Fue su primera declaración en público desde las primarias del 13 de agosto. Facundo Perrone, ex-precandidato a diputado nacional, eligió Banda Ancha para pronunciarse, plenamente consciente de la expectativa que iba a generar su declaración. Es una de las primeras espadas del giojismo. Por lo tanto, lo que dijo tiene carácter oficial. Van a acompañar la boleta completa el 22 de octubre, incluido Sergio Uñac.

Es una definición muy relevante para la interna justicialista que todavía está lejos de finalizar. La difícil coyuntura que les toca transitar ordenó prioridades. Primero está lo nacional, la fórmula Massa-Rossi. Luego habrá tiempo para entenderse en San Juan y echar culpas por la derrota del 2 de julio.

Uñac se impuso en la primaria sobre Juan Carlos Gioja, el otro precandidato a senador. Pero individualmente el gobernador obtuvo 70.000 votos, contra los 126.000 de La Libertad Avanza y los 74.000 del orreguista Emilio Achem. Por lo tanto, retener los 57.000 votos del giojismo es imprescindible.

Lógicamente ni José Luis ni Juan Carlos pueden direccionar las voluntades. No tienen un título de propiedad sobre esos puntos alcanzados el 13 de agosto. No les pertenecen. Pero todo lo que hagan para mostrar unidad servirá para resguardar ese caudal menguado con el paso del tiempo.

Lo dijo Perrone este miércoles. Si el voto es la expresión popular por excelencia, hay que entender que la gente se alejó del peronismo. Y viceversa. El joven giojista reconoció que desde el 2015 a la fecha el PJ perdió 20 puntos, contando los 50 a 55 puntos que se alcanzaban en elecciones legislativas nacionales. En esta ocasión, entre ambas listas apenas rondaron el 30 por ciento.

'Ha sido una muy mala elección', advirtió Perrone. Lo dijo en tono autocrítico, pero también en tono de reclamo hacia Uñac. Una cosa es bancar a la lista completa, porque ganó en buena ley la primaria. Otra muy distinta es celebrar el resultado sin acusar recibo del desmoronamiento sufrido.

Para Perrone, la caída del justicialismo 'tiene que ver seguramente con lo que se ha hecho, con la agenda en la provincia de San Juan, con la gestión'. No le achacó directamente a Uñac estas rengueras, porque sería contradictorio con la decisión de militar la lista completa. Pero lo dejó implícito.

Es decir, el giojismo no se reconcilió con el uñaquismo. En absoluto. Pero a la vista está que los barullos internos son piantavotos. Le pasó a Juntos por el Cambio también. En ese clima de divisiones floreció la ola libertaria.

En nombre del giojismo, Perrone dijo que tienen 'la capacidad de ser humildes, de escuchar, de reflexionar'. Sonó también como una apelación para que el gobernador y su equipo tengan la misma actitud. Hay sectores del oficialismo que no comparten esta mirada. Siguen sosteniendo que el denominado 'Modelo San Juan' ha sido súper exitoso y que la derrota del 2 de julio fue producto de la intromisión de la Corte Suprema.

Ese es y será uno de los grandes asuntos pendientes en la discusión peronista, puertas adentro. Pero tendrá que esperar. Primero hay que afrontar el 22 de octubre y, con algo de suerte, el 19 de noviembre.

El justicialismo se entusiasma con la posibilidad de que Sergio Massa pueda rivalizar con Javier Milei, desplazando a Patricia Bullrich a un tercer lugar. Si esto sucediera y el libertario no lograra la victoria en primera vuelta, quedaría la chance del balotaje. Las condiciones son muy frágiles para el gobierno nacional y en particular para el ministro de Economía. Enchastrar la campaña con los rencores sanjuaninos sería contraproducente.

'Tenemos que esperar que transcurran estas elecciones de octubre y noviembre', dijo Perrone para esquivar definiciones sobre la reconstrucción del justicialismo en San Juan. En marzo se dará un gran debate. Hasta entonces tendrá mandato Uñac como presidente del PJ. Falta una eternidad todavía para zambullirse en esa discusión. Muchas cosas tienen que pasar en el medio.

La primera y más importante de todas radica en las chances reales que tiene el peronismo de permanecer en la Casa Rosada. Habiendo perdido la provincia, al justicialismo solo le queda el gobierno nacional como reducto de poder para subsistir los próximos cuatro años mientras aquí manda Marcelo Orrego.

La segunda cuestión, igualmente trascendente, es si Uñac logra una banca en el Senado, aunque sea por la minoría. Si el gobernador gana ese espacio, tendrá una cuota de poder para la etapa que vendrá. Una módica porción.

Después habrá tiempo para retomar el debate interno. Perrone puede ser uno de los actores de la nueva generación. Fue el candidato justicialista más votado en Rivadavia el 14 de mayo, cuando se midió con Alejandra Venerando, Francisco Guevara y Marcelo Delgado. Desde esa posición hoy reclama que el peronismo debe 'recuperar la épica de la rebeldía'.

Comparó la caída del justicialismo con la pérdida de representatividad que sufrieron también los sindicatos docentes, puesta de manifiesto en el movimiento de los autoconvocados. Hay un contrato roto.

Habló Perrone 17 días después de las elecciones. En estas dos semanas y fracción hubo mucha deliberación. Y un cuidado silencio. Tal vez se cumpla la profecía formulada en esta columna el 17 de agosto. Frente al precipicio violeta, el acuerdo es la única alternativa.


JAQUE MATE