'Todo fue una trampa', reconoció un alto dirigente libertario tras el fracaso de la denominada Ley de Bases y Puntos de Partida para La Libertad de los Argentinos. O Ley Ómnibus. Bajo esa perspectiva, a Javier Milei nunca le interesó ese mamotreto, sino la oportunidad de saber quién está con él. Y quién está en contra. 

El escrache de los 'traidores' habría figurado en el plan original desde siempre.

Lo más llamativo de todo es que ni siquiera los diputados nacionales de La Libertad Avanza estaban avisados de esta maquinación. También para ellos había sido tendida 'la trampa'. Por eso cayó en desgracia la ex candidata a gobernadora libertaria Carolina Píparo. Apareció en la nómina de los indeseables cuando se atrevió a objetar una coma del proyecto.

Si la prueba fue para los propios, lo fue mucho más para la 'oposición dialoguista' que mayoritariamente terminó señalada en el posteo iracundo de Milei. En esa bolsa cayeron las diputadas nacionales orreguistas Nancy Picón y María de los Ángeles Moreno.

Curiosamente, ambas defendieron a capa y espada la ley en el Congreso. En sesión, la legisladora rivadaviense le reclamó al peronismo/kirchnerismo que no obstaculizara el gobierno legítimamente electo por el voto popular. Tanto Picón como Moreno levantaron la mano a favor para la aprobación en general el viernes 2 de febrero. Hasta ahí, todo bien.

Era el acuerdo al que habían arribado el gobernador Marcelo Orrego con el presidente de la Cámara de Diputados, Martín Menem, vinculados a través del diputado nacional libertario José Peluc. El mandatario sanjuanino ofreció sus dos votos en el recinto como muestra de buena voluntad para afianzar vínculos con la Casa Rosada. Fue bien recibido.

Sin embargo, el martes 6 de febrero, cuando comenzó el tratamiento del proyecto en particular, Picón y Moreno votaron en contra de un inciso dentro del artículo referido a las privatizaciones

Fue una cuestión muy menor, vinculada a las facultades de los interventores para redefinir funcionamientos internos de las empresas estatales. Nada que no pudiera resolver el mismo directorio de la compañía. Una nimiedad.

Sin embargo, bastó ese voto negativo insignificante para que Milei las pusiera en la lista negra. ¿Por qué? Por la forma, no por el contenido. Porque el acuerdo con Orrego no tenía condiciones, a diferencia de los términos que había acordado el gobernador entrerriano Rogelio Frigerio, quien sí había planteado algunas disidencias.

Pese a la irrelevancia del punto que las diputadas decidieron no acompañar, el incidente bastó para ser consideradas como no dignas de confianza. Lo que vino a continuación no solo fue el escrache en la cuenta de la Oficina del Presidente en la red social X (ex Twitter) sino fundamentalmente una vendetta de carácter presupuestario.

La semana terminó con el anuncio nacional del levantamiento del subsidio al transporte público de pasajeros. Para San Juan eso equivale a restar unos 500 millones de pesos mensuales. O 6.000 millones de pesos anuales.

El vicegobernador Fabián Martín afirmó que el presidente de la Cámara Baja, Menem, había retirado a las diputadas Picón y Moreno de la lista negra. Pero el diputado Peluc posteriormente lo desmintió. Este viernes dijo a este medio que la retractación nunca sucedió. Por el contrario, ratificó que la relación quedó dañada.


Los hermanos sean unidos

Aquella tarde de martes, cuando el tratamiento en particular de la Ley Ómnibus se caía a pedazos, el bloque libertario vio con alivio el arribo del asesor estrella de Milei, Santiago Caputo. Frente a la derrota inminente, decidieron llamar al presidente que se encontraba en Israel.

Minutos antes una diputada del espacio había contactado a Karina, la Secretaria General de la Presidencia. 'El Jefe' -como la llama su hermano- contestó livianamente: 'me estoy yendo a acostar'. El aparente desinterés provocó desconcierto de este lado de la línea, en ese Congreso en llamas.

Por eso provocó alivio el arribo de Caputo, cara visible del 'grupo Marlboro'. Habló directamente con el presidente. La respuesta, palabras más, palabras menos, fue: 'muchachos, ya está'

La instrucción fue retirar el proyecto. Volverlo a comisión fue la manera procedimental para hundirlo en el archivo, aunque el propio presidente del bloque libertario, Oscar Zago, no lo haya entendido al primer intento. Igualmente quedó en evidencia el ministro del Interior, Guillermo Francos, cuando ensayó un argumento en TV sobre las posibilidades de reflotar la iniciativa.

Ambos, Zago y Francos, se equivocaron al unísono: volver el proyecto a comisión implicaba desandar todo el camino recorrido, echando por tierra incluso la aprobación en general. Para los hermanos Milei, el mamotreto había cumplido su objetivo primario: había dejado en evidencia quiénes estaban de su lado y quienes no. Incluidos los propios integrantes de La Libertad Avanza.

Mientras tanto, el DNU 70/2023 titulado Bases para la Reconstrucción de la Economía Argentina siguió su curso, con mínimos bloqueos judiciales. El barullo en torno a la Ley Ómnibus captó la atención colectiva. De paso, reveló amigos y enemigos.

La polarización fue el signo de Milei en campaña. El juego a todo o nada también marcó el episodio parlamentario. Los costos y daños colaterales se podrán mensurar con el tiempo.