El rector de la Universidad Nacional de San Juan, Tadeo Berenguer, terminó ratificando lo que muchos suponían. Este jueves en Banda Ancha dijo que su espacio buscará la continuidad en 2025. Y que si le toca a él competir, irá por la reelección. No le gustó referirse al asunto, porque es políticamente incorrecto cuando falta tanto tiempo. Pero la cuenta regresiva comenzó, anticipadamente, empujada por la ola libertaria.

Montado en esta corriente de cambio con motosierra y licuadora, se lanzó Jorge Cocinero. Él mismo confirmó en Canal 13 su decisión de disputar el rectorado otra vez el año que viene. Buscará la revancha. En 2021 llegó al ballotage pero cayó por holgado margen frente a Berenguer.

Sin embargo el clima político cambió bastante desde entonces hasta ahora. Cocinero, convertido en consejero superior, aprovechó las consignas libertarias para cuestionar al oficialismo que hoy conduce la casa de altos estudios. Reclamó mayor transparencia en el manejo del presupuesto y rechazó las designaciones en planta permanente sin concurso previo.

La postura de Cocinero quedó expuesta cuando el 23 de abril convocó a dar clases en vez de marchar contra el ajuste de Javier Milei. La movilización fue multitudinaria, histórica. Berenguer reconoció este jueves que nadie esperaba esa cantidad de personas. Fue una alentadora sorpresa.

Sin embargo, fue la foto del momento. La película está en pleno rodaje. Tanto Berenguer como Cocinero son conscientes de ello. Y la universidad, como todo actor público, quedará atada a esta trama impredecible.

El laberinto electoral recién empieza. Por eso Berenguer se mostró reacio a dar definiciones a la primera y solo contestó a fuerza de repreguntas. Dijo que el proyecto seguirá, pero en este instante sería desacertado lanzar candidatura cuando la UNSJ todavía debe sobrevivir a los recortes.

A Berenguer le tocó quedar al frente. Era el compañero de fórmula de Mónica Coca. El fallecimiento repentino de la candidata original impulsó al ingeniero de minas. Hoy ensaya un tono de defensa de la universidad pública, gratuita y de calidad, pero no confronta. Construir implica suavizar las diferencias leves, cuando enfrente está el verdadero adversario.

Si Berenguer no logra retener toda la estructura de docentes, no docentes, alumnos y egresados que lo llevó al poder junto con Analía Ponce, cualquier desgranamiento será favorable para Cocinero.

Esto no quiere decir que el votante universitario de Berenguer vaya a migrar hacia Cocinero. No necesariamente. Pero cualquier diferencia interna provocaría dispersión. Si aparecieran más candidatos similares al actual rector, se achicaría la representación de cada uno. La atomización será positiva para la oposición si logra unificarse.

Por eso Berenguer no puede lanzarse abiertamente como candidato por la reelección desde ahora. Su mayor desafío será preservar los lazos con cada unidad académica, con cada agrupación estudiantil, con cada sindicato. Luego tendrá que esperar, llegado el momento, que nadie le haga sombra y sea el único en condiciones de correr esta carrera.

Si el convite fuera desde ahora a trabajar por su postulación, posiblemente muchos contestarían: 'no gracias, más adelante veremos'. Resulta obvio, pero hay que decirlo así, con todas las letras.

Mientras tanto, Cocinero sintonizó su discurso con la corriente que expresa el presidente Milei y que tiene su mayor reservorio de votantes precisamente en los jóvenes. Al arquitecto le queda un tiro en el cargador. 

Aunque la UNSJ siempre fue reactiva a contaminarse con la política partidaria, nunca fue impermeable tampoco. Franja Morada y JUP son dos ejemplos históricos. Hay una cantidad de vínculos con los sucesivos gobiernos provinciales, que a veces fueron muy evidentes y otras no tanto, pero siempre estuvieron.

La ola violeta puede crecer o no, de aquí en adelante. Milei cumplirá en breve sus primeros seis meses de gobierno y su popularidad sigue cercana al 50 por ciento, a pesar del azote de la recesión y la caída brutal del poder adquisitivo. Quienes profetizaban su caída hoy están recalculando. La sociedad sigue muy dividida. Incluso los sectores más castigados acompañan la motosierra y la licuadora. También dentro de la universidad.

Las elecciones en la UNSJ estarán atravesadas irremediablemente por esa atmósfera que irradia Milei. Prueba de ello fue la presencia de la senadora camporista Celeste Giménez esta semana en la Facultad de Sociales. Fue recibida por las autoridades para hablar en contra de la Ley de Bases. 

Dentro de un año habrá votación en la universidad sanjuanina. Pretender que suceda al margen de lo nacional sería inútil. Tan inútil como suponer que el final está cantado.


JAQUE MATE