Funcionó como un interesante baño de realidad. Fueron cuatro casos al hilo, dos barrios completos aislados, retroceso a Fase 1 en todo Caucete, alerta en 25 de Mayo y suspensión de actividades en 9 de Julio y San Martín. Todo sucedió en apenas un puñado de horas. Asomó el fantasma de la circulación viral comunitaria. Eso que parecía problema de otros, de repente estremeció a toda la provincia. Quedan varias preguntas sin respuesta, que se irán resolviendo con el correr de las horas y los días.

La primera de ellas es si efectivamente San Juan entró en etapa de circulación viral comunitaria. La ministra de Salud, Alejandra Venerando, fue categórica en la primera conferencia de prensa, este miércoles. Todavía no hay elementos que puedan cerrar esa hipótesis. Es posible, sí. Pero aún falta concluir la investigación epidemiológica para saberlo de manera concluyente.

Lo que se sabe hasta el momento es que un hombre de 74 años y una mujer de 51, con síntomas respiratorios, fueron hisopados y ambos resultados fueron positivos. Los dos tienen Coronavirus. Ninguno era transportista ni repatriado. Se contagiaron aquí y no está claro quién les transmitió el germen. Son casos autóctonos, sintomáticos y, por el momento, sin nexo epidemiológico. Luego se sumaron otros dos casos, contando un señor de 81 años y otra señora de 55, también cauceteros.

Si la investigación concluye sin resultados, es decir, sin saber cómo contrajeron la enfermedad, habrá que asumir que aparecerán más casos porque la peste está deambulando por ahí, a cuestas de sanjuaninos y sanjuaninas que ni siquiera lo saben. Es la historia de la pandemia, desde China en adelante. Así barrió el planeta entero.

La segunda pregunta es cuántos casos más pueden aparecer en los dos barrios aislados tras el agresivo testeo masivo que demandará unas 72 horas. La magnitud de esos resultados será bastante indicativa del nivel de expansión que haya tenido el virus. Eventualmente la vigilancia seguirá en todo el departamento frente a la posible aparición de casos en otros conjuntos habitacionales. Por ahora, el protocolo se queda ahí, en el aislamiento del Justo P. Castro I y el Justo P. Castro III, más el retroceso a Fase 1 en todo Caucete de manera preventiva.

La tercera pregunta es cómo impacta esta nueva situación de incertidumbre en el resto de la provincia. Venerando también lo dijo con todas las letras: San Juan sigue en Fase 5, con todas las flexibilidades obtenidas hasta el momento. Seguirán las clases presenciales excepto en Caucete, 25 de Mayo, 9 de Julio y San Martín. Abrirán los gimnasios, se permitirán las salidas recreativas y hasta el bingo. Sin alteración alguna. Hasta nuevo aviso, por supuesto, porque la ministra también aclaró que la información será muy dinámica en los próximos días.

La cuarta pregunta podría ser cómo ingresó el virus a San Juan. Si fue con un repatriado o un transportista, o cualquier otra persona que logró burlar los controles sanitarios fronterizos. La barrera nunca fue invulnerable y quedó demostrado con los casos que terminaron judicializados en Flagrancia. Frente al virus la única defensa que queda es el distanciamiento de dos metros entre persona y persona, el uso de barbijo obligatorio y el lavado frecuente de manos. El respeto de esas normas reduce al mínimo el riesgo. Sin embargo, hubo hasta ahora un visible relajamiento que esquivó sistemáticamente las restricciones.

Ocurrió el fin de semana largo con seis fiestas clandestinas, cada una con decenas de detenidos a quienes sorprendió la luz del nuevo día en improvisados boliches. Sin embargo, más allá de esos hechos que se convirtieron en noticia, vale preguntarse cuántas otras situaciones cotidianas han vulnerado el protocolo sanitario. Cuántas veces un colectivero de buena voluntad llevó más personas que las permitidas, para evitarle la espera a sus pasajeros. Cuántas veces un asado con amigos superó las 12 personas permitidas. Cuántas veces se compartió el mate en el ámbito laboral.

Lo ocurrido este miércoles recordó bastante a aquel primer caso positivo de Coronavirus detectado en San Juan, el sábado 28 de marzo. Fue entonces cuando la provincia tomó nota de que era parte de Argentina y del mundo entero. Que una doctora repatriada de España podía haberse contagiado y haber llegado con la enfermedad encima. 

Pero el tiempo pasó y los casos detectados eran únicamente importados, camioneros o sanjuaninos que volvían de Buenos Aires o Córdoba. Sin circulación viral, el Coronavirus se convirtió en un problema de otros. Pero casi cinco meses después, se encendió la luz amarilla ante la eventual circulación viral comunitaria. Y funcionó como un interesante baño de realidad.

La pregunta final es la que menos respuesta puede tener. ¿Qué piensa hacer cada uno frente a los cuatro nuevos casos detectados en Caucete? No hay mucho para discurrir. Es cuidarse más o seguir igual que siempre. Es una decisión personal, sí. Pero fundamentalmente es una responsabilidad social y colectiva. Tal vez la receta sea esta, la de aprender por las malas.


JAQUE MATE