Quedaron los ecos de la visita de Sergio Massa a San Juan, en particular su gesto evidente hacia Sergio Uñac como integrante del potencial gabinete de ministros. Un día después cobró fuerza el rumor de que iría a Minería. Pero el precandidato presidencial le puso un freno a las especulaciones. Paradójicamente, lo hizo con una frase de tinte giojista. Porque así de amplio y transversal es el peronismo en ebullición.

'No hay que comerse la liebre antes de cazarla', le contestó Massa a un periodista del sitio porteño La Política Online. La metáfora apuntó claramente a no apresurar los tiempos. No tendría caso hablar de futuros ministros si ni siquiera ha pasado la primaria. Mucho menos la general. Según las encuestas, la definición del próximo gobierno llegaría recién en noviembre, en balotaje.

'El guiso de liebre sin liebre es muy desabrido', habría dicho José Luis Gioja apelando a su glosario de respuestas clásicas. En la misma línea creó aquello de 'no hay que almorzarse la cena'. Son distintas maneras de significar lo mismo: tiempo al tiempo. La política castiga severamente el apresuramiento.

Entonces Massa contestó sobre el futuro de Uñac con una alegoría del refranero de Gioja. Solo para entendidos.

Tuvo un par de momentos destacados la visita de Massa el viernes pasado a San Juan. Pero el más llamativo de todos fue cuando en el estadio de UPCN le dio la espalda al público y miró fijamente a Uñac para decir con el micrófono en la mano que quiere sanjuaninos en su gobierno. Las tribunas se vinieron abajo. Fue un guiño distintivo. Un reconocimiento.

Fundamentalmente fue un quiebre de la neutralidad en la interna peronista sanjuanina que se resolverá el 13 de agosto. Massa llegó con agenda para un lado y para el otro, con la intención de no involucrarse en la pulseada entre Uñac y Gioja. Pero al finalizar su itinerario se mostró más cercano al gobernador.

Si le gustaría llevárselo consigo al gabinete nacional y fue capaz de decirlo en contexto de campaña, a viva voz, no hay mucho que analizar. Fue explícito. Habrán retumbado esas palabras en el búnker de 'San Juan Vuelve'.

Un poco antes, al subir al escenario que había montado el intendente Fabián Gramajo en Chimbas, Massa fue abordado por el periodista de Canal 13, Alejandro Sánchez. El cronista disparó una pregunta certera, sobre la interna peronista que se resolverá en dos domingos. La respuesta fue brevísima, pero significativa.

El ministro de Economía sacó a relucir una vieja máxima peronista: 'El que gana conduce y el que pierde acompaña'. Pero no fue una evasiva. Todo lo contrario. Fue una apelación a bajar las armas apenas se conozca el escrutinio del 13 de agosto. 

El peronismo dividido pagó un alto costo el 2 de julio, cuando perdió el gobierno provincial. Sottovoce, el Frente Renovador viene midiendo el impacto de una fractura semejante a posteriori de las primarias, en las elecciones generales del 22 de octubre.

Entonces la respuesta de Massa a Canal 13 cobró más sentido que nunca. Estaba subiendo la escalinata tras bambalinas para compartir escenario con Gramajo pero también con Gioja y todos los precandidatos de esa lista. Hay que presumir que lo dicho hacia afuera vale hacia adentro. 

En apenas 12 días uno ganará la interna y el otro tendrá que acoplarse a la campaña que quede por delante. El oficialismo está jugando su última carta para conservar el poder después del 10 de diciembre. En eso fue enfático Massa: les pidió que salgan a militar casa por casa, campo por campo, fábrica por fábrica. El mismo discurso llevó a La Rioja y a Tucumán, después de pasar por San Juan.

El precandidato presidencial compartió escenario con José Luis y con Juan Carlos Gioja, pocas horas después de una confusa declaración del precandidato a senador en Canal 8. El video editado en apenas unos segundos dejó mal parado al exintendente de Rawson, diciendo que la visita del presidenciable a San Juan no suma. Después abundaron las explicaciones. Pero la incomodidad quedó.

Mientras tanto, el compañero de fórmula de Massa, Agustín Rossi, se negó rotundamente a dejar la menor declaración sobre la interna peronista sanjuanina. 'No me van a sacar una palabra', dijo y repitió ante la insistencia de la prensa local. Igualmente ofreció una imagen muy significativa, cargada de política.

Fue cuando compartió un encuentro con la precandidata giojista, Daniela Castro, en el lobby del hotel Del Bono, ante la vista de periodistas y, fundamentalmente, al alcance de las cámaras de televisión. Junto a la funcionaria del Ministerio de Defensa estuvo una nutrida escuadra, con otras figuras relevantes como Maira Zepeda y Daiana Luna.

Otro encuentro así, de este calibre y con esta visibilidad, no hubo. Entonces, lo que no quiso decir Rossi con palabras, lo selló con una foto. Fue más que suficiente.

Hablando de frases giojistas, 'el peronismo nunca fue un liceo de señoritas' y 'la única paz, es la de los cementerios'. En este plano, el de los vivos, las pasiones están bien arriba. La intensidad sólo puede escalar. La neutralidad que era, ya no está.


JAQUE MATE