Recalentados o recalientes
Mientras la oposición mira desde la vereda de enfrente, una parte del peronismo judicializó la supresión de las PASO. La discusión electoral -que es importante- no debería distraer la gestión.
Aunque sea una cuestión de interés muy sectorial, que escapa a las preocupaciones de la mayoría, la eliminación de las primarias abiertas, simultáneas y obligatorias, dejó recalentado el ambiente político. Cinco días después de haberse sancionado la ley en la Cámara de Diputados, el giojismo fue a la Justicia para voltear la reforma. En el uñaquismo es tema cerrado. Mucho antes figura en la agenda generar las condiciones para gobernar los dos años que quedan por delante.
Una pista de ello dejó la flamante secretaria de Estado de Ciencia, Tecnología e Innovación, Marita Benavente. En ella confluyen dos facetas otrora imposibles de imaginar en una misma dirigente: es kirchnerista pero también es uñaquista. Esa rara amalgama le permite moverse con cierta autonomía.
Este martes en Banda Ancha, Benavente coincidió con Uñac al decir que el Frente de Todos cumplió su objetivo político al ganar las elecciones. Luego si fue por un margen estrecho, si la expectativa inicial era mayor o si era lo posible en un contexto nacional adverso, todo eso quedará para un análisis que todavía no terminó. Como ingeniera química, prefirió utilizar una palabra que se adapta perfectamente: están todavía 'metabolizando'.
Reconoció que ahora comienza otro proceso, 'entrópico'. Esa ebullición agitará las conversaciones y despertará las pasiones. El desafío parece estar puesto en que, al finalizar el camino, haya la menor cantidad de bajas. 'Requiere amalgamar visiones muy distintas de la realidad', admitió Benavente. Hay diferencias a la vista, indisimuladas.
Luego se permitió dar una opinión muy personal: 'Necesitamos tener un principio de cohesividad y unidad que nos permita prevalecer en este campo de las ideas'. Es una forma diferente de rescatar aquel principio peronista sobre 'primero la Patria...' Es decir, que las diferencias individuales o sectoriales puedan correrse a un costado, con un sentido pragmático. De eso el justicialismo sabe bastante.
La sucesora de Tulio Del Bono dijo que el frente está trabajando políticamente para evitar aque haya desunión. Especialmente, para resguardar los dos años de gestión que quedan por delante. Sostuvo que Uñac ha sido muy 'enérgico' al bajar línea: en los 24 meses restantes hay que descontar todas aquellas metas aplazadas por la pandemia. A mayor ruido político, mayores dificultades.
Benavente sostuvo que el campo de las ideas es un campo muy práctico, que debe preocuparse y ocuparse por las cosas concretas de la ciudadanía. Resolver las deudas de la democracia. Entonces vino la pregunta de rigor: ¿y todo esto se puede lograr sin las PASO?
Bueno, la respuesta fue categórica. Para ella, sí se puede. Sin primarias habrá siempre algún mecanismo sustituto que permita la participación democrática. Dijo que Argentina tiene movilidad en su legislación electoral porque cambian los tiempos, cambian los desafíos y los procesos políticos se van perfeccionando.
Mientras tanto, los tres diputados encolumnados con el exgobernador José Luis Gioja acudieron a la Corte de Justicia de la provincia para dejar sin efecto la ley sancionada el jueves pasado. Plantearon su inconstitucionalidad por vicios en la aprobación y por vulnerar el derecho a elegir y ser elegido. Temen haber perdido la posibilidad de participar en 2023.
Sin embargo y por ahora no rompieron el bloque. Este jueves en la décimo octava sesión ordinaria aparentemente se sentarán en sus lugares de siempre, dentro de la bancada que conduce el albardonero Juan Carlos Abarca, bajo la referencia de Uñac. El ministro de Gobierno, Alberto Hensel, habló a través de Diario de Cuyo acerca de la presentación judicial y le bajó el tono a la confrontación. Dijo que los legisladores están en su derecho y que ahora la decisión está en manos de los tribunales. Medido. Prudente. Sin cortar lazos.
Puede que todo sea, como dijo Benavente, parte del proceso de metabolismo del nuevo escenario. La novedad estuvo dada por el resultado de las urnas y la posterior renovación de cinco carteras ministeriales: Gobierno, Educación, Producción, Ambiente y Ciencia. No fue un relanzamiento de la gestión, sino apenas un ajuste a mitad de camino. Pero le dio materialidad a esa ebullición natural, inevitable, que sobreviene cada vez que el puebo se expresa en el cuarto oscuro.
Mientras tanto, la oposición se quedó mirando desde la vereda de enfrente. Casi como espectadores de una película que no los roza siquiera. Tuvieron su momento de protagonismo en la sesión del jueves pasado y luego una coordinada publicación de posteos en redes sociales. Nada más. El asunto terminó en la Justicia por mano de peronistas, finalmente. Y como todo en Tribunales, tiene fecha de ingreso en la mesa de entradas pero no un día de salida. El fin de año llegará en paz. Relativamente al menos.
Quedará para el año próximo acomodar las cartas orgánicas de los partidos políticos para definir las reglas de participación en 2023. Nuevamente, será un tema de estricto interés político. Gestionar los 24 meses que restan para concluir mandato debiera ser la prioridad. Aceitar la todavía incompleta Red Tulum. Hacerle frente a la sequía. Levantar la guardia ante el inminente rebrote de casos de Covid 19. Sobran los ejemplos de urgencias, de cuestiones que están mucho antes que seguir enfrascados en este debate político electoral.
Aún así seguirán los roces, las tensiones, el recalentamiento de este fin de año electoral. Y no será el tema que le interese a la mayoría. No por eso hay que bajarle el precio a una discusión de carácter democrático. Pero claro: sin perder el objetivo de fondo. Y es que hay una provincia por gobernar, con dos años todavía por delante.
JAQUE MATE