Con la única certeza de que el 10 de diciembre le entregará la intendencia a Analía Becerra, Cristian Andino tuvo un reencuentro con tono de despedida anticipada este martes en San Martín. Seguirá gestionando hasta el último día, pero hoy le toca jugar en otra liga, un escalón por encima del municipalismo. Debe transitar a tientas. Su cabeza de fórmula, Sergio Uñac, está aguardando la inhabilitación de parte de la Corte Suprema. Eso podría significar el ascenso repentino del sanmartiniano. Podría. Potencial.

Andino hizo gala de equilibrista este martes al inaugurar un puente y una remodelada unión vecinal. Fue su primer acto municipal luego de las elecciones del 14 de mayo, con intendenta y diputada departamental electas, dos figuras de su equipo de confianza. Habrá continuidad en el distrito. El jefe comunal logró dar el salto a la política provincial cuando Uñac lo eligió como candidato a vicegobernador el 21 de marzo. Desde ese día comenzó a despedirse de su patria chica. Después pasaron cosas.

El martes 9 de mayo el fallo cautelar de la Corte Suprema no solo suspendió la elección de gobernador y vice sino que adelantó algún criterio que permite adivinar su postura de fondo. Es decir, que adhiere al criterio opositor sobre la imposibilidad de Uñac de ir por otro mandato consecutivo en 2023. Tratándose de la última instancia judicial del país, aunque el gobernador apele a la Corte Interamericana, nada podría alterar el veredicto de los cortesanos a tiempo, antes de ir a las urnas.

Entonces, Uñac deberá coronar sucesor. Decisión delicada si las hay. Andino lleva dos meses subido a la campaña provincial de la subagrupación Vamos San Juan, repartiéndose con el gobernador la presencia en cada departamento, acompañando a los candidatos municipales. Esa posta fue superada el 14 de mayo con holgura. 

¿Esa inversión en la provincialización de Andino será determinante ahora? ¿Será el intendente de San Martín el heredero natural ante la imposibilidad de Uñac de competir? Como se viene diciendo enfáticamente en esta columna, hay una sola lapicera y la maneja el gobernador. Por lo tanto, cada especulación, cada nombre tirado al boleo por estas horas no califica. Son puros rumores.

Andino es un dirigente joven, recién cumplió los 50 años de edad, pero igualmente tiene más de 20 años de experiencia. En este lapso aprendió a darle tiempo al tiempo. Como reza el refrán: todo cura quiere ser obispo y todo obispo quiere ser Papa. El intendente hace bastante sueña con alcanzar el sillón de Sarmiento. Pero se privó sistemáticamente de decirlo. Siempre se esmeró en sacarle brillo a la gestión. El resto fue esperar sin desesperar.

El lunes 20 de marzo anunció que sería candidato a diputado departamental, entendiendo que ese iba a ser su lugar para empujar el carro. Nunca le interesó diluirse en el recinto legislativo, pero el tablero se presentó de ese modo. Pocas horas más tarde lo llamó Uñac y lo elevó al casillero de vicegobernador. Ese esquema hoy está tomado con pinzas.

Este martes Andino transmitió a los sanmartinianos el saludo de Uñac y pidió 'un fuerte aplauso para que lo escuche'. Habían estado junto a los intendentes electos en Casa de Gobierno la tarde anterior. En esa tertulia los caciques departamentales recibieron una arenga clara: la elección no ha terminado, falta todavía la pelea de fondo.

El acto de Andino fue en Villa Hilario Elorza. Allí pronunció su discurso de equilibrista. Primero prometió trabajar 'con el corazón y el alma' hasta el 10 de diciembre hasta dejarle el timón a Analía Becerra. Y habló de su futuro personal con muchos puntos suspensivos.

'En el lugar que me toque estar, Dios dirá, siempre vamos a estar trabajando, siempre van a estar en mi corazón', dijo el intendente y candidato a vicegobernador. Curiosamente, esta candidatura cayó en el mismo pozo que la de Uñac. Fue arrastrada por la causa que tramita la Corte Suprema. Cuando llegue el fallo sobre la cuestión de fondo, habrá que barajar y dar de nuevo.

La primera opción sería que Uñac le entregue a Andino la candidatura a gobernador y le designe un compañero de fórmula. Debería ser un hombre o una mujer del círculo uñaquista. La baraja de nombres no es muy numerosa. Tal vez el más natural de todos sería Rubén Uñac. Pero debe entenderse esto como un borrador especulativo. Nada más.

La segunda opción sería que Uñac conserve a Andino como candidato a vice y sorprenda con un nuevo candidato a gobernador. En los últimos días hubo un carnaval de nombres y versiones, ninguno con asidero. La desventaja de esta alternativa es que el recién llegado tendría menos tiempo que los rivales para instalarse. Contaría con el señalamiento de Uñac -que no es poco- pero tendría que descontar en apenas unas semanas la tarea que otros acumularon desde el cierre de listas hace dos meses.

La tercera opción sería que Uñac renueve la fórmula completa. En tal caso, Andino quedaría fuera de juego. ¿Tendría sentido desechar un candidato que viene trabajando en el territorio? De ninguna manera. Sin embargo, la ley vigente habilita al jefe de la subagrupación a hacer borrón y cuenta nueva, llegado el caso. Poder, se puede. 

Andino aprendió a esperar sin desesperar. Este martes se abstuvo de hablar de la vicegobernación. Ese cargo hoy parece alejarse, de una u otra manera. 'Depende de la voluntad de los sanjuaninos si tendremos o no una nueva responsabilidad', dijo el intendente, caminando a tientas. 'Para ustedes seguiré siendo el Máquina', agregó en tono cómplice y mirando a sus vecinos de toda la vida.

Dicen que 'el Máquina' se ganó el apodo en el barrio porque no para. Tal vez sea su mejor definición.


JAQUE MATE