El 11 de octubre de 2013 San Juan quedó conmocionado. El helicóptero que trasladaba al entonces gobernador, José Luis Gioja, y parte de su comitiva se estrelló en un descampado en Valle Fértil. Hoy, a 10 años de ese momento, Matías Espejo, el médico que estuvo a cargo del traslado y la atención en Terapia Intensiva, del ex gobernador habló con Diario 13 y contó sus anécdotas. Dijo que el operativo sanitario de rescate de Gioja y las demás víctimas se organizó en medio de un paseo familiar y tratando de respetar todos los protocolos, que la situación permitía.

Aún sorprendido de cómo pasó el tiempo y de que cada instante de ese día está grabado a fuego, en su memoria, Matías Espejo contó que el día del siniestro aéreo que enlutó a San Juan, pues la diputada Nacional Margarita Ferrá falleció en ese hecho, tiene miles de momentos inolvidables.  

Cuando me inicié en esta carrera nunca me imaginé vivir algo así. Fue un hecho que cualquiera en mi lugar hubiera querido vivir. 

Dijo que durante la mañana de ese 11 de octubre tuvo varias señales de que el día no iba a ser como él creía, pero que eso recién lo notó con el paso de las semanas. “Estábamos saliendo con mi esposa y mis chicos justo rumbo a Valle Fértil. Habíamos, después de un montón de viajes postergados, decidido ir a pasar el fin de semana en familia. Hacía muchísimo tiempo que no teníamos licencia. Habían pasado una serie de cosas en la mañana raras, como escuchar pasar los dos helicópteros muy cerca, muchísimo movimiento y encontrarnos con personas de Protección Civil por el centro. Pensábamos que iba a ser un fin de semana tranquilo”, dijo el médico y contó que cuando estaban cerca del aeropuerto de Las Chacritas, recibió una llamada que lo puso en alerta.

“Se cayó el helicóptero y está el Gobernador adentro”, eso fue lo primero que escuchó y de inmediato, su paseo familiar dejó de ser disfrute y su cabeza comenzó a organizar el operativo de emergencia. “Inmediatamente cambiamos el rumbo hacia Pocito -donde está en hangar- y en el camino le avisé a Walter Gallardo, otro de los pilotos. Cuando lo llamé lo encontré en pleno baño. Otra anécdota que hay de ese momento, es que por atender el teléfono se cayó en la bañera”, comentó Espejo y dijo que desde ese momento y hasta la actualidad no puede creer todo lo que pasó en esos días de octubre.

Aún no puedo creer que haya pasado 10 años de ese día. Fue algo increíble, que jamás voy a olvidar. 

Reiterando que la emergencia era doblemente demandante, porque entre los heridos estaba el primer mandatario provincial, Espejo dijo que en ningún momento le tembló la mano, a la hora de tomar decisiones. “Se trataba de un trauma, pero era un trauma grave y el paciente no era cualquier paciente. Era ni más ni menos que el gobernador de la provincia. Teníamos que ir armando, en el vuelo, cuál iba a ser la estrategia de asistencia. Siempre entendiendo que hay diferentes cuestiones que valorar. Por un lado, la gravedad de los pacientes y luego también la importancia que requería, uno de ellos. Todo esto, a veces parece demagógico o parece discriminatorio, pero hoy en día existe un protocolo de asistencia a primeros mandatarios. Entonces son personas que hay que priorizar por la importancia que tienen o el impacto que tiene su figura en la vida de todos los pobladores de la provincia”, explicó en cuanto a las decisiones que tomaron hace 10 años. 

Viajando con la mirada y buscando en lo más profundo de su memoria, Espejo trató de graficar la situación que se encontró cuando llegó a la zona del siniestro. Convencido de que la realidad muchas veces supera a la ficción, comentó que la afectación de la población era impactante y dijo que vio muchos vallistos, que totalmente consternados, trataban de socorrer a los heridos.

“En Valle Fértil el equipo de salud hizo todo lo que tenía a mano, pero por supuesto estaban superados por la situación. Compensamos al paciente en lo inmediato, con la ayuda del equipo local, empaquetamos, cargamos y partimos lo más rápido posible. Trasladamos al gobernador y al secretario del gobernador, pues eran quienes estaban mayormente afectados. El traslado lo hicimos en un helicóptero particular”, dijo y comentó que no era el más óptimos por las condiciones de esa aeronave, pues no estaba preparada para emergencias médicas.

A 10 años de la caída del helicóptero de Gioja, el recuerdo de un operativo sanitario que se armó entre un paseo familiar y los protocolos
Espejo, Gioja y otros integrantes del equipo oficial se reunieron tras el alta del ex gobernador. 

En este sentido, agregó que pusieron dos “tablas largas”, ataron a los pacientes, los pusieron en el piso del helicóptero y junto a otra persona los fueron atendiendo, de rodillas sobre ellos. “Me tocaba asistir a los dos pacientes en simultáneo”, comentó y dijo que su trabajo no se detuvo cuando llegó al Rawson.

Dentro del hospital, le tocó estar a cargo de Gioja, en Terapia Intensiva. Esto, a pesar de que su trabajo, si bien es especialista en Terapia, lo desempeñaba en el Servicio de Urgencia. “Dadas la circunstancia y por algún pedido también de las autoridades y del entorno del mandatario, es que se me afectó solo a la Terapia Intensiva, entonces era uno de los médicos de cuidado especial hacia él. Estuvimos ahí más de 20 días. Es muy importante dejar claro que lo más complejo, lo más grave y lo que le salvó la vida se hizo en San Juan. Luego, por las capacidades que la terapia tenía en ese momento y que ya se había convertido en un paciente crítico crónico se decidió su traslado a Buenos Aires, que también lo hice yo”, explicó el especialista quién dijo que el accidente de Gioja dejó muchos aprendizajes para la provincia, como por ejemplo la compra posterior de un helicóptero que sirviera para el traslado de pacientes y que, a la vez, aún hay algunas deudas pendientes sanitarias. Comentó que es fundamental que San Juan tenga un equipo que trabaje en estas emergencias y que sea, real y económicamente valorado, por las autoridades de Salud.