Una nueva amenaza de bomba sacudió el Centro Cívico de San Juan en la tarde de este jueves, activando el protocolo de evacuación de emergencia. El jefe de Bomberos de la Policía de San Juan, Dante Alleva, brindó detalles en el móvil de Canal 13, sobre el procedimiento que se llevó a cabo para garantizar la seguridad de los empleados y el público que se encontraba en el lugar.

De este modo, Alleva explicó: "Nuevamente se recibió una amenaza de bomba por teléfono, y de inmediato se aplicó el protocolo desde el interior del edificio, dando aviso a las autoridades correspondientes, incluida la Brigada Explosiva". A la vez añadió "Una vez evacuado el edificio, el equipo de explosivos, compuesto por siete efectivos, realizó una inspección exhaustiva desde la planta baja hasta el quinto piso".

El operativo, que duró aproximadamente una hora y media, concluyó sin novedades. No se hallaron explosivos ni objetos sospechosos. Según el jefe de bomberos: "Gracias a Dios, no se encontró nada. Todo estaba en orden y podemos confirmar que fue una falsa alarma".

Este tipo de situaciones, aunque afortunadamente infundadas, generan un gran despliegue operativo que implica cortes de calles, un cordón policial alrededor del edificio y la movilización de personal especializado. Alleva destacó el impacto de estas falsas alarmas. "El perjuicio que esto causa es considerable, por el enorme operativo que hay que realizar. Implica un desgaste económico y de personal, y todo por culpa de un 'gracioso'", dijo. Además mencionó: "La justicia ya está investigando para identificar al responsable de la llamada".

Ahora la investigación está a cargo de la doctora Pringles y el fiscal Carrizo, quienes, con el apoyo de tecnología especializada, están rastreando el origen de la llamada que activó la amenaza. Alleva también explicó el protocolo de seguridad que se aplica en estos casos: "Lo primero que verificamos es que el edificio tenga su propio protocolo. El Centro Cívico cuenta con guardias de seguridad que ya tienen bien aprendido el procedimiento". 

Finalmente, una vez que la Brigada Explosiva confirmó que el edificio estaba seguro, se permitió el regreso de los empleados a sus puestos de trabajo, y las calles circundantes fueron reabiertas al tránsito. Según Alleva: "Una vez que nos dieron el aviso de que todo estaba en orden, procedimos a informar a los policías que hacían el cordón de seguridad, y luego a los empleados para que retomaran sus tareas".