Independientemente de cómo termine cada uno, en el camino rumbo a las elecciones 2023 hay una evidencia palpable: Graciela Caselles eligió rivalizar con Emilio Baistrocchi. Es toda una curiosidad, tratándose de dos figuras que conviven dentro del mismo frente y que, llegada la hora del escrutinio, el que salga primero sumará los votos del otro.

Es la naturaleza del nuevo Sistema de Participación Amplia y Democrática o SIPAD, la nueva versión de la vieja Ley de Lemas. Los candidatos a intendente que coexistan dentro de una misma subagrupación terminarán tributándose recíprocamente los votos. El que salga primero se quedará con los sufragios del restante y a cambio tendrá que repartir algunas bancas del Concejo Deliberante.

Entonces, que Caselles haya decidido rivalizar directamente con Baistrocchi, será interesante para observar en adelante. Sobre todo, cuáles serán los límites que se tracen en un tipo de campaña que solo tiene antecedentes muy atrás en el tiempo. Hay que remontarse más de 20 años.

A diferencia del sistema de primarias abiertas, simultáneas y obligatorias ya suprimido en San Juan, con el SIPAD habrá una sola votación. Por lo tanto, el intendente que irá por la reelección deberá medirse el mismo día contra los rivales de la oposición y los rivales internos también. No habrá segundas oportunidades. Será a todo o nada.

Con respecto a los otros candidatos del Frente de Todos, a Baistrocchi le alcanzará con ser el más votado para gozar del aporte de quienes pretendieron destronarlo, sea Caselles o Carlos Lorenzo, por citar dos ejemplos bien tangibles. Con esa acumulación, Baistrocchi quedaría mejor parado para retener el municipio ante los adversarios de Juntos por el Cambio. Rodolfo Colombo, posiblemente.

Pero son varias las condicionalidades en juego. Como ya se dijo, Baistrocchi tendrá que salir primero dentro del esquema del Frente de Todos. Si algún rival interno llegara a hacerle sombra, los votos del intendente terminarían yendo hacia ese otro dirigente y tendría que despedirse del sillón. 

En el primer piso del palacio municipal esta hipótesis es considerada improbable. Cuentan con mediciones que ubican a Baistrocchi bastante por encima de cualquier otra figura justicialista o bloquista. Pero la campaña ni siquiera empezó. Apenas hubo algún atisbo, buscando posiciones en la línea de largada. La semana pasada Lorenzo presentó oficialmente su espacio y hasta ahora se pronunció con mucha mesura sobre la gestión del intendente. No así Caselles.

Este lunes la diputada nacional dijo en Banda Ancha que nunca tuvo diálogo con Baistrocchi y se declaró 'dolida' por las expresiones contra su hermano Javier Caselles, cuando modificaron el estatuto laboral de los municipales. Dijo que algunos trabajadores hoy se sienten vulnerables porque pueden quedar sin empleo. Que perdieron la estabilidad.

Lo más grave de todo vino después, cuando Caselles denunció que su marido, que es empleado de planta permanente de Capital, sufrió 'persecución'. Por supuesto habrá réplica ante una acusación semejante. Lo sabe la diputada nacional, que tiene larga experiencia en la arena política. Por lo tanto, lo suyo no fue un arrebato ni un impulso, sino una acción premeditada.

Si Caselles va a competir por la intendencia de Capital en 2023 como viene anunciando, necesitará apartarse de Baistrocchi. Y es lo que está haciendo. De no mediar una ruptura inesperada, el justicialismo y el bloquismo seguirán aliados el año que viene. El desafío para la diputada nacional -como para el resto de los aspirantes- será construir una alternativa diferente. Ser algo más que el 'plan B' o la copia de quien ya gobierna. En ese sendero se encuentra.

Paradójicamente, aún con esta estrategia, el voto que capte Caselles podría terminar ayudando a Baistrocchi para su reelección. Pero vaya nuevamente la aclaración necesaria: para que eso suceda, el intendente debería salir primero.

El único resguardo que tiene por estas horas el entorno político más cercano a Baistrocchi se refiere a los límites. Caselles salió a cruzarlo abiertamente, a cara descubierta y en nombre propio. Pero en el fragor de la batalla pueden suceder otras jugadas de origen desconocido, con poder de daño. En el palacio municipal aspiran a que el 'fuego amigo' sea regulado de alguna manera para prevenir la autodestrucción.

El volumen que adquiera ese combate interno podría favorecer a la oposición, fundamentalmente en Capital donde el electorado suele ser esquivo y volátil. Los vecinos suelen votar en un sentido en un comicio provincial y en el sentido inverso en uno nacional. Las peleas descarnadas podrían generar espanto y una fuga hacia la vereda opuesta. En tal caso se vería favorecido Juntos por el Cambio.

Ese es y será el llamado a la reflexión que hará Baistrocchi cuando llegue el momento y esté definida la línea de largada de las y los aspirantes a la Intendencia dentro del Frente de Todos. Para eso falta bastante todavía. No hay fecha, más allá de alguna estimación que apunta a abril o mayo de 2023. En el interin correrá mucha agua debajo del puente.

Baistrocchi y su círculo más estrecho esperan el ataque desde el flanco político, más que desde los aspectos vinculados a la gestión. Consideran que la inversión presupuestaria en obras sigue siendo ejemplar en comparación con administraciones anteriores. Pero eso no los exime del 'fuego amigo' justicialista y bloquista, que eventualmente sucederá.

Caselles primereó. Ahora le tocará recibir el contragolpe, lógicamente. Por supuesto ella lo espera y le servirá la rivalidad para empezar a instalarse. Después de cuatro mandatos consecutivos como diputada en el Congreso Nacional -todo un récord- conoce algunas reglas de posicionamiento. 

Por esa historia suya algunos correligionarios todavía descreen que vaya a llegar a la Intendencia. Sospechan que terminará acordando con Sergio Uñac alguna otra posición en las listas el año que viene. ¿Está amagando simplemente? Por el momento no parece un acting sino política en su más puro estado. Con todo lo que ello implica.


JAQUE MATE