo tiraron al piso junto a mis hermanos", sostuvo.
En ese momento, la madre se desmayó y, en medio de la bataola, le pisaron hasta la cabeza, aseguró Florencia. En el lugar ya había cinco patrulleros y 20 efectivos. "Nadie ayudaba a mi mamá, mi hermano la quería ayudar y lo pararon pegándole en la cara, entonces bajé a ayudarla, con mi beba en brazos, y sentí un golpe en la cara y me desvanecí", manifestó.
Florencia recalcó que le pidió ayuda a una policía y la respuesta fue 'no me toqués'. "Me metieron a un patrullero tratándome muy mal. No tenía fuerza para nada, una policía me decía en la Comisaría 'lávate que estás mugrienta' y por suerte otra policía me ayudó a lavarme", se explayó. La joven expresó también que a sus familiares los llevaron a los golpes a la seccional hasta meterlos al calabozo.
A todo esto, del grupo que celebraba el cumpleaños, unos se habían escondido en el departamento y otros lograron escapar. "En 40 minutos llegó la ambulancia a la Comisaría, mientras yo estaba tirada en el piso porque no daba más, me chorreaba la sangre, me llevaron al hospital esposada", detalló.
Por último, Florencia destacó que tras ser atendida quisieron volver a detenerla, pese a que les pedía por favor que necesitaba volver con su hija para amamantarla. "Me decían que me joda por salir siendo que lo hice para ayudar a mi mamá. Tengo prisión domiciliaria tras pedirle arrodillada al fiscal que me deje venir con mi hija pero no me dejan llevarle comida a mis familiares", concluyó.