Un empleado fue registrado por las cámaras de seguridad de una empresa que fabrica muebles, ubicada en calle O´higgins al 300 Este en Capital, ingresando al local fuera de horario de trabajo y cuando todo el personal se había retirado. Posterior a ello, al día siguiente, se descubrió que habían sustraído 1.100.000 pesos de la empresa. El robo se habría producido el pasado 7 de diciembre, según la denuncia del damnificado de apellido Coria de 27 años.

En sede de Comisaría 3ª de Trinidad adujo que a las 21.30 de ese día, las cámaras de seguridad registraron al sospechoso, su empleado infiel, ingresando al local de trabajo sin que hubiera personal en labores y para cometer el robo. Por tratarse de un hecho que está en plena etapa investigativa, no se dio a conocer el nombre del empleado, quien llevaba solo dos semanas de trabajo en el lugar y habría escuchado una conversación de la existencia del dinero.

Es por eso que habría regresado después de horario de trabajo y lo sustrajo. La denuncia lleva cinco días de radicada y el Juzgado interviniente aún no libra las órdenes de allanamiento para el domicilio del empleado, por lo tanto el acusado sigue en libertad, aunque su dueño decidió despedirlo de su trabajo. Según habrían especificado desde el juzgado, para ordenar los allanamientos debían solicitar que sean retirados del lugar los videos.

Esas pruebas del presunto robo luego deberían ser analizadas por los peritos informáticos de la División Criminalística de la Policía, para recién ahí si es que esa prueba arroja resultados reveladores que impliquen al acusado al robo, ordenar que su domicilio o los sitios que frecuenta sean allanados. Mientras tanto el presunto ladrón sigue libre y el dinero sin aparecer, el cual quizás al momento del allanamiento y posible detención, no sea encontrado.