A 62 años del acontecimiento más importante, más relevante para el hombre y la mujer, porque lo acontece el hombre y la mujer para el hombre y la mujer……. para la Vida.

Para mí, es el acontecimiento más importante, en camino a la Utopía: “De cada cual según su capacidad a cada cual según su necesidad”…….es mi Utopía extrema……. mi Utopía Identitaria.

¿Pueden representarse ese modo de Sociabilización?

¿Pueden representarse una Sociedad hecha con esa Sociabilidad?

Soy testigo, lo observo, escribo cartas a hombres y mujeres que están ahí, recibo cartas de hombres y mujeres que están ahí, leo, observo y consulto. Entonces: soy parte de ese acontecimiento, esa historia me atraviesa desde que balbuceaba el modo de mirar mí Vida y mí Mundo, en mi cotidianeidad de Secundaria.

Aquel acontecer, es contemporáneo está sucediendo.

Es posible la construcción del contexto de humanización, de Subjetualidad del Individuo, en medio del capitalismo, en medio de la destrucción y de la De-Subjetualidad, en que se fundamenta este sistema de convivencia.

Fidel, el Che, Camilo y los hombres y mujeres de la Revolución hicieron un hueco, quebraron, se apropiaron, recuperaron el Lugar y el Tiempo, su espacio y su tiempo…….sus Vidas.  Lo limpiaron, lo higienizaron y construyeron una Nueva Socialidad. El inicio y el comienzo. Marcaron el camino de regreso, de regreso a la Tierra de los hombres y mujeres.

El comienzo el 1º de enero de 1959, y el Inicio porque nos esencia, nos inicializa el Reconocimiento, la construcción de Sentido, la Conciencia, la inherencia de la Propiedad Social……. Un acontecer de regreso de la enajenación, de la alienación, del supuesto desarraigo, de la servidumbre al pensamiento calculador, nos Inicializa la Existencia.

Inicio-Origen no es algo que acontezca en el tiempo (esto es justamente lo especifico del comienzo) sino lo que da tiempo y de lo que se nutre, sin agotarlo, el discurrir posterior en el que está presente bajo la forma de la ausencia.

La Revolución Cubana nos da tiempo, nosotros estamos en ese discurrir posterior de su inicio, nosotros estamos en la Revolución Cubana……. aún.

Porque nos esencia, nos provoca duda, nos mantiene en duda, no nos convencerá el capitalismo de que Vivir no es posible, de que únicamente puede sobrevivirse en sus presupuestos.

Pensemos, permanentemente, a la Revolución Cubana, para sostenernos en lo que nos esencia ese inicio.

La Revolución Cubana, provocó la re-conceptualización de la “Utopía” . Desde entonces, desde el 1º de enero de 1959, “Utopía” es lo que nos pone en movimiento, aquello hacia donde vamos y que podemos realizar. Pero ese realizar es el camino, es el movimiento, es un proceso dialéctico, y claro: para esto, hoy, mañana y todos los días, tenemos que disputarle, pelearle a la barbarie del capitalismo, la constitución del Sujeto del Sentido, tal vez del “Super-Hombre” de Nietzsche, seguro: del “Hombre nuevo” del Che.

 Debemos, propongo por “la apelación de lo conforme a esencia”: Oponernos permanentemente a la vulneración de la Subjetividad, eso es: disputarle al capitalismo con su mercantilismo, su colonialismo, su instrumentalismo, su imperialismo tecnológico, su monopolización del lenguaje por la máquina, su obnubilación con el pensamiento calculador…….sobre esto:

El 30 de octubre de 1955, Martin Heidegger, dijo: “De momento, sin embargo-no sabemos por cuanto tiempo-el hombre se encuentra en una situación peligrosa en esta tierra…….Al iniciarse la era atómica es un peligro mucho mayor el que amenaza, precisamente tras haberse descartado la amenaza de una tercera guerra mundial…….en cuanto que la revolución de la técnica que se avecina....... pudiera fascinar al hombre, hechizarlo, deslumbrarlo y cegarlo de tal modo, que un día el pensar calculador pudiera llegar a ser el único válido y practicado.”

La Revolución Cubana, re-conceptualiza el término “Utopía”: “Utopía” es lo lejano, lo aparentemente inalcanzable, y ahí en lo “aparentemente” está puesto, contenido el movimiento, la voluntad, el amor, el saber, el sentido, el pensamiento, el lenguaje. Pero, que se puede alcanzar para realizarlo. Y en este “realizarlo” está puesto, contenido el movimiento, la voluntad, el amor, el saber, el sentido, el pensamiento, el lenguaje.

Es el proceso dialéctico de la experiencia de la conciencia, que se repite en sus etapas, la experiencia de la conciencia, desde la conciencia inmediata, ingenua hasta el saber absoluto, la explicación Hegeliana.

La Revolución Cubana está en el “realizarlo”, nosotros la observamos desde un exterior que no está fuera de ella, desde un exterior que es interior, y esto que parece complejo, es porque aquel inicio nos esencia, nos da el tiempo, y eso también es: nos provoca la atención.

La Revolución Cubana, es. Vive Raúl y viven hombres y mujeres que están realizando la Revolución.

El pensamiento del Che, que resume, que ahora nos propone el movimiento es su pensamiento del “Hombre nuevo”.

Propongo pensar este concepto, en la destrucción actual del Sujeto, el capitalismo lo explicita en todos los aspectos de la Cotidianeidad pero con mayor crueldad en la educación y la salud.

Somos a sesenta y dos años del inicio, del acontecimiento que nos acontece como hombres libres y felices, en este nuevo concepto de “Utopía” – “nuevo” porque fue escrito en los cuerpos de hombres y mujeres, en sus sentimientos, en sus rostros, en su formación, en su acceso a salud, fue puesto en la Tierra, fue puesto en el Ambiente que conformamos y nos conforma……. Sobre lo que insistió Fidel Castro, fuertemente, en tiempos próximos a su muerte.

El comienzo el 1º de enero de 1959, y el Inicio porque nos esencia, nos inicializa en la Utopía…….y después: desde hace 60 años, el bloqueo de lesa humanidad, a la Isla, decretado por el país más criminal y poderoso de la Tierra…….

¿Qué otra manifestación del adueñamiento de las vidas…….que expone el adueñamiento, desde tantos reinos del desierto del capitalismo, de la vulnerabilidad del Sujeto, en este sistema de convivencia de mierda?

                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                     Miguel Montoya Jamed