Desde sus tiempos en la Juventud Peronista, Mauricio Ibarra ha visto pasar gestiones justicialistas en el esplendor y en el ocaso. Fue de los que acamparon en Casa de Gobierno para resistir la destitución de Jorge Alberto Escobar, a fines de 1992. Desde ahí en adelante juntó registro de cada uno. De sus propios errores también aprendió. Desde esa experiencia hoy elige acompañar a Sergio Uñac en una elección marcada por los candidatos puros. Es uñaquismo y solo uñaquismo, a todo o nada.

Tiene diálogo frecuente con el gobernador, comparten generación, fueron intendentes en el mismo tiempo. Rompió con José Luis Gioja, fundó su propio partido, se alió con Roberto Basualdo y regresó al PJ en marzo de 2020, inserto en la lista de Uñac para la interna partidaria. Fue intendente de Rawson y diputado nacional, pero fundamentalmente actúa como operador político. Escucha mucho y habla bastante también. Baja línea. Es lo que hizo este miércoles en Banda Ancha.

Por supuesto defendió la lista uñaquista encabezada por Walberto Allende, Fabiola Aubone y el bloquista Luis Rueda para los cargos titulares. Celebró que no hubiera interna, porque consideró que no se puede jugar con la paciencia de la gente en un contexto de preocupación por la salud y la economía. Efectivamente las PASO quedaron vacías de sentido. Pero eso será materia de discusión para más adelante.

Apenas se presentó la lista de unidad del Frente de Todos, quedó implícita la decisión de Uñac de apostar a figuras propias, porque incluso Rueda es su secretario privado hace prácticamente una década, primero en la Legislatura y luego en Casa de Gobierno. El pocitano tejió alianzas estratégicas en los lugares suplentes. Así apareció Marita Benavente en representación del kirchnerismo, Marcelo Trujillo en nombre de los sindicatos y Noelia Tortarolo, por el gramajismo chimbero y la juventud.

La fórmula encabezada por Allende y Rueda es la misma que compitió en 2017, con un notable cambio. Hace cuatro años la giojista Daniela Castro ocupó el segundo lugar y esta vez fue Aubone la elegida. Así la legislativa de 2021 quedará marcada como la primera en que Uñac se desprendió total y absolutamente del diputado nacional Gioja.

Con esa autonomía absoluta, fundada en buena medida en el resultado de las internas partidarias de marzo del año pasado, Uñac plebiscitará su gestión. Al electorado le ofrecerá uñaquismo estricto. A lo largo de la campaña se mostrará gestión. El resultado del 12 de septiembre y del 14 de noviembre será estrictamente suyo, con todo lo que ello implica. Con todos los beneficios y todos los riesgos de una apuesta sin medias tintas.

Para Ibarra, Uñac buscará en esta elección subirse al ring para retener el título de conductor político de la provincia. De esa defensa de la corona surgirá su proyección a futuro, aquí en San Juan o en Buenos Aires. Ninguna especulación podría prosperar si no acompaña un resultado importante en las urnas.

Ibarra lo puso en términos de gestión. Dijo que Uñac quiere retener el título para empezar rápidamente el proceso de reconstrucción, de relanzamiento de la economía. Por supuesto un guarismo holgado sobre la oposición siempre lo dejará mejor posicionado frente a Nación. Con votos en la mochila, las puertas se abren más fácilmente.

El purismo uñaquista plasmado en los precandidatos no pasó inadvertido dentro del partido. Días atrás le escucharon decir a Gioja que no hubo lista de unidad sino lista única. Esa sutil diferencia semántica tiene mucho contenido desde lo político. El exgobernador por el momento se ha mantenido al margen de la campaña, al igual que sus dirigentes de primera línea.

Ibarra, que ha tenido sus idas y vueltas con Gioja, rechazó darlo por acabado. Dijo que 'no hay que caer en la soberbia de esos términos'. Sostuvo que el exgobernador 'es un hombre muy importante para San Juan'. Pero agregó un pero. 

El rawsino consideró que 'la conducción del PJ y la conducción del gobierno marchan por otro andarivel'. Entonces, esa idea de un regreso de Gioja en 2023 le pareció cada vez más improbable. 'Los sanjuaninos le dan un lugar de relevancia pero cada día se aleja más de estar en la conducción de la provincia', vaticinó.

La silla de Gioja estuvo vacía en la presentación del Frente de Todos el miércoles 14 de julio. Esa ausencia fue notable, porque independientemente de los votos sigue siendo una figura de referencia para un importante grupo de militantes. Su espacio coqueteó con la posibilidad de presentar una lista propia sobre la hora del cierre, pero se quedó en amague. Se ahorraron una confrontación ruidosa y también se ahorraron una eventual derrota. Si el antecedente es la interna peronista del año pasado, el reparto de fuerzas quedó 70-30 para Uñac.

Cada vez que un dirigente del giojismo tuvo la oportunidad de hablar aquí en Banda Ancha, dijo lo mismo: que las 'cabezas' tienen que dialogar. Sin embargo esa comunicación hoy está rota. Hay una diferencia conceptual de base: para el uñaquismo no hay 'cabezas' en plural. Hay una sola conducción. El peronismo es verticalista y en su ADN no hay lugar para coparticipar el poder.

Las elecciones legislativas de septiembre y de noviembre servirán para mandar diputados y diputadas nacionales al Congreso. Pero también permitirán medir la conducción política. Todos y todas estarán pendientes de ese número. Será la línea de partida para empezar a pensar en 2023.


JAQUE MATE