Este miércoles, un impresionante accidente de transito tuvo tintes milagrosos en pleno centro. Ocurrió en el peligroso cruce de avenida Libertador y Aberastain pasadas las 10 de la mañana. Allí, dos vehículos chocaron entre si y uno de ellos terminó incrustado en una pescadería.

En el medio, se llevó por delante un puesto de verduras ubicado justo en la esquina mencionada y a su dueño, quien se encontraba atendiendo a los clientes.

David Reinoso se salvó de milagro de ser aplastado por el auto que terminó incrustado en la pared de la pescadería. “Yo vi una explosión, estaba atendiendo a un cliente y hacia 5 segundos que se iba. Cuando siento la explosión, veo que se me viene el auto encima. Quise correr y no sé con qué me pego y me tiró para un costado. Los cajones y las cosas que saltaron me golpearon. Mi pareja recién terminaba de armar el puesto. Si la agarra a ella la mata”, explicó David al móvil de Canal 13.

“Fue muy fuerte. Acá desde que pusieron el semáforo andan más fuerte. Hacen hasta picadas. Largan de la avenida Rioja y pasan en verde acá. Yo siempre lo dije, el semáforo es más peligroso”, agregó.

Fue un verdadero milagro que el siniestro no haya terminado en tragedia como la que ocurrió en noviembre del 2019 en esa misma intersección. En esa ocasión, un colectivo impactó contra un auto en el que viajaba una pareja de adultos mayores. Producto del siniestro, murió María Noemí Bajinay, de 65 años.

Afortunadamente, esta vez el siniestro fue sin consecuencias fatales. Tanto los conductores de los vehículos como el verdulero atropellado solo sufrieron golpes leves y un gran susto.