Transición y campaña, cara y contracara de Orrego
Una va de la mano de la otra. A tres meses y medio del traspaso de mando, su urgencia es ganar bancas propias en el Congreso.
Pasadas las primarias del 13 de agosto los tiempos parecen haberse precipitado para Marcelo Orrego. En tan solo tres meses y medio tendrá que tomar las riendas del gobierno provincial. Por lo tanto la transición ya no es algo distante sino inminente. Es al mismo tiempo la contracara de una urgencia: intentar ganar bancas propias en el Congreso de la Nación, en un escenario adverso.
El gobernador electo el pasado 2 de julio prefirió no adelantar el juego. Guardó cada una de sus cartas. Ni siquiera reveló el equipo. Pero el calendario siguió avanzando. Más temprano que tarde tendrá que descubrir su mirada acerca de la cosa pública. Lo que diga y haga tendrá tendrá incidencia directa en la construcción de esta campaña.
Orrego necesita contar con al menos un senador y una diputada nacional, Emilio Achem y Nancy Picón respectivamente. Para ello le toca la difícil misión de resistir la ola violeta que pintó el mapa argentino y buena parte del mapa sanjuanino hace dos domingos. Si se repitieran los resultados, a Juntos por el Cambio le tocaría la tercera posición.
Por lo tanto, para el espacio amarillo es imperativo remontar posiciones y, como se dice en la jerga, poner toda la carne en la parrilla. Tratándose de un actor protagónico, lo que haga Orrego alterará el escenario para el resto también.
Una alta fuente del entorno de Sergio Uñac confesó que están esperando que Orrego aparezca con mayor visibilidad en este tramo electoral rumbo al 22 de octubre. Lo vieron algo discreto en la interna entre Horacio Rodríguez Larreta y Patricia Bullrich. Hoy no tendría margen -ni razones- para conservar ese bajo perfil.
En el uñaquismo estiman que el gobernador electo goza de una alta imagen positiva. Por lo tanto, descuentan que se pondrá la campaña al hombro para traccionar con sus propios votos. Lo miran con detenimiento y con recelo. Parece razonable esperar una reacción de este tipo.
Uñac, que busca pasar del sillón de gobernador a una banca en el Senado, tiene también una parada difícil este 22 de octubre. Por un lado, debe resistir La ola libertaria. Por el otro, tiene que hacerle frente al propio Orrego en su versión recargada.
Nada de esto sucederá de manera aislada. Más allá del clima nacional inevitable, habrá un componente provincial. Orrego tendrá que empezar a entender en cuestiones que hasta ahora evitó pronunciarse. Se ahorró el desgaste de fijar posición sobre la paritaria docente, la Vuelta a San Juan o la Fiesta Nacional del Sol, entre otros temas controversiales.
Producto de esta estrategia, Orrego también tuvo un costo de mediano y largo plazo. El gobierno de Uñac acaba de otorgarles a los maestros un nuevo adicional de alto impacto en las finanzas públicas, remunerativo y bonificable, por antigüedad.
Este ítem significará una erogación creciente año tras año en la grilla de sueldos y lo tendrá que abonar la gestión entrante el 10 de diciembre. Es un derecho adquirido con fuerza de ley en tanto y en cuanto fue acordado en paritaria. A Orrego no le quedará más que pagar cuando llegue su momento.
Hay otros temas que tendrá que atender en el corto plazo. El presidente de la Federación de Viñateros, Eduardo Garcés, dijo este miércoles en Banda Ancha que esperan poder reunirse con el gobernador electo la semana que viene, antes de que termine agosto. Dijo también que tienen una larga lista de cuestiones para plantear. Entre ellas, la más sensible será el agua.
Los viñateros cuestionan que haya una reserva en los diques para generación eléctrica. Exigen que se libere ese agua para el riego. Sin embargo ya no es una discusión con Uñac. Es un problema que deberá manejar Juntos por el Cambio.
Cada palabra que diga Orrego en adelante acerca de estos temas controversiales tendrá impacto en la campaña que queda por delante. El gobernador electo podrá vertebrar una cosa con la otra, la transición con la campaña. Mostrarse ejecutivo, ganar visibilidad y al mismo tiempo apuntalar a sus candidatos. A Bullrich primero, como condición necesaria para traccionar a quienes realmente interesan desde una perspectiva local: Achem y Picón.
Orrego asumirá el 10 de diciembre con una minoría en la Legislatura, equivalente a un tercio de los diputados del recinto. Si a esa realidad le agrega la posibilidad de convivir con un presidente que no sea de su color político, cobra doble valor contar con parlamentarios de su confianza. En especial en el Senado.
Más allá de la dificultad para hacer predicciones, puesta de manifiesto en la distorsión de los números que reflejaron las encuestas hasta ahora, puede afirmarse que Bullrich quedó complicada en la puja de tercios.
Su dificultad radica en la potencia que demostró Javier Milei. Entre ambas opciones de derecha, el libertario es el más extremo. El 13 de agosto sumó individualmente más votos que Patricia y Horacio juntos. Para complicar más las cosas, Mauricio Macri tuvo algunas manifestaciones públicas de respaldo hacia el 'León'. Y los radicales plantearon dudas también, en boca de Federico Storani.
Orrego dio pruebas de poder alterar parcialmente las tendencias nacionales en San Juan. La figura del gobernador alcanzó para imponer a Larreta sobre Bullrich en esta provincia, a contrapelo del resultado general. Ahora tendrá que entenderse con Patricia. El mayor desafío tal vez sea retener el voto moderado que había optado por Horacio.
Si la preferencia es la política de shock, Milei es el abanderado. Si se trata de buscar moderación, posiblemente Sergio Massa haya quedado en soledad (sin contar a Juan Schiaretti). ¿Qué lugar le queda a Bullrich en este esquema impensado hace apenas dos semanas?
Para Orrego la respuesta es simple: tendrá que provincializar todo cuanto sea posible. De una u otra manera, este combo incluye la transición.
JAQUE MATE