Por dentro y por fuera del Frente de Todos una misma pregunta le quita el sueño al arco político: ¿será Sergio Uñac nuevamente candidato a gobernador en 2023? Sea afirmativa o sea negativa la respuesta, habrá onda expansiva en el oficialismo y en la oposición. La atención incluso desbordó los límites de la provincia. Ya es tema en los pasillos del Congreso de la Nación, sin ir más lejos.

Sucedió días atrás en un pasillo parlamentario, a la vista de muchos. En una conversación entre cuyanos, el diputado nacional por La Rioja Sergio Casas sugirió que Uñac y su equipo jurídico analicen los 'considerandos' de la resolución judicial que le negó a él mismo su re-reelección en la provincia norteña. Fue interpretado como un guiño.

Que la Corte Suprema haya derribado la candidatura de Casas en La Rioja no necesariamente debiera aplicarse a San Juan. Las interpretaciones constitucionales pueden ser diversas de acuerdo al texto normativo de cada jurisdicción. Valga la obvia aclaración: las provincias son autónomas y se dan a sí mismas su ordenamiento institucional. Siempre y cuando no vayan en contra de los principios establecidos en la Carta Magna de la Nación, hay todo un abanico de posibilidades.

La recomendación de Casas tuvo valor por los puntos de coincidencia que podrían econtrarse entre los Sergios. El ahora diputado nacional fue un joven gobernador que intentó ir por la re-reelección en La Rioja y la UCR llevó su caso ante el máximo tribunal de la Argentina, logrando que le derribaran la candidatura el 22 de marzo de 2019.

Fue un día intenso en materia judicial para la política. En la misma fecha la Corte volteó la candidatura del rionegrino Alberto Weretilneck. Fue dos en uno, aunque la letra fina en ambos casos fue bastante diferente. Tan diferente como la interpretación constitucional provincial en uno y en otro caso. Esas diferencias se materializaron en las votaciones. El fallo contra Casas fue unánime. El de Weretilneck fue dividido.

El dato sirve para tomar nota de que cada provincia mereció un análisis particular y pormenorizado por parte de los supremos. No hay un molde aplicable linealmente a las 24 jurisdicciones.

A Casas le fue mal en la Justicia. La Corte Suprema interpretó que su periodo como vicegobernador entre 2011 y 2015 debía contarse como primer mandato. Por lo tanto, no podía aspirar a otro más en 2019, a pesar de la enmienda constitucional y la consulta popular realizadas en su provincia.

El antecedente de Casas es el que en voz baja y no tanto vienen citando desde el giojismo y desde Juntos por el Cambio para abrir el paraguas antes de que llueva. Es decir, para invalidar la aspiración de Uñac a otra reelección en 2023. Sin embargo, el propio riojano invocado le mandó a decir al sanjuanino que analicen la letra chica del fallo de la Corte Suprema. El principio es que La Rioja no es San Juan y viceversa. Tan sencillo como eso.

Cuentan quienes escucharon ese diálogo de pasillo parlamentario, que Casas también preguntó si José Luis Gioja intentará volver a la gobernación el año que viene. Incluso que pudieron ver cuando le consultó al referente de Lealtad Justicialista, cara a cara, acerca de sus intenciones. 'Estamos viendo', habría sido la respuesta de Gioja, con cara de póker.

¿Cuánto depende la candidatura de Gioja de la candidatura de Uñac? Dicho de otro modo: ¿si Uñac no fuera candidato finalmente, lo sería Gioja o dejaría el lugar para alguien más de su espacio? Por el momento son solo preguntas que circulan en cada mesa de café donde se hilvana la política preelectoral, donde se imaginan escenarios en borrador.

La intriga se alimenta de una certeza: el único que podría hacerle frente a Uñac en una contienda interna sería Gioja, en términos de competitividad y de estructura, más allá de lo que mida cada uno cuando se aproxime la fecha del comicio. Una confrontación de tal magnitud podría marginar al resto, al menos dentro del Frente de Todos. Por afuera siempre estará la figura de Marcelo Orrego con el sello de Juntos por el Cambio.

Para Orrego, que tiene serias aspiraciones para 2023, tampoco resulta indiferente que aparezcan Uñac y Gioja del otro lado. Por eso se plantea como una cuestión estratégica aquella primera pregunta en torno de la cual gira la política por estas horas.

¿Será Uñac nuevamente candidato a gobernador en 2023? La respuesta dependerá exclusivamente de él. Ya dio un par de definiciones tiempo atrás. La primera fue que se considera plenamente habilitado para ir por otro mandato, de acuerdo a la interpretación del artículo 175 de la Constitución Provincial. Rechaza que le cuenten como primer periodo aquel que desempeñó como vicegobernador, entendiendo que entonces fue cabeza del Poder Legislativo, mientras Gioja era titular del Poder Ejecutivo.

La segunda definición que dejó Uñac al respecto fue que decidirá su futuro cuando termine el mundial de Qatar. La final está prevista para el domingo 18 de diciembre, justo la semana de la Nochebuena y la Navidad. Será difícil pensar en un anuncio de candidatura en ese contexto de fiestas de fin de año. Por lo tanto, el lanzamiento del gobernador podría quedar para el arranque de 2023. Menos apuro habrá con el nuevo sistema electoral que eliminó la doble votación. Ya no es necesario anticipar ninguna jugada.

Mientras tanto, el tablero político completo de oficialismo y oposición estará atento a sus movimientos. Uñac conservará la centralidad básicamente porque es competitivo en términos electorales, más allá de la discusión constitucional. Si se deteriorara su imagen, si fuera un candidato inviable por la aprobación de su gestión, sería otra cosa. Pero no. Dentro del oficialismo el gobernador sigue siendo el 'plan A'.

Hay un banco de recambio para jugar en caso de que Uñac decidiera no hacerlo. En ese reservorio están un par de ministros y un par de intendentes. Pero todo eso permanece inactivo, latente. Las miradas están puestas en el pocitano con carácter excluyente. Tanto así, que es tema hasta en el Congreso Nacional. Y recibe el aliento del otro Sergio, el riojano.


JAQUE MATE