Orrego, duro y en sintonía con el cambio que lo catapultó
El gobernador fue noticia nacional por el ajuste del gasto político y la revocación de los nombramientos que dejó Uñac en el Estado. ¿Coincidencia fina con Milei?
Si bien el corte abrupto de los fondos para obra pública y otras partidas extraordinarias es un golpazo de la gestión de Javier Milei para los gobiernos provinciales, como el de Marcelo Orrego, puede abrirse una ventana de entendimiento entre ambos. Así habría que enmarcar la 'motosierra' sanjuanina que fue noticia nacional.
En apenas 24 horas, Orrego dispuso el ajuste del 30 por ciento del gasto político y dejó sin efecto todos los nombramientos que hizo Sergio Uñac en los seis meses anteriores al traspaso del poder. Solo en esta última medida, el ahorro estimado será del orden de los 10.000 millones de pesos, de acuerdo a la estimación oficial.
Recortar cargos políticos siempre será una noticia bien valorada por la ciudadanía. Impactará negativamente hacia el interior de las estructuras que trabajaron en la campaña, los militantes que esperaban cierta 'contención' tras ganar las elecciones. Esta vez no podrá ser. Como diría el presidente, 'no hay plata'.
Y si la militancia patalea, compensará la gente común que siempre aplaudió y aplaudirá el achicamiento de 'la casta'. Los acomodos históricos a costa del presupuesto público suelen ser indefendibles, aunque hayan sido marca registrada de cada gobierno.
Pero voltear al menos unas 2.000 designaciones de la planta permanente del Estado puede dividir las opiniones. Los afectados y sus familias hablarán de persecución. Sobre todo, si fueron efectivizados por su relativa simpatía con el justicialismo derrotado.
También hablarán de injusticia, si llevan años precarizados como contratados monotributistas y por fin les llegó la hora de la estabilidad, la obra social, los aportes jubilatorios. El Estado se convirtió en un tomador de mano de obra sin garantías de dignidad. El gobierno de Uñac se acordó tarde de blanquear situaciones y dejó a muchos en condición de ser removidos, como finalmente sucedió apenas asumió Orrego.
Hacia afuera, en la sociedad civil no vinculada directamente a los estatales expulsados, la medida generó aprobación. Más del 70 por ciento se manifestó afirmativamente en una encuesta online realizada por Tiempo de San Juan. Es coherente con los vientos que soplan.
En esta provincian más del 60 por ciento votó por la 'motosierra' hace menos de un mes, cuando Milei aplastó a Sergio Massa en el ballotage presidencial.
Si seis de cada diez sanjuaninos optó por el ajuste, Orrego está actuando conforme a ese veredicto. Y lo está haciendo en el momento oportuno. No solo porque la estabilidad en el Estado se adquiere después de cumplir los seis meses desde el nombramiento, sino porque está en el inicio de la gestión y su popularidad todavía no sufrió ningún deterioro. Goza de plena legitimidad, aún tratándose de medidas ingratas.
Orrego fue noticia nacional por estas decisiones duras y la prensa porteña, como el diario Infobae, destacó su compatibilidad de modelos con La Libertad Avanza. Esa sintonía fina podría abrir la ventana que está necesitando el gobernador para amortiguar la sequía de recursos.
El ministro de Economía de Nación, Luis Caputo, confirmó oficialmente este martes las medidas que se veían venir: una devaluación superior al 100 por ciento del tipo de cambio oficial, el retiro parcial de los subsidios al transporte público y tarifas, el corte absoluto de partidas para obra pública y la suspensión de toda licitación en marcha, más la supresión de todas las remesas por fuera de la coparticipación.
Dicho en otros términos, el gobierno de San Juan tendrá que administrar con mano de hierro los fondos coparticipables porque no habrá ninguna otra asistencia al menos en este primer tiempo de shock. Orrego está actuando en consecuencia.
El gobernador sanjuanino no habló hasta ahora de recorte ni mucho menos de 'motosierra'. Tampoco de ajuste. Su muletilla es la 'austeridad'. Todos sus funcionarios y funcionarias salieron a coro con esta consigna desde el mismo domingo de asunción. A la postre, el sentido termina siendo idéntico: un achicamiento fenomenal del gasto público antes de caer en el déficit fiscal.
Ese fantasma tan temido puede estar a la vuelta de la esquina, aunque el gobierno de Uñac declare que le dejó una caja de 148.000 millones de pesos a Orrego. Si los gastos corrientes trepan por encima de los recursos, esa reserva puede durar apenas un suspiro. A eso se refiere la nueva administración cuando habla de la 'delicada situación' que transita la provincia.
El ministro de Hacienda, Roberto Gutiérrez, lo dijo abiertamente este domingo por la noche, luego de jurar en el Teatro del Bicentenario: 'el país ya lo describió Milei, creo que todos coincidimos'.
Validar el diagnóstico del presidente libertario fue toda una declaración de parte del contador de Orrego. Sin embargo, el sucesor de Marisa López pidió 'llevar tranquilidad a los sanjuaninos'. Generar zozobra nunca fue una buena idea, cuando se trata de un gobierno que recién está empezando a caminar.
Ordenar las cuentas resulta imperativo, aunque las medidas duras tengan costo político. Hasta ahora, la sociedad pidió 'motosierra'. Orrego conectó inmediatamente. Al fin de cuentas, ese clamor de cambio lo catapultó.
JAQUE MATE