En una reciente entrevista para Diario 13, la Licenciada en Comunicación Ailín Chacó, hizo hincapié en la evolución que ha experimentado el famoso personaje de Barbie en su última película. Según Ailín, la muñeca rubia ha dejado atrás su estereotipo de perfección física, para convertirse en un ejemplo de sensibilidad, humildad y, sobre todo, comunicación asertiva.

La película de Barbie, que generó una enorme ola rosa de fans, ha sido aclamada por su enfoque fresco y revolucionario. La especialista destaca que, a lo largo de la historia, la muñeca ha sido tradicionalmente retratada como una figura idealizada de belleza, éxito y perfección, lo cual ha generado numerosas críticas sobre su impacto en la autoestima de niñas y jóvenes, no obstante esta película mostró un lado que no conocíamos de la muñeca.


“Este fenómeno sociocultural, que comenzó hace 65 años, se ve ponderado al estallar el éxito de la película Barbie , recientemente estrenada en cines a nivel mundial.  El ir al cine vestidos o no de rosa, constituye una experiencia cultural. Pero no es el color lo importante, porque bien podría haber sido el celeste o el amarillo o el negro el color que históricamente representó a la mujer y que, por ende representó a Barbie. Lo importante es que mujeres y hombres, tienen la oportunidad de reflexionar, interpretar y posteriormente analizar cómo las mujeres se sienten en muchas ocasiones y se han sentido respecto a sus funciones y roles. Esto está generando más empatía de los hombres hacia las mujeres y de las mismas mujeres entre nosotras. Los niños y niñas pueden aprender del ejemplo de Barbie por la forma en que se comunica en las últimas escenas”, expresó Chacón.

De acuerdo a la especialista, en esta última entrega, Barbie muestra un remodelado enfoque, desafiando los estereotipos de belleza y demostrando que existe mucho más que superficialidad en su interior. Se puede observar, cómo la protagonista utiliza la comunicación asertiva para expresar sus opiniones, emociones y deseos de manera clara y respetuosa.


Además, la Licenciada en Comunicación,  hizo énfasis en la nueva dinámica que Barbie tiene con su eterno compañero, Ken. En lugar de ser solo un objeto de deseo, Barbie entabla una relación sana y equitativa con quien fuera su pareja tradicionalmente, donde se ven reflejados valores como la empatía, el respeto y la colaboración. Si bien, vale decir que, ella y su novio modelo, atraviesan por distintas crisis a lo largo del filme, fue en la antepenúltima escena, cuando logran mantener una comunicación diferente.


“Ella (Barbie) utiliza una comunicación asertiva, pues le habla a Ken con respeto y tiene una escucha activa con él. Le pone límites con firmeza y al mismo tiempo amabilidad. Ken también deja que afloren sus emociones. El expresa sus temores, broncas, dolores. Más allá de los momentos cómicos de la escena, de la parodia, este es  un ejemplo de una práctica social asertiva, porque no hay entre ellos competencia, y por ende no hay pelea, gritos, que vienen por el sentimiento de orgullo. Se da una conversación abierta y empática. En ese diálogo especifíco, en que ella no viste de rosa sino de “amarillo”, ella ya ha pasado por una transformación personal, se parece más a un ser humano, a una persona con temores y dudas, pero también con mayor sabiduría, por el conocimiento obtenido al ir al mundo real e interactuar tanto con quienes juegan y jugaban con ella, una mamá y su hija. Dos personas, dos mujeres. Que funcionan como sujetos operadores, como agentes que la ayudan a lograr una transformación, convertirse en una humana”, señaló Ailín.


Cabe mencionar que, la película ha sido muy bien recibida por críticos y espectadores, quienes han elogiado la valiente transformación de Barbie y su enfoque en valores fundamentales. Sin duda, este nuevo enfoque de la famosa muñeca ha generado un impacto positivo en la sociedad y ha abierto camino a nuevas formas de representación en el mundo del entretenimiento infantil.


“Si bien Barbie muestra una mujer empoderada que puede tener muchas profesiones y roles como: madre, doctora, veterinaria, maestra, fashionista, presidenta, astronauta, etc. En el mundo encantado de "Barbieland", las muñecas no aparecen verdaderamente acompañadas, por otros pares  igual de importantes y valiosos que ellas. Ken está sometido y relegado a un segundo plano, sin profesiones, sin un rol específico, sin auto y sin casa. Podríamos decir que a la inversa, esto ha ocurrido históricamente en el mundo real, por muchos años en las sociedades y que hay modelos de tradiciones erradas de dominación sobre la mujer, que aún persisten en la actualidad. Podemos comprender cómo se sienten y han sentido, muchas mujeres, al verse relegadas, segregadas y sometidas durante mucho tiempo. Todo esto se da para que nos replanteemos nuestros roles, oportunidades, privilegios y formas de ver y entender a la mujer y al hombre en el mundo real”, indicó a Diario 13 ,la Licenciada en Comunicación Social.