El ministro de la Producción, Andrés Díaz Cano, reveló ayer en Banda Ancha que mantuvo una conversación telefónica con su par de Nación, Matías Kulfas, para pedirle auxilio. Una mano específica para las maltratadas pymes que se enfrentan ya no solamente con el pago de salarios de mayo sino también con el inminente medio aguinaldo. En marzo hubo acuerdos sectoriales con los sindicatos para reducir haberes. En abril, la Casa Rosada se hizo cargo del 50 por ciento de los sueldos de bolsillo. El panorama no tiene demasiados visos de mejoría en el corto plazo.

Lo manifestó con frontalidad la ministra de Hacienda, Marisa López, el pasado martes en Paren las Rotativas. La hipótesis más optimista es que la economía empiece a reactivarse a partir de junio. De todos modos, la recuperación será muy gradual. Entre dientes, la funcionaria reconoció que podría llevar un par de años, dar por superados los daños colaterales de la pandemia y la cuarentena.

Es cierto y lo mencionó hasta el presidente Alberto Fernández en la conferencia de prensa del sábado, cuando anunció la nueva extensión del confinamiento, que San Juan ha flexibilizado el 92 por ciento de las actividades productivas o de servicios. Pero también es real que ese trabajo dista mucho de lo normal. Solo por citar un ejemplo, la Cámara de Comercio acusa una caída de ventas de entre el 70 y el 80 por ciento. Y aún así es mucho mejor esta realidad que el cierre absoluto que debieron soportar en abril.

Díaz Cano puso otro tema central en el análisis. Hasta tanto no se supere la pandemia en los grandes centros de consumo del país, Buenos Aires a la cabeza pero también Ciudad de Córdoba y Santa Fe, no habrá una tracción importante para buena parte de los productos sanjuaninos. Es una cadena dormida. El aislamiento de la provincia, necesario, obligatorio, inevitable, tiene esta otra cara negativa.

Los empresarios mantienen diálogo permanente con el gobierno de la provincia. Hacen catarsis y piden un salvavidas. El Estado sanjuanino salió de garantía para facilitarles el acceso al crédito, pero los bancos no están acompañando como se esperaba. Lo dijo en tono de protesta el comerciante Hermes Rodríguez aquí, en Canal 13, el pasado 25 de mayo. Entonces la única vía disponible sigue siendo un rescate de alta escala, que solo podría venir de Nación.

Kulfas le dijo a Díaz Cano que están analizando alternativas, porque pedidos similares al sanjuanino están llegando a Buenos Aires desde todas las provincias. El Programa de Asistencia de Emergencia al Trabajo y la Producción, más conocido como ATP, está llamado a a repetirse durante algún tiempo. 

Soltarles la mano a los pequeños y medianos empresarios sería suicida. El presidente del Banco de Inversión y Comercio Exterior, el BICE, José Ignacio de Mendiguren, dijo en una entrevista radial cuando apenas había pasado el primer mes de cuarentena, que el presidente Fernández es consciente de que sin pymes no hay país posible. La mayor fuente generadora de empleos, por lo tanto de salarios, de consumo y recaudación, está ahí, en ese sector. Dejarlos liberados a su suerte no es opción.

Sin embargo, el Estado Nacional y, en consecuencia, también los estados provinciales y municipales, están muy afectados por la brutal caída de recursos. Según un informe del Instituto Argentino de Análisis Fiscal, el IARAF, solo en los primeros 15 días de mayo, los cuatro impuestos principales, IVA, Ganancias, Bienes Personales e Impuesto a los combustibles, se derrumbaron más del 38 por ciento. Esto significa menos coparticipación. Menos fondos fiscales para atender la emergencia.

Por el momento la receta sigue siendo la emisión monetaria. En abril hubo una ampliación del circulante de alrededor del 40 por ciento. Los más pesimistas pronostican un pico inflacionario el día que se pueda recuperar algo de normalidad en el país, después de la cuarentena. Los heterodoxos, como el economista Emanuel Álvarez Agis, entienden que hay reglas nuevas a escala mundial. La emisión monetaria ya no sería tan mala palabra. 

Por ahora, hay otras urgencias inmediatas. El pago de sueldos y de aguinaldos, mantener las fuentes laborales y las empresas activas, aunque más no sea parcialmente. Sin ese aparato disponible, no habrá reactivación posible.

JAQUE MATE