G20 en Río: la estrategia de Milei frente a Lula y la amenaza de no firmar el comunicado final
Hoy comienzan las deliberaciones de la cumbre de presidentes y jefes de Estado, en medio de tensiones por parte del presidente argentino, quien no está de acuerdo en firmar el tratado si este viola la posición sobre la agenda de desarrollo, la guerra en Ucrania y la crisis en Medio Oriente.
El presidente Javier Milei arribó al centro de convenciones de Río de Janeiro, donde se llevará a cabo la cumbre del G20. Al arribar al predio, el mandatario argentino junto a su hermana Karina fueron recibidos por su par de Brasil Lula da Silva y su esposa Janja, donde protagonizaron la clásica foto de protocolo por la llegada de jefes de Estado.
Milei se encuentra acompañado en Brasil por Karina Milei (secretaria General de la Presidencia); el canciller Gerardo Werthein; el ministro de Economía, Luis Caputo; y el sherpa argentino, Federico Pinedo.
Javier Milei llegó en medio de las tensiones, ya que reveló que revisará cada uno de los párrafos del último borrador del comunicado final del G20 de Brasil antes de firmar al pie de página. Adelantó que si el texto diplomático violenta su perspectiva personal e ideológica sobre la agenda del desarrollo sustentable, el cambio climático, la guerra en Ucrania y la crisis en Medio Oriente, no firmará el comunicado del G20 y habrá una crisis inesperada en el foro multilateral.
El presidente argentino considera que el G20 cumple un papel en el tablero internacional, pero exige que Brasil no use la agenda del G20 para fortalecer su política doméstica en detrimento de los intereses permanentes de todos los socios de la cumbre multilateral.
Por otro lado, Milei no comparte la perspectiva ideológica de Lula respecto al cambio climático, la agenda de Desarrollo Sustentable y la posibilidad de cobrar un impuesto del 2 por ciento a los denominados “super ricos”, pero instruyó que se agoten todas las instancias con los negociadores del G20 antes de anunciar que Argentina no firmará el comunicado final.
Asimismo, el presidente argentino repudia la invasión rusa a Ucrania y considera que el G20 debe hacer una condena manifiesta a la última ofensiva que ejecutó Vladimir Putin. Pero en los borradores que ayer presentó Lula, este reclamo no alcanza la medida exacta que exige Milei.
El mandatario argentino tampoco firmará el comunicado final del G20 si no hay una cuestionamiento explícito al accionar de Hamas y otros proxies que responden a las órdenes directas de Irán.
Además su participación formal en el G20, el jefe de estado se encontrará con Xi Jinping, líder del régimen comunista chino. Milei tenía una posición ideológica crítica de China, pero ahora esa perspectiva fue aplacada por razones de realpolitik: Argentina necesita el swap chino para fortalecer las reservas del Banco Central y aceitar la balanza comercial, y Xi no abre la mano sin nada a cambio.
También Milei tendrá una cita bilateral con Narendra Modi, primer ministro de la India. Modi consolida una estrategia de acercamiento a la región y Argentina está entre sus prioridades del mundo. Ambos países tienen economías complementarias, y Milei desea aprovechar las agendas convergentes entre Buenos Aires y Nueva Delhi.
Por último, para completar la agenda presidencial en Rio de Janeiro, se acordaron reuniones bilaterales con la directora gerente del FMI, Kristalina Georgieva, y con Ajay Banga, titular del Banco Mundial. Milei asume que la cena con Trump inició una nueva etapa en la relación de la Argentina con el FMI y el BM, y ya quiere cobrar los dividendos en el G20 de Brasil.