El pasado  22 de diciembre se conoció la noticia sobre la muerte de Roberto Rosa, quien fuera secretario general del gremio UDA ( Unión Docentes Agremiados). En el momento de su muerte, no estaba en la provincia. Según detallaron sufrió una descompensación en el avión donde viajaba y falleció en el mismo aeropuerto donde hizo escala.

En esta línea, su familia señaló que los restos del reconocido gremialista llegaría este jueves 5 de enero a las 6 de la mañana desde Panamá. Es así como será velado desde las 8, 30 de la mañana. En tanto el sepelio será a las 18 en el Palmar.

Su hija, Silvia Rosa, hizo un descargo sobre lo que debió pasar en las últimas semanas y apuntó directamente contra las embajadas.


En el mismo comienza: 'Si bien, como muy en claro le dejó la cónsul a mi hermana por teléfono y con un tono totalmente administrativo, la función de una Embajada no es ocuparse de “estos problemas”; uno como ciudadano argentino en el extranjero espera encontrar en sus instituciones un amparo en momentos aciagos. Esto, lamentablemente no nos sucedió con los representantes argentinos en Panamá cuando mi padre murió de un infarto en el aeropuerto de la Ciudad de Panamá esperando una conexión'. 

A su vez, ella mencionó 'La situación no podía ser más dramática: Mi madre, una mujer de 78 años y enferma, se encontraba sola en vísperas de Navidad en un país extraño cuando su marido fallece'. En este contexto, Silvia explicó ' Ante esto, la primera reacción es intentar buscar el apoyo de la embajada argentina para que acudiera al menos a tomar contacto con mi madre, dado que ella se encontraba totalmente sola siendo trasladada por la policía a diferentes departamentos judiciales cuando aun el cuerpo de mi padre ni siquiera había sido enviado a la morgue hospitalaria'.

La esposa aclaró que al solicitar a la embajada un mínimo de asistencia, lo que resolvieron que la respuesta fue inhumana y desprovista de todo gramo de empatía. Ella señaló que la respuesta del representante consular 'fue que ellos no se encargan de esos “trámites”, y que tampoco su función es “acompañar” en esos momentos'. Según argumentó la oficial consular, 'lo único que estaba en sus manos era facilitarnos el teléfono de la asistencia de la tarjeta de crédito para que nosotros habláramos con ellos'.

Por ello mencionó que 'el único y deplorable contacto con la representación argentina en ese país centroamericano; mientras que la embajadora de Panamá en Argentina se ponía a nuestra entera disposición en términos administrativos y emocionales'. Su tristeza explayada en escrito no quedaron en ello. Por esto, la hija del fallecido agregó 'En un país que escribe, piensa y canta a los valores y los derechos humanos, la indolencia, abandono y negligencia de las personas de la Embajada argentina en Panamá para con mi madre, nuestra situación administrativa y el cuerpo difunto de mi padre, nos han devuelto al lugar del paria, del desamparado, del desechado, del que no merece la atención del Estado ni la simbólica de sus instituciones; y menos aun cuando se está frente a la muerte en días “feriados”. Ahora sólo nos queda el sollozo y el deseo de que este escrito abra el debate del poder alegórico que se debería jugar en cada gesto consular'.