Cultivos en peligro: el impacto del granizo en la agricultura sanjuanina
El productor sanjuanino destacó que el tomate sufrió graves daños debido a la pudrición que generó el granizo, afectando tanto al tomate platense como al perita.
Alberto Galván, productor agrícola de San Juan, se encuentra evaluando los daños causados por las intensas lluvias y el granizo que afectaron su campo a principios de este año. Según relató en el móvil de Buen Día Día, los pimientos y otros cultivos han sufrido serios daños debido a la caída de piedras y la gran cantidad de agua que se precipitó en su chacra.
“Fíjense cómo quedaron los pimientos después del paso del granizo y la lluvia”, comentó Galván mientras mostraba los efectos en su campo, donde los cultivos de verdeo, como la lechuga, y hortalizas como el tomate también fueron severamente afectados.
En los días previos a la Navidad, el productor sufrió la caída de granizo, un fenómeno que no ocurría en la zona desde hace más de 20 años. Galván relató que el granizo cayó en dos momentos: primero, de forma ligera, y luego con mayor intensidad, lo que causó la destrucción de buena parte de la cosecha.
“La lechuga no creo que pueda seguir cortando, está muy dañada”, señaló Galván, quien también destacó que el tomate sufrió graves daños debido a la pudrición que generó el granizo, afectando tanto el tomate platense como el perita.
A pesar de los daños, el productor ya está trabajando para recuperar sus cultivos. “Ahora estamos plantando una nueva tanda de lechuga y esperamos que el temporal no nos afecte nuevamente”, dijo. Además, comenzó a plantar brócoli, coliflor y repollo, con la esperanza de que estos cultivos puedan salir adelante.
Para mediados de febrero, tiene previsto comenzar a plantar alcauciles, un cultivo característico de la zona. En cuanto a la lechuga, Galván mencionó que, a pesar de los problemas de la cosecha, los precios no han aumentado. “La jaula de lechuga sigue manteniéndose en 4.000 a 5.000 pesos, aunque hay faltante”, comentó.
“Ya estamos empezando con los alcauciles y esperamos que la cosecha de tomate también se pueda recuperar. Aunque el año pasado hubo dificultades con la fábrica, en cuanto al precio y la cantidad que se elaboraba, fue un buen año para el alcaucil”, comentó. Galván también enfrenta la dificultad de trabajar en un terreno de tres hectáreas, más una hectárea dedicada a los verdeos, lo que implica un desafío constante para mantener la producción.