Cristina, Judas y el antecedente sanjuanino
La explosión de la interna justicialista a nivel nacional expuso los remiendos del PJ en San Juan. Máxima tensión y final abierto.
Si Cristina le dijo o no le dijo 'Judas' y 'Poncio Pilato' a Axel Kicillof, poco importa. En la era de la posverdad, la versión se imprimió tantas veces como fue posible hasta convertirse en un facto periodístico y político. La Jefa no logró el clamor unánime que pretendía para convertirse en la nueva presidenta del Partido Justicialista. El riojano Ricardo Quintela no se bajó. La fractura quedó expuesta.
Los acontecimientos no solo revelaron la crisis fenomenal que transita el peronismo a nivel nacional. También dejaron al descubierto los remiendos del peronismo en San Juan. Porque, más allá de los nombres, la división es mucho más profunda. Tiene que ver con quién mandará y quién repartirá las candidaturas en 2025 y en 2027.
Cristina sigue siendo la dirigente más gravitante del espacio. Ganará la interna sin despeinarse. Pero el punto que logre arrebatarle Quintela será suficiente para dejarla marcada.
En San Juan hubo un antecedente muy indicativo en 2020 cuando se enfrentaron Sergio Uñac y José Luis Gioja. El entonces gobernador aplastó al entonces diputado nacional en una proporción 70-30. Pero ese tercio le alcanzó al dirigente veterano para condicionar el camino común que tenían por delante.
Así llegaron separados y enfrentados al 2023. Ni siquiera les sirvió resucitar la vieja Ley de Lemas, camuflada como SIPAD. Marcelo Orrego les pasó por encima.
La derrota obligó al peronismo sanjuanino a disimular los rencores. Uñac y Gioja terminaron acordando una lista de consenso para reorganizar el partido hace apenas un par de meses. Pero esa nueva conducción, en manos de Juan Carlos Quiroga Moyano, todavía no encontró el bastón de mando.
La ausencia de la CGT en el acto del 17 de octubre fue altamente significativa. Eduardo Cabello anticipó su faltazo el miércoles por la noche en Canal 13, en el programa 'Es lo que hay'. El diputado y líder de la UOCRA sabía que iba a encontrarse con toda la liturgia camporista que él rechaza enérgicamente.
La actitud autonomista de Cabello fue desafiante para el presidente del partido, Quiroga Moyano, que al mismo tiempo es el presidente del bloque que ambos comparten en la Legislatura. ¿Acaso Cabello hubiera desairado tan livianamente a Uñac? No lo hubiera hecho.
Que el peronismo ya no esté en el gobierno habilitó estos ensayos individuales.
A Quiroga Moyano le toca pagar el costo de la horizontalidad. Una fuente legislativa, aliada al PJ, ventiló algunos problemas de liderazgo indisimulables en el bloque. Dijo que el veinticinqueño tiene una dependencia directa de Uñac. Que cada decisión viene de afuera. Y que muchas veces el interlocutor es Mauricio Ibarra.
Si el conductor no es Quiroga Moyano, es lógico que los diputados y diputadas busquen evitar a los intermediarios. Así sucedieron las votaciones en disidencia del diputado vallisto Omar Ortiz, el albardonero Pedro Albagli y el calingastino Jorge Castañeda.
El giojismo no desconoce este patrón de funcionamiento que, hacia el interior de la Legislatura, es vox populi. La incomodidad es explícita.
Pero ahí van. El mismísimo Gioja admitió el miércoles pasado en Banda Ancha que la unidad todavía está en construcción y que no es fácil. La sutura está fresca. La confrontación entre Cristina y Quintela, con Axel en el medio, cayó como peludo de regalo. No hay mejor manera de decirlo.
Uñac y Gioja se cuadraron con Cristina en el acto. Pero antes le habían dado su respaldo a Quintela. El 'Gitano' se lanzó por la conducción del partido cuando ningún otro quería. Ni siquiera Ella. El pecado de Axel fue viajar a La Rioja en agosto y tomarse una foto con aires de fórmula para el 2027, sin La Cámpora de por medio. Les duró poquísimo ese plan de componer 'una nueva melodía'.
Gioja, que había empezado a militar por Axel, justificó en Banda Ancha la repentina postulación de CFK. Dijo que en este momento el PJ necesita un liderazgo fuerte, que lo de Quintela merece todo el reconocimiento pero al desorden solo puede ordenarlo Ella.
Después vino el 17 de octubre. En el acto del PJ bonaerense, Kicillof se abrió de la interna. Su pretendida neutralidad tuvo condena inmediata. Cristina, a puertas cerradas en la sede de SMATA, lo habría tildado de Judas y de Poncio Pilatos. No hay pruebas, solo relatos periodísticos de fuentes off the record. No importa. Es más que suficiente para entender lo que sigue.
JAQUE MATE