Para el peronismo llegará el momento de poner a prueba las lealtades, en distintos niveles. En lo nacional, en lo provincial y en lo municipal. Sin embargo los tiempos de lo nacional pueden estirarse un poco, teniendo en cuenta que aquella elección llegará en el segundo semestre del año que viene. En lo provincial y en lo municipal el calendario ya empezó a correr. Sin fecha cierta, pero con un fuerte indicio de que habrá votación entre abril y mayo, los acomodamientos internos son palpables. Y las fidelidades están en constante observación.

Lo dijo un alto dirigente del uñaquismo, confidente del gobernador, días atrás en una conversación reservada. Van a trabajar por la candidatura de Sergio Uñac y van a estar atentos a cualquier atisbo de rebelión. Curiosamente la preocupación ya no apunta hacia el giojismo, que tiene su armado aparte y, gracias a la nueva ley de lemas, podrán coexistir bajo un entendimiento de mutua conveniencia. No. La desconfianza está repiqueteando dentro del propio oficialismo.

Advierten en el círculo más cercano de Uñac que algunos podrían estar operando de manera confusa. La consigna de los sospechosos es o sería militar el 'uñaquismo sin Uñac'. ¿Cómo es esto? Suena bastante parecido a aquella arenga setentista del 'peronismo sin Perón'. Vale hacer una traducción para intentar descifrar el embrollo.

Los que están bajo sospecha jugarían dentro de la eventual lista encabezada por Uñac, con la intención de ganar en su territorio municipal sin importar la suerte de lo provincial. Esa lógica del 'sálvese quien pueda' estaría amparada en un pronóstico desalentador para ellos. Entienden o entenderían que Marcelo Orrego está cerca de ganar en 2023. Por lo tanto, perdido por perdido, habría que salvaguardar la patria chica.

Esa lógica mezquina, intuida por el uñaquismo de paladar negro y no reconocida abiertamente por nadie, enciende las alertas. Obliga a monitorear permanentemente las fidelidades. A leer entre líneas.

Son puras especulaciones. Nadie en su sano juicio saldría a ventilar un plan semejante, porque sería equivalente a una conspiración. Sin embargo, en el entorno más íntimo del gobernador algunos temen que esté incubándose una maniobra de este calibre. Entonces, mejor prevenir que lamentar. Si alguien está haciendo estas cuentas y militando el 'uñaquismo sin Uñac', sepa que hay una patrulla observando minuciosamente cada movimiento. Por las dudas.

En este mismo rango de desconfianzas aparece otro temor: que sobre la hora de las definiciones aparezca otro retador interno, con intenciones de disputar la gobernación por dentro del justicialismo. De esa tercera vía ya se habló con anterioridad, pero siempre bajo una perspectiva estratégica, funcional a la re-reelección de Uñac. Distinto sería que irrumpiera un tapado que pretenda desmarcarse del GPS oficial.

En esta columna Jaque Mate el 23 de septiembre se reveló aquella idea muy incipiente. ¿Y si hubiera un tapado en el PJ? Era tan solo eso, un borrador que apuntaba siempre a sumarle a Uñac en el esquema electoral de la ley de lemas. Consistía en abrirle el juego a algún otro candidato por dentro del Frente de Todos, que fuera capaz de colectar votos para tributarlos a la continuidad del proyecto.

Si Uñac tiene su caudal electoral propio y José Luis Gioja el suyo, un tercero podría aportar puntos diferentes para engordar los números del Frente de Todos. Es pura ingeniería sin misterio alguno. Pero ese plan se rompería si el tercero empezara a morder votos de donde no debe. Lo que originalmente se planteó como una sumatoria, podría convertirse en resta. Vualá: 'uñaquismo sin Uñac'.

Esas tensiones no dichas están sucediendo por debajo de la superficie. Algo deslizó el Defensor del Pueblo, Pablo García Nieto, el viernes pasado en Banda Ancha. Fue encriptado. Dijo que 'la gente se da cuenta cuando la foto es con filtro'. Fue una manera de denunciar las apariencias, las simulaciones. 'Para lo que se viene, las fotos son sin filtro muchachos', agregó el dirigente del espacio Rawson Nuevo.

También lo señaló, desde otro lugar, el diputado Leonardo Gioja el martes pasado en Banda Ancha. Dijo que las diferencias entre uñaquismo y giojismo están claras, que comparten un proyecto pero los matices están a la vista. Por eso le restó importancia a esa confrontación, que ya está resuelta. Se sabe quién es quién. En cambio, no está todavía muy definido cómo jugarán las distintas versiones del uñaquismo.

En tono de chicana, Gioja señaló que Emilio Baistrocchi y Carlos Lorenzo deberían acordar los términos de su rivalidad, porque ambos están inscriptos en el mismo equipo. ¿Cuáles serán los límites del 'fuego amigo'? Es una cuestión de rango municipal, pero el mismo razonamiento podría elevarse a lo provincial si sucediera el imponderable.

En este contexto, hay recelos y desconfianzas sin nombre ni apellido. Dirigentes en la gatera que juran fidelidad al proyecto, con 'la cabeza detrás de la ligustrina'.

Esta expresión salió de boca de uno de ellos. Es una metáfora que explica a la perfección el momento. Nadie asomará antes de tiempo. Uñac puso los plazos. Se votará entre abril y mayo. Y su candidatura se hará oficial después del mundial de Qatar. Hasta entonces, cada quien se dedicará a lo suyo. Los que tienen responsabilidad de gestión intentarán levantar la puntería para ganar la consideración de los electores. Los que arrancan desde el llano seguirán pateando la calle buscando la instalación que todavía les falta. Todo siempre circunscrito a lo municipal.

Si hubiera alguna intención de provincializar las aspiraciones, el escuadrón uñaquista estará alerta. Llegará el momento de poner a prueba las lealtades.


JAQUE MATE