El día que el colectivo de la banda del RIM 22 cayó en un precipicio en el Tambolar
El 23 de enero de 1986 un colectivo que trasladaba las integrantes de la banda de música del RIM 22 cayó al precipicio en el Tambolar. Luego de ello hubo un desfile incesante de sirenas de bomberos, de ambulancia, rescatistas y un saldo doloroso de 17 muertos y 26 heridos.
El 23 de enero de 1986 un colectivo que trasladaba las integrantes de la banda de música del RIM 22 cayó al precipicio en el Tambolar. Ellos venían desde Calingasta donde tuvieron actuación musical. Su camino fue por la vieja ruta 12, por allí el colectivo se quedó sin frenos, paso de largo en una curva y se precipitó como 100 metros. Luego de ello hubo un desfile incesante de sirenas de bomberos, de ambulancia, rescatistas y un saldo doloroso de 17 muertos y 26 heridos. En un especial de 'El Día que', Daniel Tejada charló con uno de los sobrevivientes de una de las tragedias que marcó la historia de San Juan.
Adolfo Arce tuvo una nueva chance para vivir. Él es uno de los sobrevivientes del accidente. 'Supe sobrellevar el accidente, ha pasado el tiempo y no me olvidó. Cada vez tengo más detalles. Nunca me pude olvidar. La mayoría de los sobrevivientes de los integrantes de la banda militar tuvimos 2 años de tratamiento psicológico para tratar de salir de qué es fatalidad' comentó. 'Yo me acuerdo que el apellido del conductor era Romero, de Santa Lucía. Él era muy conocedor del camino' confesó.
Arce siempre sintió una gran pasión por la música cosa que lo llevó a convertirse en militar. 'Todas las pruebas son iguales para ambos: infante y para musical, pero como yo me inicie en el campo de mayo Sargento Cabral, allí había todas las armas así que conocí todo. En el 84 llegué San Juan' recordó.
Ese día fatal hacía mucho calor y habían ido a Calingasta por un compromiso, ya que el departamento cumplía su aniversario. 'El colectivo no estaba en buenas condiciones' detalló Arce. Uno de los sobrevivientes, Pablo Sotelo comentó su experiencia porque él tenía 30 años. Ellos generaron una amistad y con él luego del siniestro treparon el cerro. Fueron seis en total quiénes lo hicieron en medio de la noche. 'Esa noche fue terrible. Yo quería buscar agua para llevarle a la gente que estaba abajo, pero no podía más' señaló Arce.
Muchos menores iban en el colectivo. Ellos acompañaban a sus familiares. Dos de ellos fueron Luis Nievas y Marcos Nievas, ellos iban con su padre quien cumplía con su último servicio previo a jubilarse. Uno de ellos quedó con graves secuelas ya que producto de un fuerte golpe, hasta el día de hoy sufre convulsiones.
En una curva se dieron cuenta que algo no esta bien. 'El colectivo tomó una velocidad no recomendada para esa zona' señaló, luego de ello hubo un silencio. Todos supieron que nada bien iba a salir. Él cree que no fue cumpla del chofer, 'aparentemente, el chofer quiso poner un cambio y no entra ese cambio. La caja quedó libre y por eso que no funcionaron los frenos y no podía parar lo de ninguna manera'. Los gritos comenzaron a ser un recurrente. El colectivo no pudo maniobrar y chocó contra el cerro, el rebote fue lo que los llevó a caer al precipicio. 'Yo ya me daba por muerto' confesó.
'Cuando caímos se escuchaban gritos, llantos y cantos religiosos' mencionó. Rodolfo consideró la vida le dio más de una oportunidad. Ya que después, en el 2005 descubrió que tenía leucemia crónica. Pero gracias a la medicación adecuada hoy esta bien.