La lista de invitados de Orrego
¿Qué queda de Juntos por el Cambio? El gobierno le pertenece a Producción y Trabajo. Y el nuevo oficialismo todavía está en conformación.
Da pudor hablar de Juntos por el Cambio en San Juan. En mayor o menor medida dentro del oficialismo reconocen que el gobierno le pertenece a uno solo. Los aliados acompañan, son importantes para mantener esta nueva construcción que hoy está en el poder, pero el estilo de conducción de Marcelo Orrego, con un círculo muy pequeño de confianza, abona esta idea central: el gobierno le pertenece a Producción y Trabajo.
Desde este punto de vista resulta interesante seguir los pasos de Orrego rumbo al diseño electoral del 2025. Las decisiones pasarán por él y su lectura del escenario. El resto del tablero que lo rodea tendrá que esperar pacientemente para averiguar por dónde pasa el corta pizza.
¿Vendrá una nueva edición de Juntos por el Cambio? ¿Tendría sentido esa referencia nacional en medio de la enorme confusión de la que hoy participan Mauricio Macri, Patricia Bullrich y compañía?
Sería mucho más esperable que Orrego apostara por la provincialización del comicio y saliera a pedir legisladores propios como ya lo hizo en el 2023. Provincializar le permitiría competir con los libertarios, con Javier Milei, sin la necesidad de rivalizar como oponentes. Podrían correr en paralelo, cada uno con un argumento propio.
Es legítimo que los aliados que acompañaron a Orrego en 2023 se pregunten cómo se conformará la lista de diputados nacionales en 2025, si habrá espacio para otras figuras de relieve dentro del ex Juntos por el Cambio o, por el contrario, seguirá mandando Producción y Trabajo.
La respuesta cada vez está más cantada. Orrego necesita candidatos propios, no prestados. Hoy el gobernador sigue siendo el mayor tractor de votos. El resto será bienvenido como adherente. Nadie estará en condiciones de imponerle absolutamente nada al conductor político.
En este plano, asoma un nuevo factor, muy reciente, que podría agregar una cuota más de incertidumbre a los históricos aliados de Juntos por el Cambio. Se trata de los nuevos pactos que Orrego tiene sobre el escritorio, en pos de construir gobernabilidad.
Ese proceso ya comenzó y tuvo este jueves en la Legislatura un segundo capítulo, cuando se aprobó sobre tablas y de apuro la rescisión del contrato por el dique Tambolar. El número alcanzado se acercó bastante a la votación por el RIGI. El oficialismo consolida una nueva mayoría parlamentaria que incluye a los bloquistas.
En este sentido, la primera reunión de amnistía entre Luis Rueda y los disidentes abre la puerta para un entendimiento de otra naturaleza, una aproximación política con Orrego. Es pronto para hablar de alianza, pero los gestos son mutuos. El partido de la estrella se aleja progresivamente del PJ uñaquista y giojista para arrimarse al calor del orreguismo.
El gobierno de Producción y Trabajo, que arrancó la gestión con una preocupante minoría en la Cámara de Diputados, demoró entre siete y ocho meses para revertir esa situación de debilidad. Por supuesto las coincidencias dentro del recinto tendrán correlato hacia afuera. El tanteo con los nuevos aliados puede tener un sabor agridulce para los que esperan pacientemente su turno, desde hace años, al lado de Orrego.
Los socios históricos de Producción y Trabajo son los macristas del PRO, los actuaristas de Rodolfo Colombo, los radicales y los militantes de Dignidad Ciudadana, solo por citar algunos. El ingreso de nuevos actores a la mesa puede activar el juego de la silla. El 2025 será muy mezquino en cargos a repartir. Tendrán que apuntar al 2027 para entusiasmarse con un pacto de mediano plazo.
'Lo que fue Juntos por el Cambio orgánicamente no funciona', reconoció en vivo en Banda Ancha el ex candidato a gobernador Marcelo Arancibia. Su diálogo con Orrego es prácticamente nulo. Compartieron agrupación en 2023 y sus votos se sumaron. Pero el vínculo político quedó ahí nomás.
Otro de los candidatos a gobernador que jugó en la misma escudería el año pasado, el empresario Sergio Vallejos, también se quedó fuera del gobierno. Su nombre se barajó para varios cargos pero la designación nunca prosperó más allá de los trascendidos.
En la conformación de su gabinete, Orrego fue Orrego. Eligio a figuras de Producción y Trabajo para todas las carteras, a excepción de Gustavo Fernández en el Ministerio de la Producción. El dirigente de Dignidad Ciudadana fue el único extrapartidario consagrado en un puesto de primera línea. Nada indica que vaya a cambiar su criterio el gobernador en adelante.
Si el gobierno le pertenece a Producción y Trabajo, no a Juntos por el Cambio, entonces hay una línea de largada bastante nítida para 2025 y para 2027. Uno solo tiene y tendrá la lapicera. Los amigos de toda la vida tendrán que sentarse a mirar. Y esperar. Hay un nuevo oficialismo todavía en formación. La lista de invitados está abierta.
JAQUE MATE