Jamoncito, guerra de damas y advertencia para orreguistas
La frase irreverente de la vicepresidenta y su enfrentamiento con Bullrich a cielo abierto, en boca del libertario sanjuanino más cercano a Javier y Karina Milei. Encadenada, otra prueba de fuego para las diputadas Picón y Moreno.
Pobre Jamoncito. La frase acuñada por Victoria Villarruel ya es parte del nuevo glosario del poder. Aunque el entrevistador le había consultado específicamente por sus tensiones con Karina, la peor tirantez de la vicepresidenta no es con El Jefe, sino con Patricia Bullrich. Fue una de las revelaciones del libertario José Peluc este lunes en Banda Ancha, visiblemente fastidiado por los ruidos internos.
La guerra de damas quedó expuesta cuando Villarruel cuestionó la intervención de las Fuerzas Armadas en el combate contra el narcotráfico en Rosario. Bullrich la desafió a debatirlo en público. Y, de yapa, la reprendió por aquello del Jamoncito que tanto dio de comer a la opinión pública. ¡Habráse visto, semejante desacato a la investidura presidencial!
La Libertad Avanza tendrá que aprender a administrar sus propios tironeos para encarar la agenda inmediata. En especial en el Congreso Nacional. Todavía falta que Diputados salve el DNU rechazado por el Senado. Y que vuelvan a debatir la Ley de Bases, en una versión light que la haga más digerible para los aliados.
Las damas en guerra le hacen flaco favor a las necesidades parlamentarias de Javier Milei. Peluc lo dejó absolutamente claro este lunes en Canal 13. Dijo que la lucha de mujeres 'va por encima del objetivo de la gente', que es donde debieran estar concentrados todos. 'En esa no entramos', cerró tajante el diputado sanjuanino que tiene trato directo con El Jefe, con Karina.
Hablando de damas, Peluc dejó una nueva advertencia para las diputadas orreguistas, Nancy Picón y María de los Ángeles Moreno, otra vez sometidas a una prueba de fidelidad.
Ambas terminaron escrachadas en la lista de los traidores cuando se trabó el tratamiento de la Ley de Bases y los libertarios terminaron retirando el proyecto, pese a que tenía la aprobación en general.
A Picón y a Moreno les cobraron alto el voto negativo de un inciso insignificante en el capítulo referido a las privatizaciones. El castigo no tuvo que ver con el fondo sino con la forma. No les perdonaron haberse apartado una coma del trato original que era el apoyo irrestricto y sin reservas.
Tras la convocatoria lanzada por Milei el 1 de marzo, Marcelo Orrego se convirtió en un férreo militante del Pacto de Mayo. Anticipó su apoyo total tanto al DNU como a la nueva versión de la Ley de Bases. Luego renovó su respaldo ante cada oportunidad que se le presentó. ¿El entusiasmo del gobernador sanjuanino está llegando a la Casa Rosada? Peluc confirmó que sí.
A través del ministro del Interior, Guillermo Francos, los gestos de cercanía de Orrego son registrados. Pero, siempre hay un pero. 'El tema es que después se cumpla. Por ahí le cambian las ideas', disparó el diputado libertario, que mantiene una relación distante con el gobernador desde que ambos militaban bajo el ala de Roberto Basualdo.
Peluc reclamó que el orreguismo defina puntillosamente qué puede acompañar y qué no. De ese modo, los operadores libertarios podrán tomar las previsiones del caso. Lo peor que podría suceder en ambas direcciones sería que se repita el incidente. Un inciso provocó la ira de Milei y puso al gobierno provincial en situación de dar explicaciones. Indeseable por donde se lo mire.
El pacto se terminará de cocinar en las reuniones de los gobernadores ya no solo con el ministro Francos, sino también con el jefe de Gabinete, Nicolás Posse. Orrego está estrechando lazos. Tiene un déficit en el Senado, porque no puede ofrecer ni un solo voto. Pero sus dos diputadas son valiosas en la Cámara Baja.
El poroteo le está cerrando a los libertarios para sostener el DNU, según dijo Peluc. Pero construir mayoría siempre será un desafío y cualquier imprevisto puede suceder. Por eso al oficialismo le resulta imperativo sanear sus diferencias.
La semana pasada hubo una reunión caliente. Un sector minoritario alineado con Martín Menem intentó desplazar a Oscar Zago de la presidencia del bloque La Libertad Avanza. Quedó en intento fallido, pero nuevamente dejaron al desnudo las diferencias. Peluc reconoció su disgusto por el calibre de los reproches que hicieron algunos de sus pares: que los saluden más y que los tengan en cuenta para las invitaciones a los ágapes. Un bochorno.
En la batalla interna, Peluc ya eligió. Se deshizo en elogios hacia Villarruel. Dijo que es 'una mujer inteligente, con mucha capacidad'. No opinó igual de Bullrich. No opinó nada acerca de la ministra de Seguridad. Ratificó que la relación entre el presidente y la vice es correcta. Lo demás corre por cuenta de la interna no resuelta. Y eso es lo que está empezando a incomodar.
El movimiento libertario no puede permitirse una distracción de este tipo, cuando el gobierno tiene altísima dependencia de los consensos en el Congreso. Tendrá que sanear sus propias rispideces mientras verifica hasta dónde llega el afecto con los gobernadores. Con Orrego, en este caso. Con sus diputadas, en particular.
Todo esto, en el cortísimo plazo. No hay margen para otro fracaso parlamentario. Aunque sigan culpando a los de afuera, primero deberían mirar hacia adentro. Lo están haciendo, de alguna manera. Tal vez Villarruel dijo exactamente lo que quería decir. Pobre Jamoncito.
JAQUE MATE