La Iglesia pidió al Gobierno que no corte la ayuda: ‘La comida no puede ser variable de ajuste’
A través de un comunicado lo hizo la Conferencia Episcopal Argentina, en reclamo del recorte de alimentos para los comedores comunitarios. Las organizaciones sociales marchan hoy al Ministerio de Capital Humano.
La Iglesia emitió un comunicado y le pidió al Gobierno que no interrumpa la asistencia alimentaria a los comedores: ‘En nuestra patria nadie debería pasar hambre’.
La titular de la cartera, Sandra Pettovello, la semana pasada salió al cruce de quienes reclamaban alimentos frente a su oficina y les dijo que iba a recibir ‘individualmente’ a quienes tengan hambre. Por este motivo hoy las organizaciones sociales se preparan para manifestar frente al Ministerio de Capital Humano.
Ante la crisis económica del país y el recorte por parte del Gobierno a los comedores, la Iglesia reclamó que ‘el pedido del pan de cada día es un clamor de justicia’ y sostuvo que ‘el estado nacional, provincial y municipal’ tienen que asegurarse que nadie se quede sin él.
‘Como obispos, en el trato pastoral con la gente sencilla, hemos aprendido que “un plato de comida no se le niega a nadie”. Es que en nuestra patria nadie debería pasar hambre, ya que es una tierra bendita de pan’, expresaron desde la institución religiosa y sumaron: ‘Sin embargo, hoy, a cientos de miles de familias se les hace cada vez más difícil alimentarse bien’.
Además, sostuvieron: ‘La inflación desde hace años crece día a día y pega fuertemente en el precio de los alimentos. Lo siente claramente la clase media trabajadora, los jubilados y aquellos que no ven crecer sus salarios. También todo el universo de la economía popular, donde prácticamente se trabaja sin derechos. Pensemos en los vendedores ambulantes, los recicladores, los feriantes, los pequeños agricultores, los ladrilleros, los costureros, los que realizan distintas tareas de cuidado y de servicio’.
Los religiosos indicaron que ‘ante este escenario de trabajo sacrificado y de bajos ingresos, las familias se privan de muchas cosas’, pero señalaron que ‘una mamá puede privarse de tomar un colectivo y camina para ahorrar, pero de ninguna manera puede no darle de comer a sus hijos. Es decir, la comida no puede ser una variable de ajuste’.
‘Es necesario anticiparse para que esta situación no profundice la crisis alimentaria’, reclamaron desde la institución presidida por Monseñor Oscar Ojea. ‘Y para eso se debe facilitar a las personas, las comunidades y al pueblo, aquello que se necesite para ayudar a los más frágiles, especialmente a niños, niñas, adolescentes y adultos mayores. Ante una crisis no son suficientes los paradigmas tecnocráticos, sean estadocéntricos, sean mercadocéntricos, es necesaria la comunidad’, sumaron.
‘Todos los espacios de cuidado que dan de comer, todos los comedores comunitarios, de parroquias, iglesias evangélicas, y de movimientos populares deben recibir ayuda sin dilación’, expresaron y aseguraron a través del comunicado que ‘ningún sector de los que hoy están actuando, ninguna institución o Iglesia, podría hacerlo solo’.