Las aspiraciones bloquistas van en ascenso, al mismo ritmo que el clima electoral se vuelve más intenso. Habrá que ver luego hasta dónde llega ese ímpetu, si están dispuestos a presentar candidatos a intendente y concejales en los 19 departamentos como vienen anunciando. O si, por el contrario, terminan acordando listas intercaladas con el peronismo. Lo que sí quedó claro esta semana que termina, es que la ambición tiene un límite bien definido y es la gobernación.

El presidente del partido, Luis Rueda, y el presidente del bloque legislativo, Andrés Chanampa, se pronunciaron al respecto esta semana en Banda Ancha, en términos idénticos. Mientras gobierne Sergio Uñac, el bloquismo lo acompañará de manera irrestricta. Por lo tanto, si intenta ir por otro mandato en 2023, el partido de la estrella se encolumnará sin demora.

El sector giojista argumenta un impedimento constitucional para que Uñac repita el año que viene. Frente a estas tensiones internas, el bloquismo se puso a la vanguardia del operativo clamor. No es poca cosa, tratándose del aliado más importante que tiene el PJ dentro del Frente de Todos en cuanto al padrón de afiliados. Ya venían impulsando la candidatura del gobernador funcionarios del Poder Ejecutivo y legisladores del uñaquismo. También la CGT, en la reasunción de Eduardo Cabello.

El bloquismo empezó a mostrar esta semana que también está dispuesto a jugar en ese tablero, todavía hipotético. Uñac no se ha manifestado al respecto, pero su continuidad al frente del gobierno asoma como uno de los elementos influyentes en la reforma electoral que comenzó a discutirse tras la derogación de las PASO.

El martes pasado, Rueda reconoció en Banda Ancha que siempre está la alternativa de presentar un candidato a gobernador propio dentro del mismo frente, como sucedió en 2015, cuando Ruperto Godoy compitió y perdió con Uñac, luego sumándose al proyecto sin objeciones. Pero el planteo no es de carácter jurídico sino político. 

Nadie podría negarle al bloquismo el derecho de anotar un candidato a gobernador en 2023. Pero no están dadas las condiciones para intentarlo. Basta con escuchar a los más encumbrados dirigentes.

'Yo no le discuto el liderazgo al actual gobernador', dijo Rueda, que acompaña a Uñac como secretario privado desde que era vicegobernador en 2011. El presidente bloquista elogió la gestión provincial, la calificó de ordenada y destacó el reconocimiento que cosecha San Juan a nivel nacional. La lógica aplicable entonces sería semejante a la del fútbol: equipo que gana no se toca.

Rueda deslizó un sutil mensaje hacia el giojismo, tomando parte en la discusión silenciosa que se viene dando tras bambalinas. Recordó que cuando él era presidente de la Juventud Bloquista, acompañó a José Luis Gioja. Militó la enmienda constitucional que le permitiera el tercer mandato consecutivo al entonces gobernador. Fue una manera de reclamar un trato recíproco, en una interna peronista que le resulta ajena, pero no indiferente.

'No discutiría una candidatura del actual gobernador', remató Rueda, sin atenuantes, en el estudio mayor de Canal 13. Le puso el sello a su respaldo. ¿Y las bases del bloquismo qué dicen al respecto? Bueno, aparentemente está todo cerrado. Según el conductor, todos los comités reconocen la gestión y lo apoyan. Si el partido de la estrella tiene alguna aspiración de retomar el poder con algún nombre propio, eso recién se podría considerar en 2027. No antes.

Dos días después de Rueda, pasó por Banda Ancha el diputado Chanampa. El vehemente legislador chimbero sentenció que el candidato a gobernador 'tiene que ser Uñac'. Lo justificó primero con un criterio bien pragmático: 'dentro del frente es la persona que más mide'. 

Como Rueda, Chanampa valoró la gestión uñaquista y tomó posición en la eventual discusión constitucional. Por supuesto, lo hizo a favor de un nuevo mandato consecutivo. Dijo que nadie podría discutir el crecimiento de la provincia medido en términos de empleo y actividad económica. Por lo tanto y bajo su perspectiva, 'lo mejor que le puede pasar a San Juan, es que siga gobernando Uñac'. Así, terminante. Categórico.

A fines del año pasado, el diputado bloquista Edgardo Sancassani había planteado públicamente que su partido debía recuperar protagonismo. Independientemente de las posibilidades electorales reales, volver a competir con un candidato a gobernador que lleve la estrella impresa en la boleta. Como antaño. Pero La idea no prosperó, evidentemente.

Sancassani tiene predicamento interno, luego de tres décadas de protagonismo electoral en su departamento, Zonda, y en los más altos cuadros de conducción bloquista. Sin embargo, siempre fue un dirigente disciplinado. Su iniciativa de poner un candidato a gobernador propio se quedó sin piernas al poco andar y seguramente habrá tomado nota de ello.

Luego de la asunción de Rueda, el bloquismo repatrió a algunos referentes que se habían alejado de la estructura orgánica, enojados por la alianza con el peronismo. Una de esas figuras es la actual vicepresidenta partidaria, Laura Adámoli. Sin embargo, la viuda de Leopoldo Alfredo Bravo ha trazado una línea bien nítida entre lo nacional y lo provincial. Así como tiene un total rechazo por Alberto y Cristina, conserva el mejor concepto de Uñac.

Así las cosas, incluso en el sector más reactivo al PJ, que puede identificarse con el discurso de Adámoli, Uñac cierra. Por lo tanto, si el gobernador decide repetir, aunque deba enfrentar objeciones internas y externas e incluso algún reclamo judicial, contará con el bloquismo desde el arranque.

En política nada es gratuito. Rueda y los suyos esperan de Uñac un acuerdo generoso para el armado de listas en 2023, tanto en la Legislatura como en los municipios. A cambio, garantizan bajarle el tono a las disputas departamentales. La ambición está, pero ya encontró un límite que la hace viable. Pragmatismo puro.


JAQUE MATE