Uñac y Gioja hablan el mismo idioma, aunque a veces no se entiendan
La repelencia de uno y de otro lado no ha menguado a pesar de la foto de unidad ofrecida el jueves 14 de septiembre. Aún así, ambos están utilizando el mismo lenguaje para sostener la convivencia incómoda.
Decir que Sergio Uñac y José Luis Gioja hablan el mismo idioma puede sonar ofensivo en ambas direcciones. La repelencia de uno y de otro lado no ha menguado a pesar de la foto de unidad ofrecida el jueves 14 de septiembre, cuyo correlato ha sido bastante discreto. Aún así, ambos líderes están utilizando el mismo lenguaje para referirse a esta convivencia incómoda y forzada por la coyuntura electoral.
'Unidad no es uniformidad', dijo Uñac este martes 17 de octubre en las puertas de la CGT, tras la pregunta certera del cronista de Canal 13 en el lugar. ¿Cómo hay que entender los dos festejos diferentes y separados en ocasión del Día de la Lealtad? En efecto, uno de ellos tuvo lugar en la sede partidaria y fue encabezado por el gobernador. El otro, el de Gioja, fue en Rivadavia.
La respuesta de Uñac es la muletilla que viene utilizando Gioja desde aquella dificultosa construcción de 2019 que le permitió al Frente de Todos recuperar el poder luego de los cuatro años de Mauricio Macri. 'Unidad hasta que duela', en primer término. Y 'unidad no es uniformidad', a continuación.
El sentido de ambas expresiones apunta a la misma meta. Para confluir en torno de un objetivo en común, muchas veces hay que estar dispuesto a hacer concesiones. Flexibilizar el principismo. Militar el pragmatismo. Lo dejó sentado el General en sus 20 verdades peronistas, pronunciadas justamente un 17 de octubre pero del año 1950: 'primero la Patria, después el movimiento y luego los hombres'.
Aquella máxima elaborada por el líder les dio la llave de la supervivencia del justicialismo para los tiempos. Si primero está la Patria, en consecuencia la máxima prioridad es acceder al poder. De eso el PJ sabe. Es un atributo que incluso sus peores adversarios le reconocen.
El viernes pasado en Banda Ancha Gioja esquivó la pregunta sobre el futuro de esta convivencia remendada. 'Hemos puesto la otra mejilla', dijo el diputado nacional que intentó regresar a la gobernación el 2 de julio pero la sumatoria con Rubén Uñac fue insuficiente para hacerle frente a Marcelo Orrego.
La cita bíblica del apóstol Lucas sobre 'poner la otra mejilla' implica, primero, sentirse agraviado. Es toda una declaración acerca del estado de cosas dentro del PJ que se jugará este domingo su futuro inmediato.
Si consiguen que Sergio Massa pase al ballotage, tendrán hilo en el carretel. Si, en cambio, el ministro de Economía quedara afuera este domingo, tendrán que despedirse del poder hasta el 2027 por lo menos. Ya perdieron la provincia. Sin un gobierno nacional justicialista que los repalde, será mucho más difícil medirse con Orrego dentro de cuatro años.
Decir 'primero la Patria' significa todo esto. Las discrepancias domésticas pueden esperar un poco. De ninguna manera esto equivale a dar por cerrado el capítulo. Quien así lo entienda, estará cometiendo un error grave de interpretación. Unidad sí, pero a plazo. Con los días contados. Después habrá tiempo para reconfigurar el peronismo sanjuanino.
Sin embargo no está despegada una cosa de la otra. Si Massa obtiene un resultado satisfactorio este 22 de octubre, muy posiblemente Uñac también. Si el gobernador logra una banca en el Senado, tendrá un lugar de relevancia en un contexto de contrafiguras en llano. Gioja se despedirá del Congreso el 10 de diciembre, sin ir más lejos.
Igualmente las grandes figuras protagónicas de este 2023: Fabián Gramajo, Cristian Andino y muchos otros. Excluirlos de la conversación prematuramente sería riesgoso. Aún ganando Massa la presidencia de la Nación, el peronismo sanjuanino quedará en posición de debilidad frente al orreguismo que empezará a gestionar con altos niveles de popularidad.
Una encuesta reservada, que circula en los altos mandos del justicialismo, acredita la buena imagen del gobernador electo. A la futura oposición no le convendría fracturarse frente a un nuevo oficialismo tan fuerte. Sin embargo, el PJ local está desacostumbrado a mirar el poder desde afuera después de 20 años de hegemonía en las urnas.
Por lo tanto, será interesante observar cómo se reacomodan las piezas luego del 22 de octubre. En marzo de 2024 el PJ tendrá que renovar autoridades. Por lo tanto, todo lo que suceda hasta entonces estará teñido por esta reestructuración. Quien quede al frente del partido podrá reclamar la conducción política del bloque mayoritario de la próxima Legislatura. E incluso podrá vertebrar las intendencias.
Entonces será interesante, también, verificar si Uñac y Gioja siguen hablando el mismo idioma. ¿'Unidad no es uniformidad' seguirá siendo la consigna para amalgamar las corrientes enfrentadas?
Este panorama no debiera obviar otra pata fundamental: la generación emergente, encarnada en los nuevos intendentes. Algunos comenzaron a renegar de esta confrontación entre uñaquismo y giojismo, atribuyéndole a esa pelea la caída histórica de 2023.
La reconfiguración del peronismo podría sumar nuevos 'ismos' hasta ahora no demasiado evidentes. Sin una conducción vertical, la multiplicación de espacios podría imprimirle una diversidad que hace mucho tiempo no mostraba el justicialismo sanjuanino.
Por suerte para ellos tienen la octava verdad peronista. Primero la Patria. Primero el poder. Aunque a veces no se entiendan, Uñac y Gioja lo tienen claro.
JAQUE MATE