Desde hace más de un mes, un tacho anaranjado ya forma parte del paisaje de una transitada calle capitalina. Y no se trata de un elemento decorativo, sino de una señalización improvisada que vecinos colocaron para evitar siniestros viales. En calle Sarmiento, a menos de 50 metros del cruce con Maipú, el pavimento se hundió y la gente del lugar colocó ese tacho para evitar que los automovilistas tengan algún inconveniente.

El tacho que ya se volvió parte del paisaje de una transitada calle capitalina

Marina Ponce, estaciona su auto a pocos metros todos los días para buscar a su hija en el colegio San Francisco, que está a pocos metros. Mario Luna, hace lo mismo, antes de ir a atender el comercio que tiene en calle Sarmiento. Ellos comentaron que, de un día para el otro, un sector del pavimento comenzó a hundirse, y que, con el paso de los días, ese desnivel comenzó a hacerse más profundo.

Debido a que el pavimento tiene un importante desnivel, los vecinos de la zona, utilizaron un tacho que quedó en la esquina luego de una obra vial y lo dejaron de “cartel”, para evitar algún tipo de siniestro. “Si algún motociclista no conoce el hundimiento puede haber una tragedia, porque es muy profundo”, dijo Lucas Bustamante, un vecino de la zona.

El tacho que ya se volvió parte del paisaje de una transitada calle capitalina

Otros vecinos comentaron que el problema del hundimiento se grava cuando hay autos estacionados a ambos lados de la calzada, pues el lugar para pasar se vuelve muy angosto. “Es una zona muy transitada. Hay un colegio a pocos metros y muchos autos que se dirigen al microcentro”, agregó otra vecina y comentó que hace unos días, le comentaron la situación a un monitor urbano que suele estar en la zona del colegio, pero aún no tienen respuesta.