Este lunes 23 de mayo en horas de la mañana y en pleno centro sanjuanino, la Policía de San Juan allanó un local que funcionaba como sex shop. Ahora, se investiga si está vinculado al mercado sexual virtual y si ese lugar lugar funcionaba como prostíbulo. Además, aseguraron que en el lugar no se encontraron pruebas que acrediten que ahí había mujeres que eran explotadas sexualmente. 

Según informaron de fuentes judiciales, todo inició a través de un llamado anónimo al 911 donde alertaron de ciertas irregularidades del local y aseguraron que mujeres eran explotadas sexualmente y hasta estaban privadas de su libertad. La UFI CAVIG, junto a personal del D5 de la Policía de San Juan realizaron el operativo en el local ubicado en calle Güemes metros al sur de calle Avenida Libertador. Aparentemente, en el domicilio céntrico comercializaban productos sexuales y ofrecían otros servicios relacionados a esta práctica. 

Fuentes judiciales y policiales señalaron que en el procedimiento no se constató que hubiera personas privadas de su libertad, al menos, no durante el operativo. Además, señalaron que al momento en que el personal policial ingresó al lugar no encontraran pruebas que acreditara la versión de que allí ejercían prostitución. De igual manera, intervino la Unidad Fiscal de Investigaciones CAVIG para determinar el lugar realimente fue utilizado para explotar sexualmente a mujeres.

Lo que es cierto, es que cuando los uniformados ingresaron al lugar se dieron cuenta que este solo tenía la fachada de que funcionaba como sex shop. Pero, descubrieron que en su interior habían seis habitaciones acondicionadas con cámaras y cámaras filmadoras. Afirmaron que también encontraron a mujeres que trabajaban exhibiendo sus cuerpos. Lo llamativo del caso, es que el supuesto propietario resultó ser un reconocido abogado de la provincia, Gustavo de la Fuente. 

Ahora, la justicia deberá investigar y determinar si ese lugar realmente funcionaba como prostíbulo y los más grave aún si en el lugar habían mujeres contra su voluntad. Lo que se presume, es que en el lugar es que las mujeres se desnudaban y a través de las cámaras vendían lo que se denomina servicio sexual virtual.