Por primera vez Sergio Uñac habló de proscripción. No había utilizado esa palabra hasta ahora, tal vez reservándola para el momento apropiado, por su alta carga simbólica. Fue un nuevo peldaño en la escalada de tensiones rumbo a los comicios del 14 de mayo. La oposición está dispuesta a llegar hasta las últimas consecuencias. El oficialismo también.

Fue luego de su mensaje de apertura de sesiones en la Cámara de Diputados, en conferencia de prensa. Algo había dicho de manera elíptica en el discurso para la versión taquigráfica. 'Que los sanjuaninos podamos elegir sin limitaciones', advirtió en el estrado del recinto legislativo.

Apenas 48 horas antes el Tribunal Electoral Provincial había desestimado las cuatro impugnaciones en contra de su candidatura, dejándolo plenamente habilitado para competir por otro mandato consecutivo.

Luego del mensaje anual, en la conferencia de prensa, Uñac fue más allá. Al ser consultado específicamente ratificó que, a su parecer, 'no hay limitación constitucional'. Consideró que 'puede haber un capricho'. O incluso 'un intento de proscripción'. Le puso etiqueta a la acción opositora. 

No fue un arrebato. No pudo serlo, tratándose de un concepto tan caro al sentimiento peronista. Según la Real Academia Española, proscribir significa 'echar a alguien del territorio de su patria, comúnmente por causas políticas'. En cierta medida, contiene la idea de persecución.

Quedaron perfectamente delineados los dos campos donde se libra esta batalla. Está el campo jurídico por un lado y está el campo político por el otro. El primero está todavía caliente. La resolución del Tribunal Electoral fue apenas el primer paso, necesario, para llegar a la Corte Suprema de Justicia de la Nación.

Ese fue siempre el verdadero objetivo de los demandantes: apelar a Carlos Rosenkrantz, Horacio Rossatti, Ricardo Lorenzetti y Juan Carlos Maqueda. Siempre amparados en los antecedentes de gobernadores que buscaban otro mandato y se vieron frustrados a última hora.

La oposición cuenta con los antecedentes de Santiago del Estero, Río Negro y La Rioja para frenar la candidatura de Uñac. Sostienen que el gobernador está contradiciendo el artículo 175 de la Constitución Provincial. 

Entienden que gobernador y vice integran una unidad indivisible y por lo tanto le cuentan como primer mandato el que desempeñó entre 2011 y 2015, cuando fue compañero de fórmula de José Luis Gioja. El Tribunal Electoral rechazó este argumento. La Suprema Corte tendrá los mismos antecedentes para analizar. El fallo definitivo resulta impredecible.

Como la resolución de la Corte Suprema puede salir en un sentido o en el otro, habrá en paralelo otro campo de batalla. Será el estrictamente político. Es ahí donde decidió empezar a actuar Uñac. Se corrió del lugar de acusado y sembró una sospecha pesada contra los demandantes. Hablar de proscripción equivale a denunciar un atentado a la democracia.

En este campo de batalla hubo otros dos actores involucrados este lunes en la apertura de sesiones. El primero fue el diputado Juan Carlos Gioja. En entrevista con el móvil de Canal 13 dijo que la resolución del Tribunal Electoral tuvo un alto contenido político y volvió a pronunciarse en coincidencia con la oposición. El giojismo sigue sosteniendo que Uñac no podría ser candidato a gobernador nuevamente.

Pero esta línea interna, liderada por José Luis Gioja, no acudió a la Justicia en esta ocasión como sí lo hizo cuando se suprimieron las PASO. Le dejó la batalla en los tribunales a los opositores, reservándose la carta política para jugar en campaña. Por la Ley de Lemas, los votos de ambas líneas internas del peronismo terminarán sumándose recíprocamente. Uñac a Gioja y Gioja a Uñac, dependiendo de quién quede primero.

Desde un punto de vista pragmático, al giojismo le conviene que el rival interno sea Uñac porque es quien más votos aportaría. Y viceversa. Al uñaquismo siempre le interesó que fuera José Luis Gioja el candidato, porque ningún otro referente de su espacio sumaría tantos puntos. Tuvieron que acordar una mínima convivencia porque en frente se encuentra el verdadero oponente.

Por supuesto, se trata de Marcelo Orrego. El diputado nacional y candidato a gobernador estuvo este lunes también en la Legislatura. Ya se había cruzado y se había saludado gentilmente con Uñac y con Gioja el sábado en el retiro espiritual organizado por el arzobispo Jorge Lozano

Luego de escuchar el mensaje anual, Orrego dijo que la provincia está estancada. Volvió a cargar contra la Ley de Lemas, a la cual definió como 'Ley de Trampas', aunque su espacio lleva cuatro subagrupaciones y terminarán sumándose recíprocamente igual que el oficialismo. Pero asumió el compromiso de derogarla si le toca ganar. Y dar marcha atrás con la enmienda constitucional de 2011 para que el gobernador y el vice duren solo dos mandatos consecutivos. Es decir, tengan una sola reelección.

Orrego tuvo una disociación con respecto a la batalla judicial y la batalla política. Dijo que las impugnaciones contra la candidatura de Uñac fueron impulsadas por el PRO y la UCR -que son socios suyos en el Frente Unidos por San Juan- pero que él no firmó. ¿Por qué no lo hizo? Porque le interesa más dar la otra pelea, la electoral.

Orrego ratificó lo que ya había dicho en una acalorada entrevista radial (en Estación Claridad) el viernes pasado: quiere ganarles en las urnas y con votos a Uñac y a Gioja juntos. Es un objetivo ambicioso, cuyo efecto no se agotaría el 14 de mayo.

Si Uñac finalmente puede competir y cae derrotado por Orrego, terminará magullado para intervenir en la otra elección, la de senadores y diputados nacionales. Pero si Uñac fuera impedido judicialmente de participar el mes que viene, podría aprovechar el efecto de victimización. Llegaría mejor a la contienda del segundo semestre.

Algo de eso se filtró este lunes, cuando Uñac habló de proscripción y Orrego -palabras más, palabras menos- pidió que lo dejen competir.


JAQUE MATE