Pudo pasar inadvertido, pero el viernes sucedió la primera fumata blanca entre uñaquismo y giojismo. Fue un episodio llamativo en la interna justicialista, que por momentos parece extraviarse en un callejón sin salida. El principio de acuerdo tuvo lugar en la Juventud Peronista. Como dijo el General, son como los gatos.

El último día de mayo se reunió el Congreso de la JP. Asistieron los referentes del uñaquismo y del giojismo, en nombre de los caciques de cada uno, con la instrucción de avanzar sin romper. Y así lo hicieron. El próximo fin de semana se encontrarán nuevamente para nominar a la nueva conducción de jóvenes, otra vez bajo la forma de un triunvirato.

Del pacto participaron el uñaquista Francisco Guevara, el giojista Juan Pablo Gómez y el camporista Juan García. Debajo de ellos, acompañó la totalidad de la 'orga' que tiene manejo autónomo dentro del partido, pero guarda una estrecha vinculación con la alta política. La cúpula que está precisamente en discusión por estos días.

La JP tiene un lugar destacado dentro del PJ. Prueba de ello es que siempre hay una banca reservada para ellos en las listas de diputados provinciales y nacionales. Así llegaron al Congreso Daniela Castro y el mismo Guevara, por citar dos ejemplos. Les tocaron lugares suplentes, pero llegó su momento de coronar con la banca cuando se abrieron las vacantes.

Por eso nunca fue despreciable la cuota de poder que representan los jóvenes dentro del partido. Los mayores procuraron siempre tener un pie dentro de esa organización, para apalancarse llegado el momento de militar en el territorio y pedir el voto.

Los jóvenes son los sub 30. Hoy su protagonismo es absoluto, teniendo en cuenta la alta influencia libertaria en ese segmento. El peronismo retrocedió y cualquier intento de recuperar el poder tendrá que pisar fuerte en ese segmento.

Ni Guevara, ni Gómez, ni García encajan en esa categoría de jóvenes sub 30. Los tres están pasados. Por eso buscarán herederos. Los nombres todavía se mantienen bajo embargo. Pero se sabe que repetirán el esquema de conducción horizontal en triunvirato, una posibilidad que le está negada al PJ de los adultos y que complica las posibilidades de acuerdo.

Sin embargo, que Guevara, Gómez y García hayan llegado tan rápidamente a un entendimiento fue prueba suficiente de que están instruidos para bajar los decibeles. 

Ellos habrán de decir hacia afuera que están mandando un mensaje. Que son ellos los que están pidiendo unidad a los mayores. En realidad estaría funcionando a la inversa: son la vanguardia del pacto que pretenden cerrar a nivel provincial aunque todavía no tenga forma definitiva.

Guevara no solo fue secretario de Estado de Ambiente durante la gobernación de Sergio Uñac, sino que actualmente trabaja como asesor suyo en el Senado. Gómez integra la primera línea de militancia de la agrupación Lealtad Justicialista, identificado absolutamente con José Luis Gioja. Y García, ex número dos del PAMI en San Juan en la gestión de Alberto y Cristina, es el marido de la senadora Celeste Giménez.

Que La Cámpora adscriba al pacto entre Guevara y Gómez -es decir, entre Uñac y Gioja- también es relevante. La 'orga' que conduce Máximo Kirchner a nivel nacional podría mantenerse al margen, como hizo en 2020, cuando rechazó integrar la lista de Uñac o la lista de Gioja en la interna partidaria. 

Aunque el camporismo en San Juan es muy discreto en cantidad de militantes, tiene una ascendencia potente que se escribe con K. Por eso se quedaron con una banca en el Senado vía Giménez. Nada menos.

La autonomía de la JP en San Juan les permite cortarse solos, al menos en lo institucional. Es decir: darse autoridades sin esperar la convocatoria del PJ a nivel provincial. Sin embargo, esta autonomía no es independencia política. Como ya se explicó, tienen correlato directo con las líneas que hoy conviven y tensan el poder de 25 de Mayo y Alem.

Esta autonomía les permite también abrirse de la disputa por la fecha que hoy divide a uñaquismo y giojismo. Mientras Uñac insiste en liquidar la cuestión provincial el 11 de agosto, Gioja presiona para llevar las urnas al 17 de noviembre, en simultaneidad con la interna nacional. La cuestión está abierta todavía.

Como ya se explicó en esta columna reiteradamente, la hipótesis giojista es que Uñac perderá influencia a medida que pasen los meses. Sin embargo, el senador se abrochó el compromiso de los intendentes. Ellos son los que tienen la lapicera en esta coyuntura. Y ya sentaron posición. Quieren la interna cuanto antes.

Después de la fecha vendrá la discusión de los nombres. A diferencia de la JP, a nivel partidario habrá un presidente o presidenta. Y de ahí para abajo habrá un ordenamiento que reflejará el lugar de cada uno en el reparto definitivo. No está descartado que Fabián Gramajo presente una lista alternativa. Pero tampoco es seguro.

Tal vez sea como dijo Perón, nomás: cuando parece que se están peleando, en realidad se están reproduciendo. O al menos algunos se entusiasman con esa idea.


JAQUE MATE