En San Juan está el peronismo de Cristina, que es el de José Luis Gioja y el de Sergio Uñac. También está el peronismo de Ricardo Quintela, que es el de Gioja y el de Uñac. Y el peronismo de Axel Kicillof, con los mismos referentes. La redundancia de nombres explica la enorme colectora que marcha rumbo al 2025 y al 2027. Pero aquí no se agota el movimiento. Porque, como dijo el General, 'peronistas son todos'.

Hay expresiones externas a este justicialismo oficial que brotan por fuera del partido, en minoría, con todo por ganar y poco por perder. El punto que logren sumar el año que viene les permitirá ordenarse rumbo a la gran cita dentro de tres años, cuando Javier Milei vaya terminando su primer mandato presidencial.

Nadie se confunda. Aunque la fecha parezca lejana, todo lo que está sucediendo políticamente en el seno del PJ y sus desprendimientos tiene sentido a la luz de aquel horizonte. Nada es casual ni mucho menos, inocente.

Entonces, está el peronismo de Cristina, futura presidenta del partido. El peronismo de Quintela, que rechazó bajar la lista pero tampoco planteó una guerra contra la Jefa. El riojano sintetiza el malestar silencioso contra La Cámpora, de Máximo. Ahí radica la hiriente neutralidad de Axel.

Más allá de los matices, terminarán ordenándose porque están todos contenidos dentro del PJ. No es el caso del peronismo de Sergio Massa y su Frente Renovador.

Habrá militantes clásicos que reaccionarán ofendidos. Pero si Massa no es peronista, ¿cómo llegó a ser el candidato oficial de Unión por la Patria el año pasado? El Frente Renovador está amenazando con abrirse del PJ en 2025 si no afloja la interna entre Axel y Máximo.

En San Juan el correlato está un poquito adelantado. El diputado provincial Franco Aranda hace rato que empezó a entenderse más con Marcelo Orrego y Fabián Martín que con Gioja o con Uñac.

No sorprenda entonces que el Frente Renovador quiera jugar con lista propia para el Congreso el año próximo. No importa que tenga o no tenga la menor chance de ganar una banca. Le bastará con exhibir los votos propios que pueda reunir, para empezar a cotizar en el mercado de las alianzas rumbo al 2027.

En el mismo plan se encuentra el cordobesismo de Juan Schiaretti, Martín Llaryora y compañía, que en San Juan lidera Emilio Baistrocchi. Al espacio Hacemos por Nuestro País le servirá consolidar un bloquecito de diputados y senadores para convertirse en interlocutores necesarios de Milei y de Cristina. A esta dinámica parlamentaria obedeció el protagonismo de Miguel Pichetto en las sesiones más explosivas de este período.

A Schiaretti no le interesa en lo más mínimo saltar al Congreso como diputado por Córdoba. Pero en su escudería lo quieren impulsar para mantenerlo en vigencia electoral, aprovechando la instalación que empezaron a trabajar durante la campaña de 2023. Sin una figura relativamente conocida a nivel nacional, Hacemos por Nuestro País no tendrá la menor chance de subsistir en 2027.

Baistrocchi es uno de los engranajes de ese plan, donde el cordobesismo busca hacer pie en la mayor cantidad de distritos. El resultado dependerá de las urnas. Pero hoy no tienen un solo voto en San Juan. El punto que sume el ex intendente de Capital cuando sea candidato a diputado el año próximo, será pura ganancia. Empezarán a existir en el firmamento de la política sanjuanina, con la bandera antigrieta. Fundamentalmente,con la bandera antiK.

Hay otro peronismo, el de Guillermo Moreno, que desembarcó en la provincia a principios de este año pero todavía no construyó una referencia importante. Este peronismo es el que encuentra algunas coincidencias -créase o no- con Victoria Villarruel.

El ex candidato a gobernador Sergio Vallejos está militando a la cabeza de los 'villarruelines' con la dureza de la vicepresidenta y cierta repelencia a los berrinches libertarios. Aquí también habrá lugar para ese otro peronismo de derecha que seguramente valoró la reivindicación de María Estela Martínez de Perón el 17 de octubre.

La lista sigue, porque el peronismo es inagotable. A este menú hay que agregarle el menemismo versión 2024, que lideran Jorge Alberto Escobar y un grupo de ex gobernadores que rondan los 70 años de edad. Ya tuvieron su primer cónclave en Santa Fe el 2 de octubre y en breve darán a conocer un documento.

Cristina los eclipsa a todos, por su historia y por su presente. Milei colabora bastante con su discurso extremo. Ella entendió rápidamente las reglas y la dinámica la favoreció para volver a polarizar en primera persona, sin intermediarios. Sin Albertos.

Moderados afuera. Pero en un escenario tan binario, los moderados y su mínima cuota tendrán preciosos votos en el Congreso. Aparentemente esa es la apuesta de los peronistas sueltos.


JAQUE MATE

¿Todos los caminos conducen a Milei?
Al mal tiempo, buena cara