La familia del ciclismo sanjuanino tiene una almacenera a la que todos los ciclistas y amantes de la disciplina conocen y esperan carrera a carrera desde hace 25 años. Cristina, junto a su familia, dicen presente con su puesto de bebidas y golosinas en cada competición. Siempre a un costado. Siempre dispuestos a aportar para hidratar y alimentar a los pedaleros, pero también, a los que cada fin de semana están, como ellos y se ubica al costado de cada calle o ruta para mirar la competición.

Durante la Vuelta a San Juan 2025, el móvil de Canal 13 conversó con Cristina Tapia, quien contó que empezaron este emprendimiento familiar cuando su marido se quedó sin trabajo. Fue por insistencia de su hijo, Celso Correa, quien compite en la categoría Libres, que comenzaron a vender gaseosas, aguas saborizadas, agua mineral, turrones, alfajores y hasta los pequeños panes de dulce de membrillo que los ciclistas consumen en medio de una carrera.

"Él nos pechó un poquito para que hiciéramos esto, porque cuando iban a lugares lejos no había para comprar nada", recordó la almacenera. Es que el diferencial de este negocio familiar es estar en todas las carreras. A pesar del calor intenso que suele ofrecer San Juan, a pesar de que las largadas suelen ser en las siestas, ella y algún integrante de su familia están firmes apostados al costado del camino, cerca del escenario y la línea de llegada.

Cristina contó que los ciclistas ya la esperan, sea a donde sea que se corra. Así como también los esperan con ansias los amantes del ciclismo, que, como ella, todos los fines de semana están presentes para no perderse las competencias.

"Hay veces que nos retan porque no vamos. Nos dicen por qué no han estado que no teníamos a donde comprar coca, agua. También nos retan, jajaja"

La almacenera es, a esta altura, parte importante en cada carrera. Es un galardón que se ha ganado siendo fiel a esta pasión con mucho arraigo en la provincia. Incluso en esta edición 40 de la Vuelta a San Juan están presentes en cada etapa. "Ya somos parte de la familia del ciclismo", sostuvo con una amplia sonrisa.

Cristina, la almacenera que desde hace 25 años hidrata a los ciclistas