Con la mordaza de la veda electoral, aún resulta posible analizar las grandes cuestiones que votarán los argentinos y los sanjuaninos el próximo domingo. Porque, independientemente de la campaña, de los argumentos en favor de uno u otro espacio político, todos estarán obsesionados con los mismos interrogantes. Seguramente son muchos más que estos cinco, presentados esquemáticamente en esta columna de opinión. Pero la síntesis ayudará a soliviar la carga para el ciudadano hastiado de tanta urna.

El cansancio está justificado en San Juan, que afrontará el próximo domingo su cuarta cita electoral del año. No obstante, la democracia demanda más participación que nunca, al cumplir 40 años ininterrumpidos de expresión popular en comicios libres. Cada abstención, más que un mensaje, es una concesión. Un renunciamiento. Donde una voluntad se suprime, otra automáticamente la suplanta. El antídoto siempre es ir a votar.

Vaya entonces una contribución para el votante promedio en estas cinco preguntas claves para entender lo que se definirá en apenas un par de días.

1- ¿Habrá definición en primera vuelta o ballotage?

Según el artículo 97 de la Constitución Nacional, este domingo habrá presidente electo en primera vuelta si su fórmula obtiene más del 45 por ciento de los votos. El artículo 98 agrega la segunda hipótesis para zafar de la segunda vuelta. Consiste en que el candidato obtenga el 40 por ciento más una diferencia de 10 puntos con respecto al segundo más votado.

En ambos casos se garantiza que quien asuma la Presidencia de la Nación llegue con la suficiente legitimidad en las urnas. 

En 2003 hubo un ballotage frustrado entre Carlos Menem y Néstor Kirchner, cuando el riojano renunció a competir en esa segunda vuelta. El santacruceño llegó a la Casa Rosada con apenas el 22 por ciento de los votos. 

En 2015 sí se llevó a cabo el ballotage entre Mauricio Macri y Daniel Scioli, con victoria para el fundador del PRO. Fue, hasta ahora, la única experiencia desde que se reformó la Constitución Nacional en 1994 y se instituyó esta modalidad.

En 2023 resulta difícil hacer pronósticos. El escenario de tercios arrojado por las primarias, en principio, complicaría las chances de cualquier candidato de alcanzar los números exigidos. Pero hasta que no se abran las urnas, será un verdadero misterio.

En caso de haber ballotage entre las dos fórmulas más votadas, el comicio se llevará a cabo el 19 de noviembre. Una semana antes, el domingo 12, habrá debate nuevamente pero esta vez con solo dos atriles.

2- ¿Quién ganó y quién perdió votos con respecto a las primarias?

Esta pregunta se desprende de la anterior. Las PASO dejaron un escenario de tercios muy similares entre sí. Una hipótesis posible es que esa elección haya funcionado como virtual primera vuelta y hayan migrado luego las voluntades de un candidato a otro. En tal caso, se notará quién creció y quién se achicó frente al parámetro del 13 de agosto.

Otra hipótesis posible es que ninguno pierda sufragios. Que incluso hayan logrado fidelizar a los votantes de quienes fueron sus circunstanciales rivales internos. El crecimiento estará dado, en este caso, en los que no asistieron a sufragar en las PASO y ahora decidieron sí hacerlo. O bien, los que primero optaron por expresiones minoritarias y ahora se desplazaron hacia las aparentemente más competitivas.

Si, pese a todas estas salvedades, se conservara el escenario de tercios con una ínfima diferencia entre el primero y el tercero, estará sellado el pase al ballotage. Dos seguirán en carrera y el restante será eliminado por una cabeza, como el tango.

3- ¿Qué sucede en el principal distrito electoral del país: provincia de Buenos Aires?

Nunca es triste la verdad, lo que no tiene es remedio. El 38 por ciento del padrón argentino está radicado en provincia de Buenos Aires, donde este domingo también elegirán gobernador e intendentes. Por lo tanto, la atención del país estará focalizada en esa enorme jurisdicción. El candidato presidencial que se imponga allí, tendrá media elección en el bolsillo, siempre y cuando obtenga un margen considerable. Como tantas veces antes, ganar en Buenos Aires y ganar bien, equivale a quedarse con el sillón presidencial. 

Por supuesto están los otros distritos del top five: Córdoba, Santa Fe, Ciudad Autónoma y Mendoza. Pero entre los cuatro suman el 12 por ciento del padrón nacional. Contrarrestar a Buenos Aires siempre será titánico.

4- ¿San Juan vota en idéntica tendencia nacional o se genera un efecto burbuja?

Nótese que esta es la primera pregunta estrictamente local. Se trata de una elección presidencial y por lo tanto, los candidatos sanjuaninos corren el alto riesgo de quedar zambullidos en la ola nacional. Sería lo esperable. Sin embargo, esta modesta provincia que tiene un peso relativo del 1,69 por ciento en el padrón argentino, ha dado muestras anteriormente de microclimas contrarios a la tendencia mayoritaria.

Por lo tanto, será un factor de análisis observar si el orden de los candidatos presidenciales en San Juan está empardado con el escrutinio nacional. Si sucediera lo contrario, será interesante indagar en las razones del desvío. El antecedente del 13 de agosto indica que la provincia encara estas elecciones en plena sintonía con el ambiente general.

5- ¿Cómo se reparten las bancas en el Senado y Diputados?

La última pregunta podría ser perfectamente la primera, en cuanto al interés sanjuanino en este comicio. Las dos primeras fuerzas se quedarán con las tres bancas en la Cámara de Senadores, sin importar la diferencia que se saquen entre sí o por cuántos votos quede relegado el tercero. Por lo tanto, solo uno de los tres candidatos a senador que compiten en San Juan terminará perdedor este domingo.

Diferente será el caso de los diputados nacionales. Como se aplica en este caso el sistema D'Hondt, dependiendo de la paridad alcanzada por las tres listas en disputa, es altamente posible que el reparto sea equitativo. Decir algo más rompería la veda. Pero puede suceder este domingo lo que no sucede desde mediados de los '90. Es decir, que la jornada termine con un diputado por cada frente electoral.

JAQUE MATE