Intentaron frenar una clandestina con 150 jóvenes y terminaron apedreados
Se trata de 15 policías que fueron salvajemente agredidos por los fiesteros irresponsables el pasado miércoles 6 de enero.
Una nueva fiesta clandestina se llevó a cabo por la madrugada del sábado 2 de enero en Buenos Aires, más precisamente en la localidad de Claromecó. Del festejo participaban unos 150 jóvenes, que comenzaron a lanzarle piedras a 15 efectivos policiales que intentaron dispersarlos para darle fin a la celebración ilegal.
Todo sucedió alrededor de las 6:30 del sábado en un balneario ubicado dentro de la localidad bonaerense de Clamorecó. En este lugar aproximadamente 150 personas estaban desarrollando una fiesta clandestina, de manera totalmente impune y sin importarles la presencia de las autoridades en el lugar.
En varios grupos un total de 15 uniformados llegaron al lugar para intentar dispersar a la muchedumbre sin tener éxito. Cada vez que un policía se acercaba al lugar los irresponsables comenzaban a arrojarle piedras para que se alejaran del lugar y los dejaran seguir bailando mientras ingerían bebidas alcohólicas.
Debido a esto uno de los agentes necesitó recibir asistencia médica, ya que había sufrido una herida al recibir un impacto a la altura de uno de sus riñones. Además uno de los patrulleros sufrió la rotura de sus cristales al recibir una gran cantidad de "piedrazos". Si bien habían alrededor de 150 participantes sólo 2 quedaron detenidos.
Los aprehendidos fueron Quimey Duvancel de 20 años de edad y un menor de edad de 17 años. Ambos fueron imputados por los delitos de daño agravado, lesiones leves y resistencia a la autoridad. El más joven de los implicados fue entregado a sus padres posteriormente.