El día que la pelota se manchó de sangre en San Juan por una tragedia vial
Lucio era un apasionado por el futsal. Amaba practicar esta disciplina junto a sus compañeros. Jugaba cada vez que podía hasta que un día, justo después de entrenar, un conductor puso fin a su vida. En esta nota su padre recordó con lujo de detalles cómo impactó ese hecho en su vida.
Una frase de Maradona que recuerda todo futbolero es 'la pelota no se mancha'. Esto lamentablemente ocurrió de la peor forma en San Juan, hace ya casi cuatro años. Esa noche del 23 de junio de 2019, Lucio salió de entrenar en el club donde practicaba futsal cada vez que podía. Se disponía a volver a su casa en bicicleta, cuando un irresponsable conductor lo embistió de atrás y le puso fin a su vida. En esta nota su padre, José Lahora, recordó lo ocurrido.
Lucio era un joven de 19 años. Un pibe que se había ganado el cariño de todos los que lo rodeaban. Su característica sonrisa contagiaba a quienes compartían más tiempo con él, como por ejemplo sus compañeros del Club Barrio CGT. Justamente por la madrugada de ese trágico día martes, él estaba regresando a su hogar luego de completar un nuevo entrenamiento.
'Mi hijo esa noche se fue a entrenar allá por la Benavidez pasando Necochea. Esa noche se vino en la bici. Siempre se venía por la Necochea hasta la San Lorenzo y de ahí por Pueyrredón, pero esa noche no sabemos por qué se vino por el Lateral de Circunvalación pasando Maipú. Ahí salió González Muga del barrio Kennedy y lo chocó pasando la Maipú', expresó su papá.
El conductor era Matías Emiliano González Muga, una persona que en ese momento sólo tenía 21 años. Él guiaba un Volkswagen Vento de color gris a altas velocidades, sin saber que por esa imprudencia iba a cambiar decenas de vidas para siempre. Por esta irresponsabilidad, esta persona terminó impactando desde atrás a Lucio Lahora.
El impacto fue tan fuerte que el deportista terminó destruyendo el parabrisas del Vento. Sumado a esto el vehículo sufrió múltiples daños en su carrocería, no sólo al impactar con el joven, sino al arrastrar a la bicicleta por varios metros. Como resultado el jugador de futsal murió en el acto y el auto quedó clavado en una cuneta.
A partir de allí efectivos de la comisaría 29na actuaron en el lugar, deteniendo al conductor que había puesto punto y final a la vida de Lahora. Sin embargo, el responsable sólo estuvo privado de su libertad en un calabozo algunos días. A día de hoy, González Muga nunca fue condenado.
'González Muga estuvo detenido creo que tres o cuatro días nada más. Él todavía no es condenado por el accidente de mi hijo. Estamos esperando a que salga la audiencia de formalización para el juicio penal. Así que aquí estamos, todavía seguimos esperando', reveló
Debido a la falta de un castigo real para la persona que le arrebató a su hijo, José Lahora volvió a insistir con que las leyes deberían cambiar en San Juan y Argentina. En ese sentido dio el ejemplo de que al conductor del Vento nunca le quitaron su licencia, por lo que en todo momento siguió manejando como si nada hubiese pasado.
'Para que haya justicia se tienen que cambiar las leyes, que se respete un poco más el dolor de las familias. Todos los fines de semana vemos que van muriendo chicos o accidentes con personas grandes con un alto grado de alcohol y drogas. No les hacen nada y siguen sueltos manejando. Por ejemplo Muga sigue manejando. El mes que viene se cumplen cuatro años y nunca le quitaron el carnet, cuando para mi automáticamente se lo tendrían que quitar', reveló
Siguiendo en la misma línea, este acongojado padre remarcó que quienes terminen con la vida de una persona mientras manejan un vehículo, deberían recibir una condena de cumplimiento efectivo. Este pedido es el mismo que mantienen desde hace años los familiares de víctimas de tragedias viales.
Si bien hay un dolor dentro de él que probablemente nunca se vaya, José demostró una entereza admirable. No sólo nunca le deseó el mal a González Muga, sino que cuando tuvo la posibilidad de tenerlo cara a cara, decidió perdonarlo y darle un fuerte abrazo.
'Nunca se disculparon con nosotros. Es muy difícil. Tuvimos una audiencia civil y juro que cuando le vi la cara a Muga se me vino la imagen de mi hijo. Como que sentí que alguien me decía que lo perdonara, así que me levanté, le pedí permiso al juez y le dije que lo perdonaba. Lo perdoné yo en nombre mío y de mi hijo y le di un abrazo. Eso es lo que yo hice, lo que mi corazón y mi mente me pedía. Creo que hice lo correcto. Nunca sentí la necesidad de odiarlo', recordó.
Además de esta mentalidad tan remarcable, otra cosa que lo ayudó mucho a sobrellevar lo sucedido con su hijo, fue sumarse a la Asociación de Familias del Dolor. En ese grupo se cruzó con personas que tuvieron que atravesar el mismo camino doloroso que él. Ellos lo entendieron y le extendieron su mano para ayudarlo, algo que él también hace actualmente con nuevas víctimas.
'Conocí a Familias del Dolor y la Esperanza porque Guillermo Chirino (creador de la asociación) me mandó unos mensajes, me llamó y ahí coordinamos. Comencé a asistir a las reuniones y a la colocación de carteles. La verdad que nos ayudó mucho también eso', contó.
Finalmente algo muy importante tanto para José como para el resto de su familia, fue la colocación del cartel que recuerda a Lucio en el lugar del siniestro. Esta chapa de color azul con el nombre de su hijo y la imagen de un ángel, no sólo sirve como recuerdo sino también que tiene el objetivo de concientizar a todos los conductores que pasen por el lugar.
'La idea de la colocación de los carteles me pareció un lindo homenaje también. Es un lindo recuerdo que va a crear conciencia en muchas personas. La vez que pasamos está bien, no lo han roto, no le han hecho daño. Hablamos con el señor de la casa de la esquina y nos dijo que lo iba a cuidar. Una familia que está al costado también nos dijo que lo iba a cuidar, que nos quedábamos tranquilos. Agradezco a Dios por eso', sentenció.