En 2005, la Organización de las Naciones Unidas determinó el 27 de enero como Día Internacional de la Conmemoración en Memoria de las Víctimas del Holocausto. Setenta y cinco años después de la liberación de Auschwitz por parte de las tropas soviéticas, en Argentina la memoria sigue viva y tiene una función pedagógica: hay que conocer las atrocidades de la historia para que no se vuelvan a repetir. En este marco se desarrolló esta mañana el acto en Conmemoración del 75º aniversario de la liberación de Auschwitz en el monumento ubicado en avenida Ignacio de la Roza esquina España, en el departamento Capital.

El encuentro, organizado por el Ministerio de Gobierno, estuvo presidido por el gobernador Sergio Uñac, acompañado por los ministros de Gobierno, Fabiola Aubone; de Minería, Carlos Astudillo; y de Hacienda y Finanzas, Marisa López; el secretario de Seguridad y Orden Público, Carlos Munisaga; el presidente de la Sociedad Israelita de San Juan, Leonardo Siere; el vicerrector de Formación de la UCCuyo, Pbro. Dr. José Juan García y representantes de otras comunidades religiosas. La ceremonia comenzó con oraciones rezadas por la directora de Culto de la Sociedad Israelita, Paula Romero, y por el sacerdote José García.

A continuación, la investigadora de Bioética y docente de la UCCuyo, Miriam Andújar, destacó que “cuando una minoría es perseguida y aniquilada todos estamos expuestos. Auschwitz representó la máquina para matar y la herramienta más eficaz para el plan que ideó Hitler para la "solución final". Memoria y educación es lo que se necesita para que esto no vuelva a suceder. Nuestros jóvenes tienen que ser formados para sociedades plurales y democráticas capaces de resolver conflictos por el diálogo, lo que solo se logra a través de la educación”.

Posteriormente, Siere agregó: “El propósito es trabajar activamente contra toda forma de discriminación. La clave es también luchar contra la indiferencia. Es una obligación de cada gobierno, de los docentes y de todos como sociedad, denunciando hechos de discriminación, intolerancia, xenofobia. Debemos dejar de ser cómplices para actuar y evitar que eso ocurra. Nuestro país integra la Alianza de Conmemoración del Holocausto, por lo que estamos obligados a trabajar fuertemente en educación y memoria. Es valioso que hoy el Gobierno y la Sociedad Israelita se unan en el compromiso permanente de la educación de un pueblo”.

Por su parte, Aubone hizo hincapié en lograr una sociedad de cambio, más tolerante y con más paz. También destacó el valor de la libertad “lo que nos permite generar conciencia para rechazar la violencia. Nos toca promover la memoria colectiva, para que nuestros jóvenes permanezcan en defensa de nuestros derechos y de la tolerancia para vivir en paz”. El primer mandatario provincial agregó: “Vi cómo el presidente de los argentinos se sumó a esta conmemoración mundial que se desarrolló para fortalecer la memoria y repudiar hechos que la humanidad hace en su contra".

Uñac también expresó: "Con mucha educación y perseverancia deberemos emprender el camino de la conciencia, para entender. Pero creo que no hay que dejar esto en manos de los líderes mundiales: en donde estemos deberemos hacer los esfuerzos necesarios para construir la paz mundial. Los valores nos ayudarán a aceptar las diferencias naturales y convivir con ellas, con un objetivo común para construir entre todos”.

En ese sentido, el gobernador consideró “importante que hoy podamos conmemorar los 75 años de la Liberación de Auschwitz, recordar y repudiar un hecho aberrante, como es el exterminio masivo de judíos en distintos centros de detención. La convocatoria que hacemos en San Juan es a rechazar ese hecho pero también a convocar a la paz y educar, que es lo que queremos todos y reflexionar sobre las cosas que la humanidad hizo mal”, reflexionó el gobernador.

En el último tramo de su discurso, Uñac recalcó que “desde el Gobierno llevamos adelante un proyecto de planificación estructural que aúna esfuerzos para determinar qué provincia tenemos y cuál es la que queremos y cómo trabajar en su construcción. En ese marco y ante la presencia de instituciones intermedias, educativas, de seguridad, vecinales y otras nos comprometimos a cumplir los 17 objetivos de Desarrollo Sostenible que establece la ONU, en el que el número 16 se refiere a 'construir la paz, la justicia y determinar instituciones sólidas'.

En ello radica la posibilidad de determinar un destino común para lograr una sociedad distinta. La discusión no debe ser división, sino la oportunidad de mirar lo que hay que hacer en conjunto para una sociedad inclusiva. Nos comprometemos con memoria, verdad y justicia a no repetir terribles errores para toda la humanidad”. El acto concluyó con el descubrimiento de una placa recordatoria por parte de las autoridades.

Auschwitz: el genocidio, en cifras

Situado en Oświęcim, a unos 43 km al oeste de Cracovia, fue el mayor centro de exterminio de la historia del nazismo. Se estima que fueron enviadas cerca de un millón trescientas mil personas, de las cuales murieron un millón cien mil, la gran mayoría de ellas judías, aunque también deben contarse a polacos, gitanos, prisioneros de guerra, comunistas, disidentes del régimen y otros.
Tuvo tres campos principales y 39 subalternos.

Los tres campos principales fueron:

  • Auschwitz I, el campo de concentración original, que servía de centro administrativo para todo el complejo. En este campo murieron cerca de 70 000 intelectuales polacos y prisioneros de guerra soviéticos.
  • Auschwitz II (Birkenau), un campo de exterminio, donde murieron la mayor parte del más de un millón de víctimas del campo. En esta sección se ubicaban las mujeres.
  • Auschwitz III, utilizado como campo de trabajo esclavo para la empresa IG Farben.

Los responsables de Auschwitz seguían estrategias de selección diferentes según el origen de los internos; así los judíos no seleccionados para trabajar eran enviados a las cámaras de gas, casi siempre tras su llegada. En 1942, 140.146 de ellos fueron enviados a las cámaras de Auschwitz I, hasta que en febrero de 1943 tomó el relevo Birkenau.

Entre los mayores contingentes 327.000 de los 438.000 judíos húngaros y 200.000 de los 300.000 polacos fueron gaseados, y gran parte del resto murieron ejecutados o de hambre y enfermedades. Los gitanos también corrían la misma suerte, normalmente, los prisioneros políticos y los soldados soviéticos solo fueron víctimas del gas en la etapa de los experimentos iniciales, después solían perecer asesinados o a causa de las condiciones de los trabajos forzados.

En la actualidad, Auschwitz es un museo público ubicado en la ciudad polaca de Oświęcim, dedicado a la memoria de las víctimas de dicho campo de concentración, trabajo forzado y exterminio nazi, así como la conservación del propio espacio (Auschwitz I y Auschwitz II-Birkenau) y los objetos históricos que este contiene.

https://www.youtube.com/watch?v=sTJ0nKZZHCg

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