Pocos metros antes de llegar a Villa Soto, en Córdoba, un colectivo sanjuanino de la empresa 20 de Junio sufrió un siniestro vial, que “de milagro”, según los pasajeros, no terminó en tragedia. Según lo que les dijo el chofer a los testigos de ese siniestro, se le atravesó un caballo y la unidad terminó estrellada, contra un árbol luego de hasta haberse cruzado de carril. Los pasajeros dijeron que vivieron momentos de mucho miedo y a la vez indignación porque desde la empresa hubo un “mal accionar” y los dejaron “abandonados por muchas horas”.

Las imágenes de los vidrios estallados, de una puerta arrancada y los asientos llenos de vidrios y ramas dan una muestra clara de la gravedad del siniestro.  Y, al escuchar el relato de los pasajeros se puede ver que el terror se apoderó de ellos.

Una madrugada de terror: un colectivo con sanjuaninos sufrió un siniestro vial en Córdoba

Según lo que comentaron, cerca de las 4,30 el colectivo, que hasta el momento había tenido un viaje tranquilo comenzó a zigzaguear. “Se fue para una de las banquinas y un árbol le arrancó el espejo retrovisor y después la puerta del sector donde van los choferes”, dijo una de las mujeres que iba a en el colectivo.

Eso no fue todo, el colectivero, con una maniobra que los pasajeros definieron como temeraria, se cruzó de carril, pasó la ruta y empezó a atravesar un campo lleno de árboles que hizo que los vidrios estallaran, las ramas ingresaran hasta los pasillos y los gritos se volvieran interminables. “Esos segundos fueron de terror, hasta que un árbol detuvo al colectivo. Salimos como pudimos y en la orilla de la ruta nos asistió una ambulancia que trasladó a las personas que tenían heridas o estaban muy nerviosas”, agregó otra testigo del siniestro.

Una madrugada de terror: un colectivo con sanjuaninos sufrió un siniestro vial en Córdoba

Una vez que estuvieron más tranquilo, comenzó otro peregrinar para los pasajeros. Es que, fueron trasladados hasta la comisaría de Villa Soto y ahí se quedaron en la vereda sin que alguien de la empresa les diera respuesta. “Cerca del mediodía, nos llevaron a la terminal de Soto, nos subieron a un colectivo y nos llevaron hasta la zona del siniestro. Los mismos pasajeros tuvimos que abrir la bodega para sacar nuestro equipaje. Nadie de la empresa fue a ayudarnos. Sólo nos llamó un señor para pedirnos un mail, no sé para qué”, dijo un pasajero y comentó que cerca de las 14, casi 10 horas después, luego de esperar a los pasajeros que estaban en el hospital, pudieron retornar viaje hasta Córdoba.