Siguen llegando medidas ingratas desde Nación. Al veto definitivo de la ley de movilidad jubilatoria se suma el veto anunciado de la ley de financiamiento para las universidades. En simultáneo, la intempestiva decisión de borrar de un plumazo todos los cargos provinciales y municipales de la boleta de la luz. 

En la práctica, la resolución de Luis 'Toto' Caputo significa otro sacudón a la recaudación de gobernadores e intendentes. Pero, fundamentalmente, implica otro desafío para sobrellevar con creatividad. Obligados a contener el daño político.

En este contexto, el gobernador Marcelo Orrego y el vice, Fabián Martín, actuaron en tándem. Uno en Buenos Aires y el otro en San Juan. Con el deber de amortiguar impactos, sin desafiar a la Casa Rosada.

Orrego participó de la reunión de gobernadores del Consejo Federal de Inversiones junto con el resto de sus pares de Juntos por el Cambio y suscribió una carta que en apenas tres párrafos sintetiza el clamor unánime para que Nación active de una vez la obra pública detenida.

Por supuesto Orrego no hizo barullo con esta nota. No la compartió en sus redes. Pero el texto indica que los gobernadores de las 23 provincias argentinas estuvieron de acuerdo en elevar este pedido. Los justicialistas se encargaron de darle volumen.

La provincia sale a contener daños
La declaración de los 23 gobernadores en el CFI

Mientras tanto, Orrego tuvo otro gesto con Javier Milei para demostrar su buena predisposición. Sus diputadas nacionales, Nancy Picón y María de los Ángeles Moreno, acompañaron el veto presidencial contra la ley de movilidad jubilatoria. En la votación original se habían abstenido. En esta segunda oportunidad su postura fue decididamente junto a La Libertad Avanza. Tendrán que tomar nota en la Casa Rosada.

Entonces fue una de cal y otra de arena. Orrego mandó a sus legisladoras a acompañar a Milei en su cruzada contra los 'degenerados fiscales'. Pero al mismo tiempo se sumó al bloque de gobernadores que le reclaman al libertario el cumplimiento de las transferencias pisadas.

Todo esto sucedió en Buenos Aires. En San Juan, tierra sarmientina, también hubo contención de daños.

Que la educación iguala, que brinda oportunidades y que el gobierno provincial reivindica a 'la educación pública' como un valor fundamental. Todo eso dijo el vicegobernador, a cargo del Poder Ejecutivo, en el primer acto por el Día del Maestro que le tocó encabezar a esta administración.

Pudo haberse referido a la educación a secas. Pero eligió ponerle una pincelada adicional, en tiempos en que lo público está mal visto.

La ley de financiamiento educativo que tiene media sanción de Diputados y se tratará este jueves en el Senado tiene tantas chances de ser sancionada como de sufrir el veto presidencial. Milei movió las palancas que tenía a su alcance y logró quebrar los dos tercios en la Cámara Baja para rebotar la ley de movilidad jubilatoria. Que las universidades se preparen. Todo indica que les tocará la misma suerte.

Por eso, que Martín haya hecho mención -fugaz, pero mención al fin- a la educación pública, fue un gesto de carácter político. Habrá sido bien valorado por el rector de la Universidad Nacional de San Juan, Tadeo Berenguer

A diferencia del 4 de julio, cuando el rector también fue invitado a la Casa Natal de Sarmiento para el lanzamiento del plan nacional de alfabetización y decidió no asistir, este 11 de septiembre sí estuvo presente. Menuda diferencia entre una y otra ocasión: el tenor de los discursos fue totalmente diferente, comparando el de Milei con el de Martín.

El 4 de julio, en la Casa Natal, Milei se quejó de que Argentina lleva décadas sin hablar de alfabetización, 'probablemente porque sea menos negocio que administrar una universidad'. Que dos meses después Martín reivindique la educación pública fue un bálsamo.

'No se puede vetar la amplia decisión de los representantes del pueblo', dijo Berenguer luego, consultado por Canal 13 en el lugar. La realidad le dirá que está equivocado. Sí, se puede vetar. Milei lo hizo con el favor de algunos legisladores especialmente radicales que dieron un sorprendente giro de 180 grados.

Martín tuvo que gambetear ante la prensa la bombita que les mandó a las provincias el ministro Caputo, que les prohíbe cargar conceptos a la boleta de la luz. Dijo que de alguna manera se resolverá. 

'A Chimbas esto le corta las piernas', dijo en Banda Ancha la intendenta Daniela Rodríguez, mientras su colega rawsino, Carlos Munisaga, reclamaba en la peatonal Maestro de América que Nación vea la viga en el ojo propio, antes que la paja en el ojo ajeno. 

'Deberían también revisar el IVA que es del 27 por ciento', disparó Munisaga. Tiene razón: Toto hace economía con la recaudación de las provincias y de los municipios, pero la caja de Nación no se toca.

Cómo digerir este combo con el menor daño colateral, esa es la cuestión.


JAQUE MATE