Hasta la puerta del cementerio nomás
Por el perfil de Massa, no solo habrá consecuencias económicas a partir de su ascenso en el esquema de poder. También habrá consecuencias políticas.
Tuvo tono de ultimátum la reunión de la Liga de Gobernadores (peronistas) con Alberto Fernández, a juzgar por la detallada descripción que hizo Sergio Uñac este jueves en imprevista conferencia de prensa. Fue un encuentro tenso. Los mandatarios unificaron postura en el CFI para llegar a la Casa Rosada con un planteo que se puede sintetizar así: paren la inflación, frenen el dólar, están en juego las provincias, se agotó el tiempo.
En política hay una metáfora muy utilizada desde tiempos inmemoriales. Dicen que la tropa acompaña hasta la puerta del cementerio nomás. De la puerta para adentro solo hay soledad. Como dice el tango, 'una sombra ya pronto serás'. Es una manera de significar que las fidelidades siempre están condicionadas y subordinadas al instinto de supervivencia. En otras palabras y como dijo Alberto Hensel hace un par de semanas en Banda Ancha, 'en política nadie se suicida'.
La brutal corrida cambiaria y su consecuente impacto inflacionario, más las restricciones a las importaciones de insumos para la industria sanjuanina, hicieron un combo letal que más temprano que tarde impactarán en la imagen de gestión de Uñac y de la totalidad de gobernadores alineados con la Casa Rosada. Cuando Mauricio Macri era presidente, resultaba más sencillo confrontar posiciones. Las diferencias estaban cantadas. Hoy dar ese paso es mucho más delicado.
Perteneciendo al mismo espacio, los mandatarios del Frente de Todos están comprometidos a respaldar y sostener la gestión de Fernández. Sin embargo, esa misma atadura les implica un costo mayúsculo: comparten el desgaste ante cada desatino.
Una alta fuente de gobierno confesó más tarde lo que Uñac no dijo en la conferencia de prensa: Fernández está mal. Su semblante impresionó a los caciques provinciales. Son días duros y el presidente lo sabe sin necesidad de ningún relator.
La designación de Sergio Massa como super ministro de Economía, desplazando a Silvina Batakis, a Daniel Scioli de Desarrollo Productivo y a Julián Domínguez de Agricultura, Ganadería y Pesca, parece ser la última carta para retomar la iniciativa política perdida. Los 'mercados' celebraron la noticia aún cuando era una operación de prensa no confirmada. Si faltaba una ayudita adicional para terminar de tomar la decisión, bueno, estuvo la catarata de publicaciones alentando el cambio de gabinete. Y finalmente sucedió.
El ascenso de Massa a super ministro lo pondrá transitoriamente en una posición privilegiada. Para los gobernadores se convertirá en interlocutor imprescindible y, para algunos, no será una buena noticia. El tigrense ha demostrado tener vocación de poder. Las provincias deberán peregrinar hacia su despacho por un amplio abanico de temas.
Tal vez abriendo el paraguas ante esta posibilidad cantada por el concierto mediático, los gobernadores respaldaron a Juan Manzur para sostenerlo en la Jefatura de Gabinete. Uñac les pidió a los periodistas sanjuaninos que lo divulguen. Con el tucumano siempre se llevaron bien. Tiene lazos estrechos con San Juan, económicos y familiares. Visita la provincia mucho más seguido de lo que trasciende.
El tema es que el poder de Manzur queda a la sombra del super ministro Massa. Se presenta un escenario nebuloso para el gobierno de San Juan, porque Uñac ha protagonizado algunos roces con el Frente Renovador, a través de Franco Aranda. El exintendente de Capital se opuso a la derogación de las PASO y también objetó una nueva reelección del gobernador, lo cual le valió la remoción como miembro del directorio del Banco San Juan.
No quedaron ahí las cosas. El gobierno provincial bloqueó la designación de la arandista Yamila Cabrera en la delegación local de la Comisión Nacional Reguladora del Transporte (CNRT), que había dispuesto el ministro massista Alexis Guerrera.
De todos modos, Aranda dijo a comienzos de esta semana en Banda Ancha que tiene intenciones -e instrucciones- de seguir dentro del Frente de Todos que conduce Uñac. Por lo tanto, habría una tregua obligada por la crisis que atraviesa el país, de la cual la provincia no es ajena. Después se verá.
Uñac fue muy elogioso con Batakis porque cuando la economista estuvo al frente de la Secretaría de Provincias del Ministerio del Interior se mostró muy receptiva y muy federal. Quedó reducida a una ministra de transición, evidentemente. Todo lo que se habló con ella quedó en el recuerdo. Se devaluó más rápido que el billete de 1000 pesos.
Ahora ese lugar será ocupado por Massa, que no es economista pero tiene una mirada bastante compatible con lo que vienen demandando 'los mercados'. Su cercanía con Estados Unidos y los grandes grupos le jugaron a favor en esta coyuntura extrema. ¿Esa condición será positiva para los intereses de las provincias? Falta poco para conocer la respuesta.
Por otro lado Uñac también tenía una relación excelente, de muchos años, con el ahora exministro de Agricultura Julián Domínguez, a través de Rubén Uñac. Para el gobierno local, la salida del ahora exministro será contabilizada como una pérdida.
En el mismo sentido quedará registrada la partida de Scioli, con quien Uñac rápidamente había tendido lazos políticos y había conseguido un trato preferencial. Fue fugaz el paso del exmotonauta por el Ministerio de Desarrollo Productivo, que quedó debiendo -por falta de tiempo- algunas respuestas. La más urgente de todas: destrabar el cepo importador para las industrias sanjuaninas.
Por el perfil de Massa, no solo habrá consecuencias económicas a partir de su ascenso en el esquema de poder. También habrá consecuencias políticas. Si consigue el milagro, si logra reconducir la economía, habrá sido alumbrado un candidato presidencial competitivo para el Frente de Todos. Pero si 'los mercados' que tanto lo alentaron luego le quitan el respaldo, el líder del Frente Renovador habrá pagado un alto precio, quedando como la última cara que presentó el modelo.
Uñac y el resto del espectro peronista de San Juan, voluntaria o involuntariamente, quedarán subordinados a este devenir. Igualmente siempre tendrán su propio margen de acción. Es hasta la puerta del cementerio nomás.
JAQUE MATE