Al peronismo se le atragantó un viejo
Frase fuerte para marcar la cancha. El impasse entre Sergio Uñac y José Luis Gioja no debiera ser sobreinterpretado. Es apenas eso: un cese a las hostilidades transitorio, hasta más ver.
El impasse entre Sergio Uñac y José Luis Gioja no debiera ser sobreinterpretado. Es apenas eso: un cese a las hostilidades transitorio, hasta más ver. Decidieron abrir una ventana hasta septiembre, para que la renovación de autoridades partidarias en San Juan coincida con lo nacional. Pero el entendimiento es precario. Este lunes en Canal 13 el dirigente veterano dejó una advertencia para buenos entendedores.
Dijo que 'hace falta renovar todo lo que se pueda'. Por lo tanto, sigue en pie el pacto. Los dos deben autoexcluirse de la presidencia del PJ. Caso contrario, habrá otra vez una confrontación agotadora. Y una garantía de división a perpetuidad.
Abstenerse de encabezar no debería entenderse como una claudicación. Mucho menos como un retiro. Gioja rescató una consigna del general Juan Domingo Perón: 'renovar no es tirar un viejo por la ventana todos los días'. Guarda. Puede salir mal. 'Por ahí se te atraganta un viejo y no sale. Se queda adentro', avisó el tres veces gobernador.
La referencia fue personalísima.
En el folklore peronista se suele decir que 'el que avisa no traiciona'. Tal vez es el mensaje que bajó Gioja este lunes en Banda Ancha. Si llegara a sentir que alguien lo pretende empujar hacia afuera, puede provocar el efecto contrario. Una resistencia. Otro dolor de cabeza.
El peronismo perdió el poder luego de 20 años ininterrumpidos por una serie de factores. La historia terminará de decantar estas razones. Con seguridad, en el inventario aparecerá la división interna, la fractura nunca resuelta y la implosión que intentaron evitar con la Ley de Lemas. Fracasaron. La sumatoria no les alcanzó para derrotar a Marcelo Orrego.
En ese inventario de razones también estará el ítem nacional. La vulnerabilidad del peronismo sanjuanino a los climas que llegan de Buenos Aires es innegable. Cada vez que alguien fantaseó con generar una burbuja aislada del resto del país, esa burbuja se pinchó.
Entonces parece coherente sincronizar el reordenamiento del PJ provincial con el PJ nacional, aunque todavía haya muchas facturas impagas. Y las hay.
Según Gioja, el peronismo finalmente entendió que 'se acabaron los dedos'. Ver para creer. El dedazo de Cristina en favor de Alberto les garantizó la victoria electoral en 2019, pero el poder bicéfalo les costó la gestión. El partido cayó en una profunda crisis de representatividad.
Alberto tuvo que repetirlo varias veces a lo largo de sus cuatro años de mandato: 'el que manda soy yo'. Si hubo que aclararlo, es porque siempre estuvo en duda. Hasta el último día.
El justicialismo terminó tan malogrado como aquella versión original de Cambiemos, que llevó a Mauricio Macri al poder en 2015. Porque así fue. La alianza entre el PRO, la UCR y la Coalición Cívica se fue desmoronando con el paso del tiempo. Hoy es menos que un rejunte con más diferencias que coincidencias.
Con el peronismo tumbado y la oposición clásica deshecha, el ascenso de Javier Milei fue natural. Sintetizó la ruptura del sistema. Una reacción social de hartazgo y frustración. La mayoría terminó votando motosierra para todos y todas. Barajar y dar de nuevo. Total, peor no se podía estar. O sí.
Este lunes Gioja se mostró alarmado por el descarrilamiento de la política en Argentina. Advirtió que el justicialismo, que es el principal partido de oposición, necesita movilizarse. Les pesa la crisis de representatividad, por eso hoy la prioridad es darse un ordenamiento interno desde abajo hacia arriba. Lo primero será concederle el pedido de licencia a Alberto como presidente del PJ. Se hará el viernes 22 de marzo.
De ahí en adelante la idea sería abrir las puertas y ventanas para que asome todo aquel que tenga vocación de conducir. Y que los afiliados vayan agrupándose detrás de quien los identifique mejor. Eso sería terminar con el dedo. Ver para creer.
'Tuvimos el elefante al lado y no lo vimos, sintonizábamos otra onda', reconoció Gioja. El elefante no fue Milei sino el malestar social. Milei fue quien mejor interpretó la furia con su estilo vehemente y sobreactuado. La casta debía pagar.
En San Juan también arrasó la ola libertaria en las elecciones presidenciales. Orrego se impuso para la gobernación en un llamado desdoblado y, fundamentalmente, limpio de antecedentes. Había gestionado el municipio de Santa Lucía decorosamente. Fue suficiente para emerger como alternativa frente al peronismo hegemónico de las últimas décadas. Sin embargo, está claro que nunca nadie recibió un cheque en blanco. Esta no será la excepción.
Gioja volvió a responsabilizar a Uñac por la caída del 2023. Le achacó la 'metida de pata' que fue eliminar las PASO 'sin consultarle a nadie', para después insistir con otro mandato consecutivo a sabiendas del riesgo constitucional que implicaba. Para los peronistas, el pasado cuenta. Pero el pragmatismo es su sello de origen.
Si bien es cierto que el alto al fuego entre Gioja y Uñac es transitorio, la amnistía sucedió por necesidad mutua. Los tiempos demandan otro tipo de gestos. Tal vez la renovación sea la respuesta. Eso sí, sin tirar a ningún viejo por la ventana, como decía el General. O podrían atragantarse, otra vez.
JAQUE MATE