Los vecinos de la intersección de Pedro Echagüe y Mendoza en la capital sanjuanina llevan días enfrentando una situación caótica y riesgosa, que se intensificó tras las fuertes ráfagas de viento sur de la semana pasada. 

La escena es desalentadora: cables caídos y enmarañados colgando a baja altura, obstaculizando el tránsito peatonal y generando riesgos adicionales para quienes intentan cruzar por la zona. Además, los vecinos han tenido que recurrir a señales improvisadas para advertir a los conductores sobre un peligroso pozo en el pavimento que, debido a una compactación deficiente, se ha hundido significativamente.

La mayoría de los cables colgantes son de telecomunicaciones, aparentemente en desuso, y pertenecen a empresas privadas de internet y telefonía, según comentan los vecinos. Este abandono, común en varias esquinas de la provincia, se agrava cuando las empresas retiran el servicio, pero dejan sus cables viejos colgando, creando una compleja red de cables innecesarios que afecta la estética y seguridad de la ciudad

Además, los vecinos se quejan de la falta de limpieza y desorden en los alrededores. Algunos transeúntes irresponsables dejan basura cerca del contenedor, pero sin llegar a depositarla en él.  Mientras tanto, los vecinos de la zona esperan una pronta solución de las autoridades o de las empresas responsables.